Entre críticas al modelo chileno y denuncias al Foro de Sao Paulo, la crisis regional se metió en la agenda electoral argentina
A tan sólo cinco día de los comicios que decidirán quién es el próximo presidente argentino, la delicada situación político-social que viven algunos países de Latinoamérica, se metió de lleno en la campaña electoral y generó una nueva grieta entre el oficialismo y la oposición.
En especial como consecuencia del violento estallido desatado en Chile, que hasta el momento dejó un saldo de 15 muertos, 84 personas heridos por armas de fuego y 1420 detenidos; por la abrupta suspensión del recuento provisorio en los comicios de Bolivia y el anuncio del triunfo de Evo Morales y por los incidentes que hace algunas semanas mantuvieron en vilo a Ecuador.
Diferentes integrantes del Gobierno nacional y del oficialismo cuestionaron este martes las manifestaciones en Chile, por las que ya hay al menos 15 muertos, y denunciaron una supuesta "injerencia venezolana-cubana" detrás de las protestas sociales.
Sin embargo, desde la oposición fue el propio candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, quien apuntó contra el presidente Mauricio Macri y se preguntó "¿qué hubiera dicho si lo que ocurrió en Chile hubiera sucedido en Venezuela?"
Lo que sucede es que las declaraciones del líder venezolano Nicolás Maduro sobre la violencia en Chile y Ecuador despertaron suspicacias, al referirse a los movimientos izquierdistas agrupados en el denominado Foro de Sao Paulo.
"El foro de Sao Paulo, podemos decir desde Venezuela que estamos cumpliendo el plan. El plan va como lo hicimos, va perfecto. Ustedes me entienden. El plan va en pleno desarrollo, victorioso. Todas las metas que nos hemos propuestos las estamos cumpliendo una por una. Vamos mucho mejor de lo que pensábamos, y todavía lo que falta. No puedo decir más", manifestó Maduro.
Estas declaraciones incrementaron las sospechas de que la agitación social que estremece a los países latinoamericanos está siendo promovida por Cuba y Venezuela, en acciones coordinadas a través de la controversial alianza de movimientos socialistas.
De esta forma, una de las primeras funcionarias argentinas en opinar al respecto fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien consideró que existe "una insurrección con carácter cuasi terrorista" contra el presidente del país trasandino, Sebastián Piñera.
Además, se refrió a las víctimas fatales por los enfrentamientos con la policía local y opinó que "cuando hay una rebelión como la que hubo en Chile va a haber muertos, es inevitable".
"En ninguna democracia se puede aceptar el nivel de violencia y destrucción atrás de una protesta social. Es una protesta que termina rompiendo todo Chile. No es una protesta social, no jorobemos. Ninguna de las razones que puede haber de insatisfacción pueden plantear que incineren medio Chile. El descontento social no puede llevar a la violencia", manifestó.
Por otra parte, Bullrich cuestionó los incidentes que un grupo de manifestantes produjo frente al consulado chileno en Buenos Aires y responsabilizó a "la izquierda, la CTA y la CTEP" por los hechos.
Quien también criticó estos disturbios en la Argentina fue el canciller, Jorge Faurie, que afirmó que "hay como un manual que alguien lee sobre cómo hacer este tipo de manifestaciones".
"Es un afán destructivo con manifestaciones anárquicas. Ni siquiera veían de quién era la cámara (de los canales de televisión que estaban en el lugar) y lo pateaban de manera criminal. Fue muy cruel y mostró una técnica peculiar de enfrentarse a los periodistas", señaló el funcionario.
Para Faurie, en varios países de América Latina "hay gente organizada" para "generar situaciones de extrema violencia" y "desestabilizar a los procesos políticos".
Por su parte, el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, consideró que existe "un proceso de desestabilización en la región con injerencia venezolana-cubana" detrás de las protestas sociales.
El compañero de fórmula del presidente Mauricio Macri resaltó que "lo que está pasando" en Chile fue motivado por "algo muy nimio", pero "sin embargo ha derivado en desórdenes de envergadura".
"Hay un conjunto de acontecimientos que tienen un eje: la desestabilización de los países de la región. Parecería que hay injerencia venezolana-cubana. Se perciben grandes convulsiones políticas y de reclamos sociales", sostuvo el referente peronista en diálogo con Radio Mitre.
Alberto: "¿Somos conscientes de lo que le toleramos a Macri?"
El video con las contradicciones de Alberto F. y sus críticas a Cristina es furor en Internet
En contrapartida, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, se refirió a las represiones en Chile, con quince muertos, y al estallido social en ese país desencadenado tras el aumento de tarifas en el subte y se preguntó, en una crítica al gobierno de Cambiemos, "qué hubiera dicho Macri si esto hubiera pasado en la Venezuela del presente".
"Piensen que esto hubiera pasado en Venezuela del presente, ¿qué hubiera dicho la Argentina, qué hubiera dicho el mundo?, ¿qué hubiera dicho Macri? Hago esta reflexión para que veamos cómo manipulan nuestra cabeza. No todo está medido con la misma vara", dijo el candidato a presidente del Frente de Todos en diálogo con C5N.
Añadió: "¿Somos conscientes los argentinos lo que toleramos con Macri? Toleramos aumentos del 1.000 por ciento en tarifas. Hay que preguntarse muchas cosas. ¿Cómo dejamos que esto sucediera? Tal vez Dujovne tuvo un gesto de franqueza intelectual cuando dijo que era la primera vez que había un ajuste así sin repercusión social. Nos pusieron las tarifas en término de dólar. Cuánta responsabilidad hay en analistas y medios que aplacaron todo esto y permitieron que esto ocurra".
A su vez, el bloque de diputados nacionales del FPV-PJ expresó su "profundo rechazo" a la represión en Chile, donde se desarrollan protestas y violentos enfrentamientos.
A través de un comunicado, el bloque que preside Agustín Rossi expresó su "solidaridad con el pueblo chileno, como así también el profundo rechazo a las prácticas represivas decretadas por el gobierno de Sebastián Piñera, haciendo retroceder al país y a la región 40 años atrás".
"Las manifestaciones de las últimas semanas, hoy en Chile, antes en Ecuador, tiene un común denominador: el cansancio del pueblo a las recetas económicas neoliberales que lo único que generan es más desigualdad", enfatizaron los legisladores.
En ese sentido, los diputados agregaron: "Estamos del lado de la paz, del respeto, y esperamos en lo inmediato una convocatoria al diálogo interno para que cesen las muertes, torturas y detenciones arbitrarias por parte del gobierno chileno".
Asimismo, llamaron a acercarse "definitivamente a un modelo de desarrollo humano regional en pos de disminuir las desigualdades sociales".
Bolivia, el otro foco de conflicto
Los diputados nacionales recibieron una suba del 32% en sus dietas este año: cuánto ganan
La suspensión del recuento provisorio en los comicios de Bolivia y el anuncio del triunfo del presidente Evo Morales puso en estado de alerta a Macri y al canciller Faurie, que en las últimas horas mantuvo consultas informales con la diplomacia de Brasil y Paraguay.
En este contexto, el presidente argentino aguardará la posición institucional de los veedores de la Organización de Estados Americanos (OEA) para reconocer la legitimidad de la reelección de Morales.
El jefe de Estado analizó el lunes el desarrollo del proceso electoral en Bolivia durante la reunión de gabinete, e instruyó al canciller Faurie para que monitoreara la situación que ya aparecía compleja y sujeta a una fuerte tensión política.
De esta forma, el gobierno argentino se mostró alineado con el planteo de la OEA que cuestionó la parálisis inicial que impuso el Tribunal Supremo Electoral cuando arrojaba un resultado camino al balotaje de Morales y Carlos Mesa, que luego se reanudó y extrañamente se revirtió el resultado en favor del actual presidente de Bolivia.
"En Bolivia es preocupante lo que está ocurriendo porque allí estaba un cómputo electoral funcionando que indicaba una segunda vuelta. Y eso forma parte de la vida democrática. Pero el hecho de haber parado el cómputo genera sospechas", había declarado Faurie antes de que el proceso electoral sumara interrogantes.
La recomendación del canciller a Macri fue aguardar la posición de la OEA y los resultados definitivos de una elección que, según argumentan, pone en jaque a la institucionalidad en Bolivia.
Así, Faurie y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, abrieron un canal de comunicación con la diplomacia de Brasil y Paraguay destinada a fijar una posición unívoca. Al margen quedará Uruguay, el otro socio del Mercosur, debido a su cercanía ideológica con Morales, que ya considera que logró una nueva reelección presidencial.
Sin embargo, el exembajador y veedor en las elecciones de Bolivia, Ariel Basteiro, aseguró que el presidente de ese país, Evo Morales, es reconocido como vencedor de la contienda electoral, aunque advirtió que la situación social "es muy complicada".
"Escrutado el 96 por ciento de los votos, Evo lleva diez puntos y algunas décimas más de ventaja. Evo se autoproclamó y hasta los técnicos de la OEA avalaron ayer su triunfo electoral", sostuvo el dirigente opositor.
Basteiro destacó sin embargo que "la situación es muy complicada, porque se habla de un posible Estado de Sitio en la medida que el conflicto social siga creciendo".
El veedor señaló que durante las elecciones en Bolivia hubo referentes políticos de todo el mundo invitados por el órgano nacional electoral y paralelamente un grupo de técnicos de la OEA.
"Todos los técnicos de la OEA, que es prácticamente quien siempre está atenta a posturas más ligada a los intereses de los Estados Unidos, salieron en el día de ayer (lunes) a avalar el triunfo de Evo Morales. Eso es un punto para tener muy en cuenta. Sin embargo sectores de la oposición convocaron a un paro cívico que seguramente se va a sentir en varias ciudades", indicó.