"Círculo rojo" recalculando: los CEOs ahora compiten para ser atendidos por Alberto Fernández
Las oficinas de Alberto Fernández en México y Balcarce se convirtieron en un imán irresistible para los empresarios. Por estos días, cada vez son más los hombres de negocios que le golpean la puerta y hasta se pelean por ser atendidos, en busca de definiciones y por qué no de una mejor llegada a quien ya empiezan a tratar como el próximo presidente.
Así, en cuestión de días, el estudio alquilado a solo cinco cuadras de la Rosada empezó a erigirse en un nuevo centro de poder en donde se analiza la crisis, se habla sobre inversiones y se preparan los trazos de un eventual gobierno. Al menos esa es la percepción de la dirigencia empresarial que hasta hace poco le "profesaba culto" a Macri.
Inversores, industriales, banqueros, dueños de unicornios y propietarios de medios son algunos de los que ya mantuvieron contactos con Fernández y su equipo. La mayoría de los encuentros son a puertas cerradas y, salvo excepciones, sin asesores. "Hay días y días", dicen en el bunker de la calle México.
La mayoría acude en busca de señales sobre el rumbo económico, un tema sobre el que los asesores del dirigente postkirchnerista ofrecieron lineamientos, aunque insuficientes para calmar a los CEO.
"Quiero saber cuál es el plan económico, el gobierno actual nunca lo tuvo", admitió a iProfesional el gerente de una multinacional alimenticia cuyos resultados se vieron afectados durante el mandato de Macri.
En el agro, la eventual transición ya generó los primeros chispazos en la Mesa de Enlace, luego de que este miércoles el titular de Coninagro, Carlos Ianizzoto, avaló el uso de retenciones para enfrentar la crisis. La postura representa un giro de 180 grados tan solo un día después de la presentación de un documento a Macri en la Rosada.
Ianizzoto convocó además al candidato a la jornada organizada por la entidad para el próximo martes, fecha en que la mesa barajaba una reunión conjunta con Fernández. Pero su decisión de cortarse solo no sorprendió a sus pares.
"Están arando el camino ante la probable victoria de Alberto para ser los interlocutores privilegiados", advirtieron en la Mesa de Enlace a iProfesional.
Antes de las primarias, Fernández había cuestionado la aplicación de retenciones e incluso las consideró un "castigo", una expresión recurrente en Macri, pero advirtió que no podía eliminarlas en lo inmediato y se mostró proclive a reducirlas en forma gradual. Ese fue el mensaje que trasmitió en una reunión reciente con el presidente de la Bolsa de Rosario, Alberto Padoan.
Industriales, separados por la grieta
El sector fabril, en tanto, vive estos días un clima de incertidumbre por la crisis cambiaria y temor por lo que pueda ocurrir en los próximos meses. Con tasas al 74% y una caída anual de la actividad estimada en el 6%, la UIA prepara un ambicioso documento de 300 páginas para presentar su plan económico a los tres principales candidatos.
El material, que será aprobado por 200 consejeros el próximo 2 de septiembre en el Día de la Industria, propone una política industrial "integral" con acceso al crédito y quita de retenciones a los bienes industriales, combinado con un libre comercio "inteligente" y la agenda de reformas competitivas esbozadas por Macri y el FMI.
La última devaluación profundizó la grieta entre quienes pactaron contratos con un dólar a $40 antes de las PASO y los exportadores, que ahora venden sus productos a $57 por billete verde.
"Quiero que frenen el dólar de una vez por todas", dijo un empresario del sector plástico. El cimbronazo aceleró también el ascenso de los "fernandistas" dentro de la entidad, como el diputado massista y dirigente textil, José Ignacio de Mendiguren.
Pero otros minimizan el efecto del resultado electoral sobre la principal central fabril del país, encabezada por el aceitero Miguel Acevedo. "Están los K y los Pro de siempre, lo que pasa es que los que estaban afuera quieren estar adentro, nada más", dijo un industrial que integra la junta directiva. En el medio estarían los que se consideran partidarios de la industria a secas.
Los vientos de cambio habían comenzado a soplar antes de las elecciones del domingo 11 de agosto, que consagraron al líder del Frente de Todos con una diferencia abismal de 15 puntos. Por entonces, el titular del HSBC, Gabriel Martino, y el CEO del mayor imperio energético, Marcelo Mindlin, se reunieron con Fernández. Los dos, amigos íntimos de Macri, se anticiparon al resultado.
Luego, la debacle de las acciones y bonos argentinos en Wall Street intensificó la implosión del grupo de WhastApp integrado por 256 empresarios "defensores del cambio". Marcelo Galperin se fue directo la semana pasada al bunker de México cuando el alerta de su celular le avisó del derrumbe de Mercado Libre, cuya acción en solo tres días cayó de u$s690 a u$s623.
Realineamientos sigilosos
El "lunes negro" asustó a los accionistas y le costó al unicornio unos u$s3.300 millones. Lejos de ocultarse, Galperin reconoció ante las cámaras que la charla fue para buscar "consensos" y "calmar un poco a la gente". Ayer, luego del segundo llamado de Macri a Fernández, "MeLi" (el nombre de pizarra de la plataforma electrónica en el Nasdaq) cotizó a u$s629 y su valuación repuntó a u$s31.300 millones.
Los banqueros también recalculan. Si bien tienen sus depósitos en Leliq a tasas del 75%, algunas entidades dicen estar "en la línea de flotación" cuando ajustan sus balances por inflación. Por ello, no ven con malos ojos un triunfo de Fernández.
Así se lo trasmitieron a Sergio Palazzo, el líder del gremio bancario y aliado de Cristina Kirchner, de buen diálogo con algunos líderes de bancos nacionales.
Fernández cosechó elogios en estos días del magnate del real estate, Eduardo Costantini, el fabricante de café, Martín Cabrales, y el sojero Gustavo Grobocopatel. Buena parte del empresariado, sin embargo, todavía mantiene un prudente perfil bajo. Algunos por fidelidad a Macri; otros por temor a la AFIP y a la Justicia, donde se tramita la causa Cuadernos que dejó en la mira a más de 200 empresarios.
Pero en los tribunales empieza a respirarse un nuevo aire. El miércoles el camarista Martín Irurzun, uno de los jueces cuestionados por Fernández, anuló el procesamiento de Julio De Vido y Ricardo Jaime en la causa por el pago de coimas en el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, que benefició a un consorcio integrado por IECSA y Odebrecht S.A., entre otras firmas.
El futuro de la obra pública es uno de los temas que más preocupa a los empresarios de la construcción. Quieren preguntarle al candidato por los pagos adeudados, la redeterminación de precios por inflación, los contratos desfinanciados, las futuras licitaciones, las transferencias a las provincias y la liquidación de pagos por obras de vivienda.
Por el momento deberán aguardar en lista de espera. El exjefe de Gabinete ya tiene pactada una charla en el ciclo Democracia y Desarrollo organizado por el Grupo Clarín, en el Malba, de Costantini. También estará el expresidente brasileño Enrique Carodoso y Macri, aunque los presidenciables no estarán en ningún momento juntos.
En el equipo del exfuncionario esquivan en forma explícita la foto con el mandatario. "No vamos a cogobernar", dijo el martes por la noche Felipe Solá en C5N. Eso sí, el candidato envió ayer a los economistas Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca a la Rosada a la reunión con el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza. No lo hizo por Macri, sino por interés propio: el consenso ayudaría a cuidar las reservas y es un gesto muy valorado por el FMI.