Gustavo Béliz vuelve a la política tras 15 años: dejó el BID para formar parte del equipo de Alberto Fernández

Gustavo Béliz, ex ministro de Justicia durante el Gobierno de Néstor Kirchner, expulsado en 2004 luego de mostrar en la televisión una foto del espía de la SIDE Jaime Stiuso, reapareció en el evento en el que el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, presentó su plan "Argentina contra el hambre".

La vuelta del abogado y periodista se selló con un desayuno en el departamento que alquila Fernández en Puerto Madero. Béliz tiene 57 años, y lleva 15 retirado de la actividad política.  

Tras su salida del Gobierno, Béliz que supo ser muy mediático, evitó todo contacto con la prensa y se mudó a Washington para trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Después de diez años, y luego de pasar un tiempo en Uruguay, regresó a Buenos Aires, para desempeñarse en el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe, uno de los organismos de la órbirta del BID.  

"Terminó su vínculo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y le propuse que me ayudara. Y lo está haciendo con enorme generosidad", reveló Fernández.

"Me pone muy contento. Es un hombre de enorme valor. Tiene un conocimiento y una mirada formidable", destacó a raíz de la aparición sorpresiva de Béliz en el acto en la Facultad de Agronomía de la UBA, según Perfil. 

En julio de 2004, mostró la foto de Jaime Stiuso, el espía más nombrado de la SIDE, en el programa de Mariano Grondona.

"Es un tipo muy peligroso, que te puede mandar a matar y te puede armar una operación", aseguró. Además le atribuyó haber "embarrado la causa AMIA".  

Esa acusación finalmente derivó en una engorrosa causa judicial, que incluyó un procesamiento por parte del juez Sergio Torres, integrante de la Corte bonaerense desde mayo pasado.  

Las áreas en las que trascendió que trabaja ahora Béliz son las mismas en las que se ocupó en los últimos años: modernización del Estado, seguridad ciudadana, combate contra la corrupción, nuevas tecnologías y reformas judiciales.

La secretaría de Asuntos Estratégicos, y una reforma del sistema de seguridad, que incluiría a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), asoman como sus principales destinos.