Bolsonaro rompe los protocolos diplomáticos y tensa más la relación con la Argentina
La escalada verbal del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, contra la Argentina parece recrudecer a medida que se acerca la fecha de la asunción del mandatario electo, Alberto Fernández, quien nunca gozó de la simpatía del jefe de Estado del país vecino, que abiertamente hizo campaña por Mauricio Macri.
Esta actitud de Bolsonaro rompe con todo el protocolo impuesto por el Palacio Itamaraty, como se suele identificar al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. Eso llamó la atención, dado que Brasil tiene una tradición en materia de política internacional, según la cual Itamaraty fija las grandes líneas y los presidentes respetan la continuidad de la agenda exterior a lo largo del tiempo, aun cuando haya cambios de signo político.
Pero Bolsonaro es un presidente con un estilo diferente, que algunos comparan con Donald Trump por lo "disruptivo" y por la tendencia a dar señales desde las redes sociales, a veces poniendo al país al borde de los incidentes diplomáticos. Es así que, tras una amenaza velada con aislar a Argentina del Mercosur, ahora escribió un controvertido tuit alertando sobre el cierre de tres empresas en Argentina.
Más allá del desmentido de las compañías implicadas y de que Bolsonaro borró su tuit, lo cierto es que el mandatario brasileño quiso dejar un mensaje hacia la comunidad internacional de negocios, en el sentido de que Argentina ya no será un país que merezca la confianza.
Esto despertó preocupación en Argentina por la tensión diplomática creciente, con el líder de su principal socio regional, quien parece dispuesto a remarcar el mal momento del país y a recordarles a los inversores que no hay motivos para apostar su capital durante la gestión Fernández.
Lo cierto es que desde las elecciones generales realizadas en la Argentina, Bolsonaro acumuló críticas contra el presidente electo Alberto Fernández.
De hecho, adelantó que no visitará el país cuando se produzcan a los actos de asunción el próximo 10 de diciembre y ahora comenzó a modificar el emisario designado.
Es que Bolsonaro iba a enviar a su vicepresidente, Hamilton Mourao y eligió a un ministro.
Este miércoles, la vocera del Palacio del Planalto, Elane Cajazeira, advirtió que se había producido un cambio y que, finalmente, será un ministro quien representará a Brasil en los actos protocolares.
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"El presidente de la República designará un ministro como su representante, después de que el Gobierno brasileño reciba la invitación a la ceremonia de asunción del nuevo Presidente de la Argentina", señaló la portavoz de Bolsonaro.
De esta manera, el principal socio comercial de la Argentina estará representado por un integrante del Gabinete de ministros el próximo 10 de diciembre, a diferencia de la tradicional presencia de los mandatarios brasileños en las asunciones de los jefes de Estado argentinos.
En 2015, cuando Mauricio Macri se hizo cargo de la Casa Rosada contó con la presencia de Dilma Rousseff, así como también había estado en 2011 para el inicio del segundo mandato de Cristina Kirchner; por su parte, Luiz Inácio "Lula" Da Silva había viajado a Buenos Aires en 2007 para el acto en que comenzó su gestión la actual vicepresidenta electa.
En tanto, el 25 de mayo de 2003 el líder del Partido de los Trabajadores (PT) había asistido a la asunción de Néstor Kirchner.
La última ocasión en la que había faltado un presidente de Brasil al comienzo de un mandato de un mandatario argentino fue el 2 de enero de 2002, cuando Eduardo Duhalde asumió al frente de la Casa Rosada en medio de los convulsionados días de la crisis económica y social que afectaba al país en esos tiempos: al ser el quinto jefe de Estado en menos de 15 días, la ausencia de representantes extranjeros se daba por descontada y el brasileño Fernando Henrique Cardoso no fue la excepción.
Señales hostiles
Días atrás parecía que Bolsonaro daba un leve giro en su política exterior y daba tregua al enfrentamiento cuando afirmó: "Argentina precisa de Brasil y nosotros precisamos de Argentina".
Sin embargo, este miércoles, Bolsonaro anunció en Twitter que tres empresas cerraban sus plantas en la Argentina para trasladarse a Brasil, pero luego borró su mensaje. Más tarde, cambió al emisario de su Gobierno para el día de la asunción de Alberto Fernández como presidente argentino y, en lugar de su vicepresidente, designó a un ministro para viajar.
En primer lugar, el líder brasileño se refería a decisiones de la automotriz japonesa Honda, el fabricante francés de cosméticos L’Oreal y la compañía de motores MWM.
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A través de su cuenta de Twitter, informaba que sus conductores le habían comunicado los cierres de sus fábricas en la Argentina para instalarse en su país. "Es un nuevo gesto de confianza de los inversores para generar más empleos y un mayor crecimiento económico", se jactaba.
Después, el mensaje fue eliminado ya que desde las sedes locales de dos de las empresas involucradas lo desmintieron.
En el caso de MWM, fabricante de motores, el cierre de su planta en Córdoba ya se había producido en septiembre pasado.
"Honda no cierra su planta en la Argentina, sino que mantendrá sus operaciones tal como estaba previsto, a partir del 2020 concentrando su producción en la línea de motocicletas", explicaron desde la filial local de compañía.
Mientras tanto, desde la empresa L’Oréal confirmaron que no tienen previstos cierres de plantas locales.
"L’Oréal produce en Argentina cerca de 40 millones de unidades por año en sociedad con un productor local. No existe ningún plan para cambiar esto, de hecho nuestra ambición es continuar incrementando la producción local. Argentina es un mercado estratégico para L’Oréal y la compañía está comprometida en acompañar el crecimiento económico del país", indicó la empresa a través de un comunicado oficial.
La actitud desafiante de Bolsonaro, una preocupación en el entorno de Alberto Fernández
Desde el equipo de Alberto Fernández, se mostraron preocupados por la escalada dialéctica de Bolsonaro, que parece no tener final, aunque también expresaron su expectativa de que, con el tiempo, quedarán atrás los cortocircuitos.
Así lo señaló el coordinador de los equipos técnicos del Frente de Todos, Nicolás Trotta, quien confió en que la Cancillería del país vecino "pueda imponer una agenda racional en el proceso de integración" bilateral.
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"Hay que darle tiempo al vínculo de Alberto Fernández con Jair Bolsonaro. La relación entre nuestros países está por arriba de lo que pueden ser los circunstanciales presidentes", sostuvo el asesor.
Trotta relativizó los fuertes cruces que mantuvieron Fernández y Bolsonaro y destacó que ve "con mucha expectativa" que el Palacio de "Itamaraty pueda imponer una agenda racional en el proceso de integración".
"Las suertes de Brasil y de la Argentina están entrelazadas de una forma que cualquier equivocación va a terminar repercutiendo en nuestras economías y en las posibilidades de recuperación", indicó el asesor de Alberto Fernández.
Por su parte, Santiago Cafiero, hombre de confianza del presidente electo, aseguró que la Argentina va a tener "relaciones internacionales privilegiando el empleo y la producción argentinos".
"Brasil es un socio importante para las empresas argentinas y nosotros tenemos un horizonte de problemas que son más domésticos que internacionales", aseguró Cafiero.
Días atrás debió interceder el canciller argentino, Jorge Faurie, al asegurar que la relación con Brasil no debe quedar sometida a "titulares o frases inapropiadas". Por tal motivo, le envió a título personal una carta al embajador de ese país en Buenos Aires referida a la conveniencia de manejar ciertos conceptos con "mayor prudencia".
En ese sentido, Faurie dijo que el mayor aporte que puede hacer este gobierno al próximo es "dejar abiertos los canales de diálogo" con el país vecino.
El titular de la cartera diplomática argentina recordó que el diálogo entre ambas administraciones va a ser "ineludible" dada la sociedad estratégica que mantienen ambos países.
"No podemos quedar sometidos a titulares o frases inapropiados", consideró el funcionario sobre la relación crucial de ambas economías, y agregó que a veces "las redes crean hechos o títulos" que toman otra dimensión en ese contexto.
El canciller aclaró que escribió "a título personal una carta al embajador" de Brasil en la Argentina -Sérgio França Danese- sobre "la conveniencia de que ciertas frases se manejen con mayor prudencia".