Primera impresión positiva de los analistas sobre el discurso de Alberto Fernández

Constructivo. Se puede definir y resumir en esa sola palabra la mirada de los distintos analistas políticos sobre el discurso realizado por Alberto Fernández, luego de prestar juramento como Presidente de la Nación en el Congreso.

Las impresiones que dejaron las primeras palabras oficiales del primer mandatario, según los diferentes politólogos consultados por iProfesional, fueron positivas.

Así, a nivel general, a varios expertos les sorprendió de forma grata el tono conciliador y mesurado utilizado por Fernández para mencionar el legado que recibió, como así también el listado de las cuestiones que el Estado deberá priorizar para resolver en los próximos años.

"Me parece que fue un discurso moderado, sensato y en línea con evitar la grieta. En especial, toma distancia de Cristina tanto desde lo conceptual como del estilo", resume a este medio el analista Carlos Fara.

En el mismo sentido, el licenciado en Ciencias Políticas Roberto Starke, suma que el texto enunciado este martes por el Presidente tuvo "un perfil muy diferente al que se hubiera esperado un mes atrás, y se mostró como una virtud que Fernández intentó construir y diseñar su propia imagen, distinta a la de Cristina Fernández de Kirchner, al hablar de unidad, tolerancia y lograr el abrazo de todos los argentinos".

Al mismo tiempo, Julio Burdman, politólogo que escribe en Analytica, opina que el discurso fue "bastante constructivo", y rescató que fueron "llamativas las referencias a la unidad nacional, la toma de distancia respecto del FMI y la solidaridad con los movimientos de protesta social en la región".

Incluso, algunos analistas, como Gustavo Córdoba, opinan que el discurso de Alberto Fernández otorgó "mucho más de lo que esperábamos", para agregar que desde la oratoria y los contenidos fue "una pieza brillante", sobre todo destaca que arrancó sus palabras con la problemática social y el plantear que no se entiende cómo en un país productor de alimentos no se haya podido erradicar el hambre. "Le dio centralidad al tema", concluye.

En especial, los expertos destacan que el Presidente haya mencionado las prioridades a resolver en forma urgente para pasar luego a enumerar los temas importantes que pretende abordar. A la cabeza figura el anuncio del aumento de las jubilaciones y, fundamentalmente, tuvo mucho significado político que se haya comunicado que se realizará una amplia reforma judicial.

"Toda la enumeración del diagnostico que ha hecho me pareció sintomático y coherente con el clima de opinión de este momento", finaliza Córdoba.

Lo social y la Justicia en el centro

En cuanto al anuncio que se enviarán leyes para reformar la Justicia, se subraya una frase de Fernández que generó ruido: "Hemos visto el deterioro judicial en los últimos años. Hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias inducidas por los gobernantes y silenciadas por cierta complacencia mediática…".

Para Burdman, esa fue la parte "más fuerte del discurso", sobre todo cuando hizo hincapié al repetir que "nunca más es nunca más", haciendo "una analogía entre la persecución judicial de Cristina y otros miembros de su gobierno kirchnerista con los golpes de estado del pasado", sentencia el politólogo.

Al respecto, para el analista Pablo Roma, esas palabras del Presidente sobre la Justicia apuntaron a un concepto mucho más amplio porque se entienden como que "necesita tener mayor independencia de la política, porque es un reclamo de un sector amplio de la sociedad".

Y razona que el discurso tuvo un "fuerte componente social y la expresa necesidad de superar las divisiones para lograr la unidad de los argentinos".

En términos económicos, Roma analiza que Alberto Fernández sostuvo la necesidad de tener una negociación realista con el FMI y la aplicación de un conjunto de medidas que apuntan "a paliar la desigualdad social que deja la gestión de Mauricio Macri".-