GESTIONES ANTES DE ASUMIR

Fernández buscó tranquilizar a Hugo Moyano, que exige garantías de freno a la reforma laboral

El presidente electo y el dirigente se encontraron en el edificio de la Federación de Camioneros de la Ciudad de Buenos Aires para unificar posturas
POLÍTICA - 03 de Diciembre, 2019

A una semana de asumir como presidente, y a pocos días de la oficialización del Gabinete, el presidente electo Alberto Fernández almorzó este martes con el líder camionero Hugo Moyano, quien viene de encabezar una disputa con los miembros de la CGT por el bono de fin de año.

Uno de los temas centrales del encuentro fue avanzar con los puntos claves para el "pacto social" que anunciaron en reiteradas oportunidades. En este sentido, Pablo Moyano afirmó que la cumbre se realizó para "tratar la situación actual nacional, y las estrategias para reactivar la economía y combatir el desempleo". 

Sin embargo, son varias las cuestiones que tensan la relación entre Moyano y Fernández en las que, según trascendió, el presidente electo buscó llevar calma al dirigente Camionero.

A los gremios inquieta la posibilidad de que el nuevo gobierno impulse o permita una reforma laboral. Sobre todo, después de los fuertes guiños en este sentido que Fernández dio durante su reciente discurso en la conferencia de la UIA. Entonces, dijo que había que relativizar la ley de trabajo de acuerdo con la situación particular de cada lugar del país.

Según trascendió, Fernández planteó que es necesaria "una reforma laboral que debería darse por sectores" mediante la "modernización de los convenios colectivos y sin que signifique una pérdida de derechos ni de reducción salarial", informaron fuentes allegadas al encuentro.

Ante esto, los Moyano vienen sosteniendo que existe "un compromiso" con Alberto para no avanzar con una la reforma.

Fernández también tranquilizó al líder camionero en cuanto a no innovar en la situación de las obras sociales, que permanecerán bajo control sindical.

"Se habló del trabajo registrado, de la importancia de recuperar el mercado interno, de que vuelva a haber Ministerio de Trabajo", enumeró el sindicalista Marcelo Peratta (Farmacéuticos) a la salida de la reunión.

Y agregó: "Desde nuestro sector hubo respaldo al bono de fin de año que pidió Camioneros y que piden otros compañeros. El presidente no tomó partido por ningún sector de la CGT", en referencia a la polémica que hubo entre Moyano y la conducción cegetista que avisó que no iba a pedir a Fernández un plus de fin de año.

El edificio de la Federación de Camioneros, en la ciudad de Buenos Aires, fue el escenario del almuerzo entre Fernández y Moyano. Participaron también Facundo Moyano, y el titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, entre otros.

El dirigente camionero está enfrentado con la cúpula de la CGT por el bono de fin de año ya que algunos adelantaron que no lo solicitarán, mientras que Moyano reclama $20.000 para sus trabajadores.

 

Este lunes 2 de diciembre el gremio de camioneros se movilizó a la sede del Ministerio de Trabajo para reclamar por la "reapertura de paritarias y un bono de fin de año, a fin de compensar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación", según explicaron.

En ese marco, Pablo Moyano advirtió que ese gremio podría convocar a un paro "de 24 ó 48 horas" si las empresas del sector no pagan un bono de fin de año.

El reclamo por la ayuda económica de fin de año fue uno de los motivos que distanciaron a los referentes sindicalistas que coquetearon con la reunificación de la CGT, uno de los pedidos que habría presentado el presidente electo luego del triunfo en las PASO.

 Semanas atrás, por su lado, el líder de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) y secretario general de la CGT Héctor Daer, había adelantado que no habrá un "planteo generalizado" por un bono para diciembre y advirtió que "tendrá que ver en cómo está cada actividad".

Si bien Alberto Fernández cree que es necesario aumentar la capacidad adquisitiva de los salarios frente a la inflación que hereda de Mauricio Macri, pidió a la CGT que respete sus tiempos políticos para cerrar un pacto social-económico que incluya también a los empresarios integrados en la UIA.

Además, la disputa por los candidatos a integrar el equipo de Gobierno del Frente de Todos habría sido uno de los puntos que distanciaron a Moyano. 

Moyano pretende ocupar con sus propios representantes la intervención de OCA, el Ministerio del Trabajo y la estratégica Dirección de Asociaciones Sindicales. Alberto Fernández ya conoce las aspiraciones del ex jefe de la CGT, pero aún duda en satisfacer sus aspiraciones políticas y personales.

 

La empresa de correo privado OCA contrata a 6.000 camioneros, y durante muchos meses Moyano hasta pagó sus salarios para que no vaya a la quiebra.

El ex jefe de la CGT siempre presionó para controlar esta compañía y hasta logró un acuerdo político con Macri que le permitió nombrar como administrador a Rodrigo Condori, abogado de la Federación Nacional de Camioneros, junto a Pablo Yannibelli, director de Fiscalización del Trabajo y la Seguridad Social de la Secretaría de Trabajo, que es el otro administrador avalado por el Poder Ejecutivo.

El líder camionero también presiona por tener una persona afín al frente de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, área estratégica del Ministerio de Trabajo porque allí se deciden, entre otras cosas, los conflictos de encuadramiento (que Moyano sigue manteniendo para quedarse con afiliados que hoy están en otras actividades), las inspecciones a sindicatos y el otorgamiento de personerías gremiales o de simple inscripción a organizaciones nuevas.

Si Fernández le da también la Dirección de Asociaciones Sindicales a Moyano, se romperá el reparto equilibrado de poder entre los dirigentes gremiales: el camionero mantiene conflictos de encuadramiento con Comercio, que lidera Armando Cavalieri, del sector de "los Gordos", y con Carga y Descarga, que encabeza el barrionuevista Daniel Vila, con quien el moyanismo disputó la afiliación del personal de Mercado Libre.

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