Manzanares acusó a Eskenazi de recibir dinero negro de los Kirchner
El excontador del matrimonio Kirchner, Víctor Manzanares, fue llevado este jueves nuevamente al despacho del juez federal Claudio Bonadio, ante quien ya declaró con anterioridad varias veces, mientras se espera si el magistrado lo acepta como arrepentido en la causa de los cuadernos.
Llegó a los tribunales esposado, con chaleco antibalas y custodiado por personal de seguridad.Ya había declarado ante el fiscal Carlos Stornelli, a quién proporcionó datos sobre el pago de "retornos", en la obra pública, en línea con las revelaciones del chofer Oscar Centeno, caso conocido como "los cuadernos de la corrupción".
Su intención es que Bonadio lo acepte en el Programa de Imputados Colaboradores del Ministerio de Justicia, para mejorar su situación procesal, en la causa en la que se investigan los presuntos delitos de asociación ilícita, lavado de activos y cohecho.
De acuerdo a la información dada a conocer por el diario La Nación, el contador (detenido desde julio de 2017, en el marco del caso Los Sauces) sostuvo que fue Eskenazi, cuyo grupo es propietario del Banco Santa Cruz, quien recibió el dinero negro que manejaba el fallecido exsecretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz.
Manzanares habló de un monto alrededor de 130 o 150 millones de dólares como lo invertido en la Argentina. Conocida la declaración, desde el Grupo Petersen, propiedad de la familia Eskenazi, desmintieron los dichos a través de un comunicado.
"El Grupo Petersen denuncia que tal versión es falsa y maliciosa y forma parte de la misma maniobra de desprestigio que ciertos personajes oscuros intentan impulsar desde hace tiempo para ensuciar a la familia Eskenazi y al Grupo Petersen, luego del fallido intento de extorsión del año 2017, por el cual están procesados por la Justicia", señaló la empresa a través de un comunicado.El banquero Sebastián Eskenazi, hijo del exaccionista de YPF y dueño del Banco de Santa Cruz, recibió el dinero negro que manejaba Daniel Muñoz, el secretario de Néstor Kirchner, según afirmó ante la Justicia el contador de la familia presidencial Víctor Manzares, quien estimó que lo invertido en la Argentina fue alrededor de 130 o 150 millones de dólares.
A la cifra deben sumarse unos 70 millones de dólares invertidos en el exterior.
Manzanares declaró durante tres días ante el fiscal Carlos Stornelli. Sugirió que los fondos pertenecían en rigor a Néstor Kirchner, reveló cómo se ocultaba la plata en casa de la madre del expresidente, que se usaba un galpón con baño acondicionado como bóveda o en cajas fuertes a lo largo de la pared de una oficina, entre otras escandalosas revelaciones.
También habló de las maniobras de lavado de dinero que realizó Muñoz, el modo en que el juez Norberto Oyarbide cerró la causa por enriquecimiento ilícito de los Kirchner entre masitas y champagne. Y dijo que Cristina Kirchner le prometió que el pago por sus servicios profesionales iba a ser un Registro de la Propiedad Automotor en Buenos Aires, que debía poner a nombre de un testaferro suyo y darle el 20% de lo recaudado, pero al final terminó el mandato de la expresidenta y la promesa no se cumplió.