Schiaretti arrasó en Córdoba y todo el país lo mira como el "juez" del próximo Presidente
El gobernador Juan Schiaretti, del espacio Hacemos por Córdoba, conseguía este domingo un amplio triunfo en las elecciones realizadas en la provincia con más del 54% y casi duplicaba los sufragios de los dos postulantes de Cambiemos y la UCR, Mario Negri y Ramón Mestre, quienes obtenían alrededor del 28% de las voluntades de los ciudadanos.
Escrutado el 92% de las mesas, Schiaretti (Hacemos por Córdoba) sumaba el 54,05%; Mario Negri (Córdoba Cambia), 17,78%, y Ramón Mestre (UCR), 10,98%. Luego se ubicaban Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal Córdoba), 3,71 % y Liliana Olivero (Frente de Izquierda y los Trabajadores), 2,59%.
El vicegobernador electo, Manuel Calvo, y la legisladora Natalia De la Sota dieron a conocer un nuevo listado de ciudades y localidades donde se impuso el oficialismo y destacaron la performance en Brinkmann, donde Hacemos por Córdoba habría obtenido el 80 % de los votos.
La victoria era tan contudente que rápidamente tanto Negri como Mestre reconocieron el triunfo del mandatario Juan Schiaretti cuando se llevaba escrutado alrededor del 40 % de los votos.
"Mi reconocimiento a Schiaretti porque los cordobeses le han dado hoy su respaldo. Aún con mis diferencias, no voy a desconocer el mensaje de las urnas", escribió en Twitter el jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados.
Al salir públicamente a hacerse eco de la derrota en su búnker, Negri sostuvo que se trató de una "batalla muy desproporcionada electoralmente", dijo que él personalmente no tiene "nada para festejar" y que asume "toda la responsabilidad".
Por su parte, el intendente de la capital cordobesa admitió la derrota desde el búnker en que siguió la carga de los resultados y dijo haber "recibido claramente el mensaje de las urnas con dolor, pero también con mucha sinceridad".
"Ni bien termine mi mandato que los cordobeses me otorgaron, mi vida política va a comenzar de cero, con mucha humildad y autocrítica", añadió.
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Por intermedio del ministro de Interior, Rogelio Frigerio, el Gobierno acusó recibo de la derrota y -con una mirada en las elecciones presidenciales- les pidió a Negri, a Mestre y a la militancia de los partidos de Cambiemos en la provincia de Córdoba que "trabajen unidos para ratificar el cambio a nivel nacional".
"Felicitaciones a Schiaretti por ser electo nuevamente gobernador de la provincia de Córdoba. Desde el Gobierno Nacional vamos a seguir dialogando y trabajando codo a codo para todos los cordobeses", prometió.
Cambiemos llegó debilitado a la elección en una provincia que había sido clave para la consagración presidencial de Mauricio Macri en 2015: las gestiones del Comité Nacional partidario no alcanzaron para evitar la fractura, ya que ninguno de los dos candidatos radicales estuvo dispuesto a ceder en sus aspiraciones.
Negri recibió desde un primer momento el apoyo de la Casa Rosada, de Carrió y del grueso del PRO, mientras que Mestre se quedó con el aparato de la UCR cordobesa, y el acompañamiento de los dirigentes nacionales que no ocultan tensiones con el Gobierno.
En tanto, Unidad Ciudadana, que proponía a la gobernación al diputado Pablo Carro, había bajado semanas atrás su propia lista por orden de Cristina Kirchner, debido a la baja perspectiva de triunfo que le auguraba las encuestas.
La participación electoral fue mayor al 70% de los 2.889.973 votantes habilitados en el padrón, que estuvo repartido entre las 8.653 mesas ubicadas en 1.218 escuelas de la provincia.
Con esta cosecha electoral, Schiaretti logró mejorar sustancialmente su desempeño del 2015, cuando accedió a la gobernación con un triunfo mucho más justo, con el 40 por ciento contra el 33,75 de Juntos por Córdoba (alianza entre la UCR y el PRO, encabezada por Oscar Aguad).
Además, marcó una nueva derrota de Cambiemos, que se suma a las sufridas en Neuquén, San Juan, Río Negro, Chubut, Entre Ríos y Santa Fe.
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Los festejos en el bunker fueron constantes tras la aplastante victoria de este domingo al consagrarse reelecto gobernador de una de las principales provincias argentinas. De hecho, es el segundo distrito más importante a nivel país en cantidad de electores con el 8,6% del total, después de Buenos Aires.
Un triunfo contundente pero no tan sorpresivo que proyecta a este dirigente a tener un rol decisivo no sólo en Córdoba, sino también a nivel nacional por el tipo de apoyo político que puede otorgar y reconfigurar a las distintas fuerzas.
En especial, con este amplio respaldo popular, Juan Schiaretti puede ser el "juez" que defina quién será candidato en octubre a Presidente de la Nación por Alternativa Federal, la coalición que formó con Roberto Lavagna y Sergio Massa, entre otros representantes, que hasta el momento mantienen disputas internas porque todos ellos buscan ponerse la banda celeste y blanca.
Incluso, la importante cantidad de votos obtenidos por el reelegido gobernador puede ser un aliciente para su relanzamiento nacional y aspirar a llegar a la Casa Rosada.
Al mismo tiempo, los rumores y posibilidades señalan que, en caso que no haya acuerdo en su alianza partidaria y no se le presenten chances de llegar al poder, el gobernador podría establecer un acuerdo con Cambiemos para apoyar a la reelección de Mauricio Macri. Sobre todo porque tiene buena relación con el actual primer mandatario, vinculo que data desde los tiempos en que Schiaretti era empleado del grupo de empresas del actual Presidente.
Más allá de las especulaciones que se irán dilucidando con el correr de las horas y los días, y de la lógica histórica y de interna provincial que tuvo la votación, lo que no pasa desapercibido es que el resultado de Córdoba muestra un termómetro para evaluar la elección presidencial.
El gran apoyo a Schiaretti "será un gran ordenador de lo que es hoy un escenario confuso a nivel nacional", resume a iProfesional Lucas Romero, director de la consultora Synopsis.
Como primera lectura, este amplio margen de votos obtenido en las elecciones reflejó un acierto del peronismo cordobés en dar un cambio de timón y apertura ideológica al abandonar el nombre de "Unión por Córdoba", que utilizó en los últimos 20 años, para pasar a llamarse "Hacemos por Córdoba", que incluye una alianza de Schiaretti con el GEN de Margarita Stolbizer, al socialismo conducido por el santafesino Antonio Bonfatti y otras fuerzas menores.
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Es decir, dejó de proponer una orientación ideológica central para virar hacia una composición más progresista, en una búsqueda hacia un cambio y alternativa de modelo.
En la previa, ya varios analistas habían adelantado a iProfesional que Schiaretti iba a ganar las elecciones en Córdoba "cómodamente".
"Es una provincia que está mejor que otras y el gobernador tiene buena imagen y es uno de los que tiene mayor experiencia de gestión, porque no sólo estuvo varias veces al frente del gobierno de Córdoba sino que tiene experiencia en un contexto de crisis. Por estas características, me parece que está bajo la lupa nacional", dice el analista Julio Burdman a este medio.
También resalta que en la figura de Schiaretti sobresale que "es un hombre que no es joven y que está pasando por una etapa en la cual hay muchas miradas del círculo rojo sobre él, por eso hay que seguir con atención el rol que él puede jugar en este momento".
Justamente, la edad no es un dato menor en el reelegido Gobernador y contador público nacido en la ciudad de Córdoba, ya que el mes que viene cumple 70 años, hecho que puede incidir directamente en que tome la decisión de tener un rol preponderante sólo desde la toma de decisiones a nivel nacional, pero no desde la práctica cotidiana, debido a que requiere un ritmo vertiginoso y agotador.
Este análisis es completado por la visión de Romero, que indica que el post de las elecciones de Córdoba puede ser "decisivo para el ajedrez nacional", porque si Lavagna no recibe un apoyo por parte de Schiaretti que le clarifique el escenario en relación a su candidatura, "le pondría un gran interrogante a su futuro y podría ser un golpe de efecto que lo termine de empujar a Massa a volcarse al kirchnerismo".
En cuanto al impacto que habrá en la Casa Rosada, en analista cordobés Gustavo Córdoba le indica a iProfesional: "En el actual contexto, con tanta debilidad del Gobierno nacional, la derrota de sus candidatos no va a generar buenos momentos para Cambiemos. Córdoba le ha dado en el 2015 y 2017 grandes resultados electorales y puede marcar un antes y un después de la fortaleza política del gobierno de Macri".
En conclusión, el año electoral se caracteriza en todo el territorio federal por el desdoblamiento de las elecciones provinciales. Según un informe de la consultora Analytica, dos de cada tres provincias tuvieron o tendrán elecciones locales separadas de las nacionales.
Asimismo, el mismo relevamiento destaca otro dato importante: en dos de cada tres provincias Cambiemos ya no se denomina así, porque los frentes provinciales dominados por el radicalismo "han preferido adoptar otras denominaciones". Esta situación es muy distinta a la ocurrida en las elecciones de 2017, donde había una unificación.
"Hay, en definitiva, un alejamiento (¿espíritu de preservación?) de la política provincial respecto de la nacional", concluyen desde Analytica.