Primer test para Alberto: estalla conflicto salarial en el sector lácteo y hay riesgo de desabastecimiento
A escasos días de asumida la Presidencia, Alberto Fernández ya tiene por delante un desafío que en buena medida permitirá develar de qué forma llevará adelante la relación con los gremios.
Decidido a profundizar la batalla en torno al reclamo salarial, ATILRA, el sindicato que nuclea al grueso de los trabajadores del sector lácteo, se prepara para llevar a cabo un nuevo paro de actividades con una potencia incluso superior al concretado hace algo más de una semana.
La medida en cuestión, indicaron fuentes de la actividad, se concretaría el próximo lunes y desde la cadena de procesamiento y distribución advirtieron a iProfesional que, de ocurrir,el movimiento provocará desde la pérdida de millones de litros de leche hasta el faltante de algunos productos en góndolas y heladeras de supermercados y almacenes.
ATILRA mantiene un conflicto con las compañías del rubro por diferencias en la recomposición de los sueldos a partir de la escapada permanente que evidencia el índice inflacionario.
Desde las empresas el mensaje que baja entiende al pedido gremial como un reclamo desmedido. Y al momento de referirse al conflicto colocan el énfasis en los efectos que traería aparejados la inminente nueva medida de fuerza.
"Si se lleva a cabo el paro, los tambos van a tener que tirar la leche porque no habrá quién retire y traslade la producción. Es insólito que algo así pueda volver a ocurrir en un momento en el que se habla tan fuerte y reiterado de la cantidad de gente que pasa hambre en la Argentina", dijo a este medio una fuente de APYMEL, la asociación que concentra a las pyme de la producción láctea.
Desde la entidad se hizo referencia, justamente, a lo dicho por Alberto Fernández durante su discurso de asunción respecto de "no pedir más esfuerzo a quien tiene hambre" y la necesidad de priorizar la alimentación porque sin ese aspecto "no hay democracia ni libertad".
"Poner en riesgo el aprovisionamiento en un momento así es, cuanto menos, egoísta", se quejó el ejecutivo de una pyme procesadora de leche. En el ramo todavía resuenan las palabras del flamante gobernador bonaerense Axel Kicillof dando cuenta de los tambos perdidos como muestra de que la actividad resultará de relevancia para la economía en su gestión.
Del lado de ATILRA, lo que predomina es el hermetismo respecto del modo en que se llevará a cabo la medida de fuerzas ya las consecuencias que puede provocar un parate a principios de semana. "No hay mucho más que lo ya comunicado", contestó un vocero de la organización ante la consulta de este medio.
En el sindicato el foco está ajustado a restablecer la pérdida de poder adquisitivo que muestran los salarios, sobre todo tras las sucesivas devaluaciones ocurridas este año.
Vía un comunicado emitido a mediados de la semana pasada, el sindicato expuso que mientras que en el transcurso de un año "los lácteos aumentaron un 112 por ciento", los trabajadores recibieron "hasta diciembre de 2019 un 23 por ciento".
"Dicen que recomponen el salario en un 61 por ciento. Lo que no dicen es que de ese 61 por ciento, dos puntos corresponden al año 2018 y 4,5 por ciento al año 2020. Es decir que la recomposición del año 2019 sería del 54,5 por ciento", detalla el sindicato.
"Pero el porcentaje no es el problema, sino el desfasaje que se produce entre el momento en que se acusa la inflación y el momento en que se actualiza el salario", añade.
Números de la discordia
Justamente el 54,5 por ciento mencionado es el que APYMEL propone pagar como total por la paritaria firmada en agosto y los ajustes discutidos en las últimas semanas. Según Pablo Villano, titular de la asociación, la diferencia con ATILRA "no está tanto en el monto si no en que no aceptan que todo el ajuste se abone en marzo del año próximo".
"Nosotros propusimos abonar el primer trimestre de 2020 y ellos pidieron que todo se pague este mes, en diciembre. Pero nosotros no podemos afrontar esos montos. En el último diálogo cedimos un mes: propusimos pagar en febrero. No hay acuerdo. Tampoco en cuestiones como presentismo y el aporte al sindicato. En agosto quedamos en 8.500 pesos para el gremio por trabajador, ahora nos están pidiendo 7.500 más", sostuvo ante iProfesional.
Los popes industriales se niegan, además, a abonar el día de paro concretado recientemente. "No vamos a ceder. Hay una adenda firmada con el gremio en donde se establece que el trabajador tiene derecho al día de paro, pero que esa jornada justamente no se paga y se establece un descuento de premios. Tenemos una posición firme al respecto", expresó Villano.
APYMEL nuclea a más de 670 compañías de la actividad láctea y, según Villano, todas sufrieron inconvenientes comerciales a partir del cese de actividades llevado a cabo hace algo más de una semana. "Hubo pérdidas con impactos que variaron según la empresa. Hablamos de compañías que son claves para el funcionamiento económico de muchos pueblos en el interior de la Argentina", destacó.
Muy cerca de ATILRA observan a ese tipo de argumentos como maniobras pensadas para "embarrar la cancha" ante el reclamo salarial.
"Se acusa al sindicato de negociar de mala fe y reclamar aportes supuestamente abusivos realizando medidas de fuerza sin fundamentos. Les pedimos a los compañeros que no respondan ni entren en el terreno de la provocación que el sector propone; faltan a la verdad para embarrar la cancha, tratando de desviar la atención y eludir la responsabilidad que le cabe", expuso el gremio a través de un mensaje colgado en su Web institucional.
"Hagamos esta simple cuenta para ver con cuánta plata del trabajador se está quedando el empresario. Inflación de julio: la aplicaron en los productos que fabrican los lecheros pero el trabajador tuvo cero aumentos. Inflación de agosto: la aplicaron a los lácteos, pero no le actualizaron el sueldo a los trabajadores", puntualiza el comunicado.
Para luego añadir: "Hicieron lo mismo en septiembre, octubre y noviembre, donde aumentaron los productos lácteos, inclusive muy por encima de la inflación –casi el doble–, y a los trabajadores tampoco les dieron nada. Entonces, no se trata de equiparar la inflación sino en el momento en que se hace. Han acumulado en sus arcas una suma dineraria que es de las y los trabajadores".
Paro reciente
ATILRA llevó a cabo un paro el viernes 6 de diciembre, con acatamiento elevado y actividades del sector paralizadas prácticamente por completo. Según aportaron fuentes gremiales, el sindicato estima que entre enero y octubre la inflación acumulada fue del 43,2 por ciento y afirma que, al menos hasta el momento, los trabajadores nunca cobraron el 23 por ciento de ajuste pactado para el primer semestre de 2019.
"A eso hay que sumarle un desfasaje del 2 por ciento que quedó de 2018 y que recién se abonó en abril del corriente ejercicio. En este contexto, la propuesta de las compañías fue sumar un 36 por ciento escalonado hasta marzo, que significaría un incremento total para 2019 del 61 por ciento, porque consideran que el incremento del primer semestre fue del 25 por ciento", aportó un representante sindical.
Según trascendió, la posición gremial es diferente porque consideran que a ese 25 por ciento hay que restarle el 2 por ciento de desfasaje 2018 y un 4,5 por ciento por ciento que las industrias proponen que sea a cuenta de la negociación futura correspondiente a 2020.
En concreto, y de acuerdo a medios especializados, el sindicato sostiene que la propuesta patronal significa una actualización salarial del 54,5 por ciento que, si bien supera a la inflación, al ser aplicada en cuotas hasta marzo, se diluiría por efecto justamente de la suba constante de precios. Ante esa perspectiva, ATILRA rechaza las propuestas de acuerdo elevadas por las empresas y se mantiene en estado de alerta, movilización y paro.