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Industriales aceptaron el cepo al dólar como una medida "patriótica" para evitar una crisis mayor

Ese fue el mensaje enviado por los empresarios ayer en el Día de la Industria en la UIA. Malhumor por las tasas e incógnitas sobre el FMI
03/09/2019 - 06:05hs
Industriales aceptaron el cepo al dólar como una medida "patriótica" para evitar una crisis mayor

Los reflectores dibujaban un cono de luz sobre el rostro de Miguel Acevedo. "Esto parece un boliche", dijo frente a un auditorio de empresarios, funcionarios y diplomáticos que lo escuchaban desde las sombras. Con esa broma, el titular de la UIA trató de descomprimir el clima de vértigo que se respiró ayer en la sede de la central fabril, en donde la celebración del Día de la Industria coincidió con el debut de los controles cambiarios anunciados por el Gobierno para preservar los dólares frente a la corrida cambiaria que ayer volvió a consumir las reservas.

Acompañado del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, Acevedo hizo énfasis en su discurso de cierre en la necesidad de alcanzar consensos al hacer un llamado a la "unidad nacional" y el "patriotismo que exige esta hora del país". De esa forma sintetizó el estado de ánimo de los principales industriales, quienes ayer -salvo excepciones- respaldaron las medidas que limitan la compra de dólares de las empresas, el giro de divisas y la liquidación por exportaciones. Un sacrificio que la mayoría reconoció como "inevitable" ante el riesgo una crisis mayor.

"Ya las conocemos estas medidas, eran necesarias para calmar el tipo de cambio, si bien no son a mediano ni largo plazo", dijo a Martín Cabrales, dueño de la homónima fabricante de Café. La principal crítica que circuló entre los industriales fue la demora en adoptar estas medidas que no generaron sorpresa. Entre bocados de sushi y copas de espumantes, los comensales recordaron que la falta de dólares ya era evidente en abril de 2018 cuando estalló la crisis cambiaria. Pero también advirtieron que los controles "no son tan light".

Un empresario de buen diálogo con todos los gobiernos reconoció en ese sentido que "los grandes jugadores no pueden comprar dólares para ahorrar". Se refirió así a las multinacionales, uno de los sectores que de ahora en más tendrá que pedir autorización para comprar divisas para atesoramiento o girarlas al exterior. Si la situación se agrava, no descartan incluso un endurecimiento del cepo.

Ayer, en la primera jornada de aplicación de las medidas, el dólar bajó a $58,41, pero el blue saltó a $64 y el Banco Central perdió u$s954 millones en reservas.

Las críticas abundaron en los sectores más afectados por la recesión. "¿Para qué sacaron los controles? Volvemos para atrás", advirtió el gráfico Juan Carlos Sacco, quien añadió que las medidas "siembran pánico". El textil José de Mendiguren recordó, en tanto, que ya en noviembre pasado le habían advertido al titular de la misión del FMI, Roberto Cardarelli, que la Argentina no tenía los dólares necesarios y que encima la recaudación ya venía en caída. Fue durante una de las reuniones que mantuvieron los técnicos con diputados de la oposición y que se repitió el lunes de la semana pasada con Alberto Fernández.

Por estas horas, el empresariado mira con atención los próximos pasos del Fondo, que hasta ahora no dio señales de concretar el desembolso previsto para septiembre de u$s5.400 millones. En Wall Street circula el rumor de que los controles cambiarios fueron implementados justamente porque Macri ya sabía que esos fondos no iban a llegar. En esa situación hipotética, los controles cambiarios fueron la última herramienta para frenar la fuga de capitales. Y algo que además preveía buena parte del círculo rojo, según confirmaron varios empresarios consultados por este medio. 

El otro punto que es seguido de cerca por los empresarios son las tasas, que ayer cerraron en torno al 84%. Acevedo reconoció que le pidieron al Gobierno el descuento de intereses de capital para inversión y una baja de impuestos. "No hablamos solo de la industria, toda la cadena está afectada por las tasas". Y descartó que en los próximos meses pueda haber un rebote como en el 2003, como preveían en el equipo de Alberto Fernández. "No veo eso, para volver a la industria del 2012, va a pasar una década", advirtió el líder industrial durante una conferencia de prensa junto al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.

El funcionario reconoció que las medidas habían sido conversadas previamente con los empresarios y que incluso habían sido propuestas por el sector privado. Eso fue lo que trasmitió el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, al resto del Ejecutivo durante la reunión de gabinete encabezada ayer por la mañana por Macri en la Rosada.

El titular de Producción y Trabajo, fue el encargado ayer de dar la cara ante los industriales, acompañado del secretario de Industria, Fernando Grasso; el de PyMEs, Mariano Mayer; de Transformación Productiva, Paula Szenkman; de Comercio Exterior, Marisa Bircher; de Trabajo, Lucas Aparicio, y de Empleo, Fernando Premoli.

El evento comenzó a las 9 de la mañana con la reunión del consejo general de la UIA, que se extendió hasta las 12 y convocó a 200 delegados de todo el país. La convocatoria que no se realizaba desde hace 10 años estaba prevista hace más de dos semanas para aprobar el plan productivo de 300 páginas y presentárselo a los candidatos presidenciales.

Pero la ausencia de Mauricio Macri y Alberto Fernández impidió la escenificación del marco de acuerdo político pretendido por la dirigencia manufacturera. Solo Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey se acercaron ayer, mientras que por el equipo de Fernández estuvo Fernando Peirano.

En el acto de cierre, Sica explicó que el Gobierno se había visto forzado a aplicar medidas "incómodas" para estabilizar la economía, permitir el acceso a los depósitos y garantizar la gobernabilidad. Y ensayó una autocrítica al señalar que "la tasa de interés fue un obstáculo que impidió el crecimiento fuerte".

También reconoció como un fracaso no haber podido avanzar en reformas estructurales, entre ellas la laboral, y repasó las leyes aprobadas por el Gobierno en favor de la industria, pero su intento de mostrar resultados no fue suficiente para aplacar el enojo entre algunos de los presentes, quienes por lo bajo asociaron la lectura oficial con el reino de "Sicalandia".

Entre el auditorio, estuvo presente Adelmo Gabbi; titular de la Bolsa de Comercio, Gustavo Weiss, de la Cámara de Construcción, Eduardo Eurnekian, de la Cámara de Comercio, y Daniel Pellegrina, de la Sociedad Rural, quienes junto a la central fabril integral el denominado Grupo de los Seis. La aceleración de la crisis motivó una reunión de ese espacio la semana pasada en la que acordaron trasmitir prudencia y alentar una nueva tregua entre Macri y Fernández.

También estuvieron presentes ayer los vicepresidentes de UIA, Daniel Funes de Rioja, Luis Betnaza, del grupo Techint, y Cristiano Rattazi, CEO de Fiat Argentina.

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