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Macri se despide de sus socios del Mercosur en una cumbre armada a medida por Bolsonaro

A cincos días del cambio de mando, el jefe de Estado compartirá sus últimos momentos con sus principales aliados en estos últimos años de gestión
04/12/2019 - 06:50hs
Macri se despide de sus socios del Mercosur en una cumbre armada a medida por Bolsonaro

Mauricio Macri transita sus últimos días como presidente de la Argentina con una cargada agencia internacional. De esta forma, el jueves 5 de diciembre asistirá en Río Grande do Sul, en Brasil, a la reunión de jefes de Estado del Mercosur.

La gira, que se inició con su participación de la Cumbre del Clima de la ONU en Madrid, es la última oportunidad de aprovechar al máximo para dejar un fuerte mensaje en defensa de su gestión económica y la reinserción de Argentina en el mundo con la apertura de las exportaciones a múltiples mercados.

"La prueba está en los acuerdos alcanzados -concretamente, el del Mercosur y la Unión Europea-, y también en el clima político generado", destacó el embajador argentino en España, Ramón Puerta, quien fue anfitrión del Presidente estos últimos días.

Cinco días antes del cambio de mando –y dos antes de la marcha de su "despedida" a la que convocó para el sábado 7 de diciembre- el jefe de Estado compartirá sus últimos momentos con sus principales socios regionales en estos últimos años de su gestión.

En particular, de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, en quien encontró un aliado incondicional, especialmente por su resistencia del mandatario brasileño a la vuelta al poder del kirchnerismo.

Tal es el rechazo que Bolsonaro tiene por los funcionarios del próximo Gobierno, que decidió organizar la LV cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y sus Estados Asociados, el próximo jueves 5, en la ciudad de Bento Goncalvez, ubicada en Río Grande do Sul. Es decir, sólo cinco días antes de la asunción de Alberto Fernández, quien no fue invitado a la última cumbre en la que participará Macri.

La incógnita es saber qué hará el presidente saliente pensando en el futuro. ¿Intentará dar un mensaje conciliador que le allane el camino al nuevo Gobierno o bien reforzará la ya dura postura de los integrantes del bloque que miran de reojo a Alberto Fernández?

En la reunión del Mercosur, habrá una revisión del Arancel Externo Común (AEC) para mejorar la competitividad productiva del bloque y en modernizar y priorizar las negociaciones.

Además, Bolsonaro le traspasará la presidencia del bloque a Mario Abdo Benítez, de Paraguay. Y se abren muchos interrogantes por la llegada de Fernández a este cónclave, donde gobiernan todos líderes contrarios a su pensamiento y al de su vicepresidenta Cristina Kirchner.

Los presidentes de Brasil y Paraguay, están en las antípodas ideológicas de Fernández. Lo mismo Luis Lacalle Pou, quien recientemente se impuso en Uruguay y terminó con 15 años de hegemonía del Frente Amplio.

Bolsonaro, recibirá a sus pares del Mercosur en la localidad de Bento Goncalvez, Río Grande do Sul, y será la última a la que asistirá Macri, previa al traspaso del poder, el próximo 10 de diciembre.

Sorpresivamente, Brasil invitó a Jeanine Áñez, autoproclamada presidenta interina el 12 de noviembre último, a participar de la cumbre, según lo informó el secretario de Negociaciones Regionales Pedro da Costa e Silva. Sin embargo, la canciller interina del gobierno boliviano, Karen Longaric, afirmó que será ella quien represente a su país.

Para Bolsonaro fue clave invitar a Añez, a quién considera la legítima presidenta boliviana. Y esta actitud proactiva la tuvo pese a saber que no contará con el consenso argentino cuando asuma la presidencia Alberto Fernández.

Los desafíos que vienen para el Mercosur

El plano económico es una de las principales incógnitas que asoman en el horizonte del bloque sudamericano. Con un retroceso del comercio intrazona del 21% al 15% desde su creación, en 1991 a la actualidad, el 28 de junio pasado el Mercosur y la Unión Europea anunciaron un acuerdo de libre comercio, algo que inicialmente Alberto Fernández cuestionó, aunque después matizó sus críticas.

En su propia resistencia a Fernández, el gobierno de Bolsonaro viene diciendo una cosa y otra. El ministro de Economía, Paulo Guedes, señaló que confiaba en que el bloque firme el TLC con Europa. Y contraria entre a las amenazas de Bolsonaro en su momento y a las del canciller Ernesto Araujo, dijo que su país no pensaba irse del Mercosur: "Lo importante es que los argentinos nos sigan en la apertura de nuevos mercados".

En los últimos años, los países del bloque avanzaron en varias cuestiones y acordaron medidas importantes, algo con lo que el kirchnerismo se ha mostrado contrario. Por ejemplo, suspendieron la membresía plena de Venezuela.

Cerraron un acuerdo de comercio con la zona europea del EFTA, negocian otro con Canadá y Coria del Sur. Acordaron reducir la estructura del bloque, incluyendo el Parlasur, empezaron a delinear una fuerte baja del arancel externo común, sobre lo que habría fuertes diferencias entre el empresariado pequeño y mediano, y grande del bloque -que se oponen- y las grandes multinacionales de Brasil, que están a favor del mismo.

Esta nueva cumbre presidencial, debería en principio tratar temas que impactarán en la economía de Argentina.

Hay una propuesta de Brasil considerada incómoda ya que, según trascendió, planea una reducción del arancel externo común a la mitad.  Sería, en promedio, de 12,5%, mientras que el tope actual es de 35%.

El ministro de la Producción Dante Sica anticipó que esa iniciativa no será aprobada por la Argentina.

"No vamos a tocar el arancel externo común. No vamos a aceptar una propuesta de reducción a diez días de irnos y sin haber llegado a un consenso con el sector privado", enfatizó el declaró el funcionario.

No es un dato menor que el mandatario brasileño decidiera adelantar la Cumbre de Jefes de Estado, convocándola para los primeros días de diciembre, justo antes de que asuma el próximo Presidente argentino.

Bolsonaro pretende adelantarse a una eventual llegada de Alberto Fernández y reducir el Arancel Externo Común de un 35% al 12% para el caso de los autos y bajarlo de un 12% a un 4% para productos e insumos estratégicos como acero o bienes de capital.

En la Unión Industrial Argentina (UIA) miran de reojo a esta situación, y recuerdan que en el mundo actual nadie regala los mercados. A su manera, el presidente norteamericano Donald Trump confirmó esta semana esto, luego de anunciar que restituirá aranceles norteamericanos (derechos aduaneros) para el acero argentino y brasileño.

Su argumento es que esos sectores perdieron competitividad en Estados Unidos por cuenta de las devaluaciones practicadas con el peso y con el real, que abaratan sensiblemente sus productos y facilitan su venta en el mercado norteamericano.

Esta medida de Trump, puede terminar acercando a los diametralmente opuestos Fernández y Bolsonaro, quienes deberán ver cómo hacer frente a esta situación en la que, involuntariamente, encuentran un "enemigo en común".

¿Hay riesgos para el TLC con Europa?

Lo cierto es que el acuerdo Mercosur-UE enfrenta un proceso de definiciones cargado de incertidumbres. O, mejor dicho, Fernández, de llegar a consagrarse presidente, será quien se enfrente a esta encerrona.

Si bien el TLC es el resultado de una negociación que duró 20 años y que atravesó a todos los gobiernos desde la era de Menem, también es cierto que el principio de acuerdo entre ambos bloques fue capitalizado por Macri, quien lo presentó como un "legado" de su gestión.

El audio del canciller Faurie, en lágrimas por la emoción, informándole al mandatario sobre la conclusión de las discusiones y la frase "Lo felicito, se logró en su presidencia", fue la forma en que Cambiemos buscó inmortalizar ese momento.

Para los expertos, la grieta ideológica no es un argumento que, por sí solo, traiga como resultado un veto al acuerdo entre ambos bloques, en caso de llegar Fernández al poder. Sin embargo, los analistas anticipan que para Alberto Fernández podría ser todo un desafío darle vía libre a este pacto y tener que salir a "venderlo" entre las bases, sobre todo cuando referentes como Axel Kicillof –gobernador electo de la provincia de Buenos Aires- lo tildaron de "tragedia".

El punto clave es que la negociación concluyó y el acuerdo se toma o se deja. No hay medias tintas, ya que no es posible "abrirlo" y volver a debatir cuestiones de fondo.

Además, los expertos advierten que, por la propia arquitectura del acuerdo, la Argentina podría quedar más aislada si no acompaña a Brasil, decidido a ratificar el pacto junto con Paraguay y Uruguay.