Devaluación "brutal" y baja de salarios, la "receta uruguaya" para afrontar la deuda que resaltó Alberto Fernández
El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, se mostró confiado de poder afrontar la deuda "en una negociación seria y sensata con los acreedores" y en términos de un reperfilamiento, "sin quita", que le permita al país "ganar tiempo" para crecer y para eso puso como ejemplo la "salida uruguaya".
"No va a ser tan difícil hacer lo que hizo Uruguay: ganar tiempo y no hacer quita", planteó el compañero de fórmula de Cristina Kirchner en su visita a Córdoba.
Pero, ¿qué significa esto? Carlos Steneri, el economista uruguayo que negoció el canje de ese país en 2003 y evitó el default aseguró que la receta de aquel país incluyó una "brutal devaluación del 100 por ciento" y una "baja del 10 por ciento de salarios públicos y privados".
Según explicó Steneri, la renegociación de la deuda en Uruguay estuvo acompañada de un enorme ajuste que le hizo pagar "un altísimo costo político" al gobierno de ese entonces.
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"Tuvimos que reducir el déficit fiscal de manera que (la deuda) pudiera ser financiable. Uno no puede ir a pedir refinanciamiento cuando tiene un problema muy importante de déficit porque, en definitiva, a los dos o tres años seguiría con el mismo problema pero más profundo", planteó el economista.
La "receta uruguaya"
En diálogo con radio Con Vos, el ex director de la Unidad de Gestión de Deuda Pública de Uruguay detalló el plan económico que se aplicó: "En primer lugar tuvimos una brutal devaluación de casi el 100 por ciento, lo cual generó una fuerte contracción del gasto público. Y en segundo lugar hubo que instrumentar un impuesto del 10 por ciento a todos los sueldos públicos y privados, de un mes al otro. Si un trabajador un mes ganaba 100, al siguiente ganaba 90".
Además, contó, "se congelaron por cierto tiempo los ingresos del sector público e inclusive se les hizo una rebaja temporal".
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"Fue una solución extrema, porque en aquel momento teníamos una desocupación del 18 por ciento. Estábamos prácticamente en una economía de guerra. Pero eso nos ha permitido tener una macroeconomía con un déficit manejable y total acceso a los mercados de capitales", agregó.
Consultado sobre la reacción de la población ante tales medidas, Steneri recordó: "La población lo aceptó, rezongó e hizo lo que sucede en todas las sociedades democráticas: al año siguiente, en las elecciones, desplazó al gobierno del Partido Colorado (el que había ajustado) en las urnas. Se pagó un altísimo costo político, pero la realidad es que el Frente Amplio, el gobierno que siguió, mantuvo las mismas políticas, lo cual posibilitó una altísima tasa de crecimiento, una caída del desempleo y llegada de inversores extranjeros".
Respecto de si existe alguna otra salida al déficit que no implique ajustar, el economista dio un ejemplo terminante: "Esto es como una cirugía. Usted tiene gangrena: el médico la limpia, cierra la cicatriz y aplica una batería de antibióticos, que en este caso sería la refinanciación de la deuda. Ahora, si usted aplica los antibióticos pero deja la herida abierta, esa herida se va a seguir profundizando. Si usted no ajusta una primera vez, los hechos lo van a obligar a ajustar después".
Por último, el ex funcionario reconoció que la suba del precio internacional de los commodities "puede haber ayudado" a salir de la crisis, aunque destacó que el gobierno uruguayo "ya había conseguido un superávit primario del 4 por ciento" previo a la negociación y a ese "boom de materias primas".