Alberto F. le habló a los mercados: negó default, rechazó el cepo e insinuó incluir a Lavagna en su equipo

Tratando de llevar algo de tranquilidad a un mercado convulsionado por el resultado de las PASO, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, descartó la posibilidad de que se instale un cepo cambiario como el que regía durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Además, Fernández –que se impuso en las elecciones primarias- dijo que en caso de acceder a la primera magistratura no está preparando una "economía cerrada".

En ese sentido, el compañero de fórmula de Cristrina Kirchner recordó que fue "crítico" del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, quien fue impulsor del cierre de la economía.

"No estamos preparando una economía cerrada y con cepo. Yo nunca fui eso. Yo fui crítico de Moreno y del cepo", indicó el candidato.

Fernández se expresó así en una entrevista concedida a Net TV en la que analizó los dichos del presidente Mauricio Macri luego de la derrota sufrida en las urnas y además adelantó algunos lineamientos de la política económica que proyecta a partir del 10 de diciembre.

Sobre una posibilidad de sumar a Roberto Lavagna como ministro de Economía en caso de ser electo presidente, señaló: "Con Lavagna trabajamos juntos para sacar de la crisis al país, pensamos parecido, porque si estuviera en mi lugar te diría lo mismo que yo".

En ese sentido, Fernández dijo que "el problemas es que no hay inversiones porque el ministro de Economía tiene el 80 por ciento del patrimonio en el exterior, o sea no confía en sus propias políticas".

"A qué presidente no le gustaría tener a Lavagna como ministro de Economía. Es uno de los hombres más virtuosos. No sé qué quiere hacer Lavagna, que dicho seas de paso fue el único de los candidatos que levantó el teléfono para felicitarme", enfatizó.

Al ser consultado sobre el "lunes negro" que vivieron los mercados en la Argentina afirmó: "Los fondos que compran bonos miran lo que valen los papeles y ven que han caído en default. Son precios de un país en default. El mercado ya descuenta que van a ser difíciles de cobrar. Con la construcción que ha hecho Macri es muy difícil".