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Vaca Muerta, en modo PASO: en un clima sensible, el petrolero amigo de Macri tensa la relación

A pocos días de las PASO, el gremio pide plus por productividad, cupo para mujeres y freno a surtidores automáticos. Empresarios temen por el convenio
01/08/2019 - 06:25hs
Vaca Muerta, en modo PASO: en un clima sensible, el petrolero amigo de Macri tensa la relación

La expansión fenomenal de Vaca Muerta renovó la pulseada en una de las actividades que por estas horas cautiva a los inversores. A pocos días de las PASO, el líder petrolero Guillermo Pereyra, que se ganó la simpatía de Macri al firmar en enero de 2017 una adenda al convenio laboral, ahora busca incorporar una suerte de bono por productividad superior a los $30.000.

Ese es tan solo uno de los reclamos que tensa las relaciones con las empresas de la actividad y el Gobierno, y siembra dudas sobre el acuerdo en el yacimiento que todos buscan capitalizar como un símbolo propio.

En la actualidad, varias empresas de servicios especiales pagan una compensación a los supervisores por la cantidad de etapas de fracturas alcanzadas por día. Ese es el índice de productividad que utiliza el sector no convencional, a diferencia de la actividad petrolera tradicional en donde lo que se mide es la cantidad de pozos. Así, en junio, se alcanzó un nuevo récord al pasar de nueve a 11 etapas de fractura diarias, una marca que pone a la formación más cerca de los niveles de desarrollo en Estados Unidos.

Ahora, el titular del gremio del Petróleo y Gas Privado de Rio negro, La Pampa y Neuquén busca replicar el beneficio para los operarios de servicios especiales en los equipos de perforación. Así apunta a recuperar terreno tras la firma de la adenda, que eliminó el pago de las horas de traslado ("horas taxi") al lugar de trabajo, permitió tareas simultáneas y dotaciones reducidas, junto con el trabajo a mayor velocidad de viento.

"La adenda fue un piso para poner en marcha Vaca Muerta, es momento de reconocer el esfuerzo", señalaron a iProfesional cerca del petrolero.

Pereyra planteó su reclamo la semana pasada en una reunión con la Cámara de Empresas de Operaciones Especiales (CEOPHE). Pero las empresas más grandes de origen extranjero se resisten, presionadas por sus casas matrices.

En el sector temen que el adicional que hoy pagan Schlumberger, Calfrac y Ecosteam genere un efecto "espiral" y termine por alcanzar a los 24.000 petroleros de la cuenca neuquina. Algo que también preocupa a las operadoras, en donde aseguran que el bono es un "invento" para reincorporar las horas taxi eliminadas por la adenda.

"No aceleremos los tiempos", fue el pedido que le hizo un empresario al sindicalista. Finalmente, ante la falta de acuerdo para reunirse esta semana, las negociaciones continuarán después del 11 de agosto, una vez concluidas las primarias.

De ese modo, se busca alejar la discusión de la campaña, que convirtió al segundo yacimient

o más importante del mundo de gas no convencional (tight gas) y al cuarto en petróleo no convencional (shale oil) en uno de los principales rings electorales.

Cuidando a la perla blanca

Todos los candidatos quieren sacar provecho de unos de los pocos sectores que, después del campo, muestra señales de crecimiento y promete nuevas inversiones.

Miguel Pichetto y Rogelio Frigerio visitaron la zona la semana pasada, mientras que el asesor de Alberto Fernández, Guillermo Nielsen, propone crear un fideicomiso offshore en Nueva York que serviría para distribuir los dividendos, junto con una baja en los impuestos que atraiga fondos. Con el guiño de María Eugenia Vidal, las Pymes bonaerenses también buscan desembarcar en el yacimiento.

La formación con 11 áreas de desarrollo masivo permitió al país mejorar su balanza energética, que durante los primeros seis meses del año se aproximó al equilibrio con un saldo negativo de u$s126 millones cuando el año pasado, durante el mismo período, el déficit fue superior a los u$s1.000 millones.

Así, el conjunto de la actividad logró en junio el récord de producción de gas en once años, por un total de 140 millones de metros cúbicos y 497.000 barriles de petróleo diarios, un aumento interanual del 5,8% y del 2,5% respectivamente, según la Secretaría de Energía.

La cantidad mensual de fracturas, en tanto, creció 181% entre 2016 y 2018, alcanzando un pico de 712 en febrero 2019. Ese marco de creciente competencia entre las empresas impulsó a Pereyra a reactivar sus reclamos en la antesala de las elecciones.

El poderoso sindicalista será uno de los protagonistas, ya que buscará renovar su banca de senador nacional por Neuquén en un escenario polarizado y a la vez sacudido por una fuerte interna en su partido, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), liderado por el gobernador Omar Gutiérrez.

Dentro de sus filas, enfrentará el "fuego amigo" del precandidato a senador Hugo Rauque, mientras que por fuera rivalizará con el intendente radical Horacio "Pechi" Quiroga, quien encabeza la lista en la provincia de Juntos por el Cambio junto a Lucila Crexell (hasta ayer filiada al MPN), y con el exsecretario de la presidencia durante el kirchnerismo, Oscar Parrilli, quien será acompañado por la candidata Silva Sapag, hija del líder histórico del MPN.

Si bien es una elección con "boleta larga" (se vota presidente, senadores y diputados), el partido provincial llevará "boleta corta", sin definir una opción presidencial, lo que le pondrá más presión a Pereyra.

En ese contexto político adverso, el petrolero sumó otras demandas en las últimas semanas que le dieron un mayor protagonismo dentro de su partido.

La lista incluye el anuncio de un proyecto para impedir el avance de los surtidores automáticos en las estaciones de servicio y, de esa manera, evitar la pérdida empleos; una iniciativa para que las mujeres ocupen el 50% de los puestos en Vaca Muerta (hoy hay 3.000 petroleras en la actividad) y el rechazo a una reforma laboral "amplia", como la que impulsa Macri, aunque sin oponerse a que haya un "marco legal" para adaptar los convenios laborales a las nuevas tecnologías.

Las presiones encendieron el alerta en las petroleras. El temor por estas horas es que un resultado adverso para el sindicalista potencie la conflictividad a futuro.

"Si le va mal y después quiere obtener mejoras, puede que salga con los tapones de punta", dijo un empresario que lo conoce. Pero Pereyra negó esa posibilidad la semana pasada junto a Gutiérrez y el CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea, durante el anuncio de inversiones en concesiones no convencionales en Los Toldos I Norte y Los Toldos II Este.

"A quienes tengan que invertir, vengan confiados porque en Vaca Muerta se respeta la paz social", dijo en un claro mensaje a los inversores.

El senador recordó en ese sentido la vigencia de la cláusula de paz social que el gremio acordó en diciembre pasado con las cámaras de la actividad y la provincia. Se trata de un mecanismo de resolución de conflictos laborales como instancia previa a las medidas de fuerza, creado en teoría para "blindar" el desarrollo de los no convencionales. 

Sin embargo, las garantías no fueron suficientes para impedir el estallido de un paro de 24 horas en marzo pasado luego de una seguidilla de accidentes laborales que desde la firma del acuerdo ya sumó ocho casos fatales, en medio del relajamiento de las medidas de seguridad y la intensificación de los ritmos de trabajo.

Desde entonces, los gremios exigen un incremento en la dotación mínima en fracking de 13 a 16 operarios, junto con una sustitución en toda la actividad del actual esquema de 14 días de trabajo y siete de descanso (14x7) por uno de seis de trabajo y tres de descanso (6x3), además de la reducción de la jornada laboral de 12 a ocho horas.

Hasta ahora, Pereyra logró avanzar en forma separada con algunas empresas en diagramas de 10x5 y 8x4, y negocia refuerzos en el personal de seguridad. Son cambios que generan malestar en las empresas, en donde se resisten a ablandar la adenda que flexibilizó las condiciones en los pozos y redujo los costos laborales.