La batalla aérea recién empieza: pese a la conciliación, sindicatos blanquearon su "guerra santa" contra Dietrich
En un intento por reducir la conflictividad, el Gobierno finalmente dio el paso y el miércoles dictó una conciliación obligatoria ante el paro por 48 horas dispuesto por los gremios de pilotos APLA y UALA.
La decisión representa un cambio fuerte en la posición del macrismo que, sobre todo durante los días del G20, venía avanzando con una contraofensiva para neutralizar eventuales medidas de fuerza y, en simultáneo, profundizando su decisión de desarticular cualquier vía de diálogo con las organizaciones.
Desde gremios como UPSA, que representa al personal superior del mercado aerocomercial, aseguran ante iProfesional que el Ministerio de Transporte lleva más de un año sin promover un encuentro con los altos mandos de la representación sindical del sector.
Justamente UPSA conforma, junto a APLA, UALA, APTA –técnicos–, APA –personal aeronáutico– y ATCPEA –tripulantes de cabina–, el frente que viene liderando los paros y movilizaciones que se repiten en los aeropuertos de la Argentina.
En el seno de dicho bloque, la decisión de dictar conciliación es interpretada como un repliegue del Gobierno ante el poderío de las organizaciones a la hora de frenar toda actividad aeroportuaria.
El movimiento, además, es observado como una confirmación de que a través de los paros sucesivos, los gremios dieron en la tecla en términos estratégicos.
Pero los sindicatos, lejos de retroceder, están decididos a profundizar el plan de lucha. Y buena parte de esa intención quedó explicitada hace una semana cuando, en el marco de una reunión con Luis Malvido, presidente de Aerolíneas y Austral, el frente expuso sin metáforas que la guerra al Gobierno llegó para quedarse. Y que lo ocurrido hasta ahora en términos de medidas de fuerza no son más que “fuegos artificiales”.
En sendos audios que registraron la conversación, y a los que iProfesional accedió de forma exclusiva, referentes del frente gremial anticiparon a Malvido la decisión de intensificar la protesta si el macrismo no concreta un cambio radical en las políticas aerocomerciales vigentes.
Dejaron en claro que el objetivo es quebrar la posición del tándem Macri-Dietrich antes que hacer caer la gestión del mismo Malvido al frente de la estatal.
“Nosotros todavía ni empezamos a defender como sabemos defender a la empresa –por Aerolíneas Argentinas–. Lo que hubo hasta ahora, lo que hicimos nosotros, fueron fuegos artificiales. La hemos defendido en situaciones peores, con gobiernos peores. Sabemos lo que tenemos que hacer y lo que vamos a hacer”, expone en la grabación uno de los referentes del bloque.
“Si no cambian la política de transporte aerocomercial, vamos a solucionar un tema u otro, pero la cuestión de fondo no se arreglará. Tienen que frenar todo el ingreso de empresas, tienen que cambiar toda la política aerocomercial, y permitir que Aerolíneas renueve la flota”, añade.
Conciliación aceptada
Los sindicatos que representan a los trabajadores aeronáuticos informaron el miércoles que aceptaron la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo por los próximos 15 días.
Así, Aerolíneas Argentinas, LATAM ARG, Andes y Avian Líneas Aéreas no llevarán adelante el paro que habían anunciado para jueves y viernes.
De esta manera, el Gobierno consiguió dejar sin efecto la medida de fuerza anunciada por los pilotos agrupados en APLA y UALA en rechazo a la resolución de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) que, según habían denunciado, “prioriza el trabajo extranjero en el país en detrimento del trabajo argentino de calidad”.
Las acusaciones son por la resolución 895/18, a la que le atribuyen que “habilita el ingreso y la validación automática de licencias pertenecientes a pilotos extranjeros, sin exámenes en la Argentina, que acrediten pericia y los máximos estándares de seguridad”.
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Lucha declarada
La reciente reunión con Malvido dejó en claro que una eventual tregua por los temas de coyuntura, como la cuestión salarial, no implicará que los gremios den por suspendida su postura confrontativa.
En definitiva, la pelea no es por un porcentaje de aumento, sino que tiene como objeto final dar por tierra con una política aerocomercial que los dirigentes gremiales consideran negativa para los intereses de Aerolíneas Argentinas.
Durante el encuentro con Malvido, los representantes del frente cargaron duro contra la figura del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, a quien directamente definieron como un agente del “achique y el ajuste”.
“Aerolíneas obedece órdenes del ministro, cuando deben ser cuestiones separadas. Una cosas es la política del Gobierno y otra la defensa de los intereses de una empresa que es de todos los argentinos”, expusieron los gremialistas.
Para luego añadir: “Dietrich va e inaugura los vuelos de todas las empresas que vienen. ¿Por qué no inaugura un vuelo de Aerolíneas aunque sea? Uno internacional y que vaya, se saque una ‘selfie’ como hace con todas las empresas extranjeras. Que haga eso”.
Por supuesto que no faltaron los reclamos directos a Malvido. En ese sentido, desde la organización de los técnicos le enrostraron al ejecutivo estar “defendiendo mal” a Aerolíneas y Austral, y sus voceros exigieron que el titular de la estatal confronte con Dietrich por la decisión de la cartera de alentar el desembarco de compañías extranjeras.
“A vos te ponen supuestamente para que salves a Aerolíneas y te rodearon a toda la empresa para destruirla. Todo lo que se hace, la llegada de Norwegian, Flybondi, las políticas del Gobierno, son en perjuicio de Aerolíneas y Austral. Se levantó la ruta a Barcelona. Si vos no tenés independencia, sos parte de la política de este Gobierno”, le recriminaron los gremialistas.
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En la grabación del encuentro arreciaron las críticas a Mauricio Macri, a quien las organizaciones consiedarn como un presidente “anti Aerolíneas”. Entre otros tópicos, el bloque se refirió a la intención del Presidente de activar un vuelo entre Argentina y Australia, operado por la oceánica Qantas.
“¿No sabe el Presidente que Aerolíneas fue pionera en el vuelo transpolar? ¿No sabe que vos estás acá, sentado, y que debería pedirte (el servicio) en lugar de hacerlo a un australiano? Ahí queda demostrado que este Presidente no tiene interés en lo nacional”, le espetaron los sindicalistas a Malvido.
En la reunión de la semana pasada, el frente insistió con la necesidad de abrir nuevas rutas y, a la par, intensificar las frecuencias en los servicios ya existentes. “Ninguna empresa se salva achicándose en lo comercial”, remarcaron los referentes gremiales.
Advertencia de peso
En paralelo a las críticas al modelo aerocomercial vigente, las organizaciones aprovecharon la ocasión para dejarle en claro a Malvido que el escenario de medidas de fuerza no hará más que intensificarse si el Gobierno y la misma dirigencia de Aerolíneas y Austral no responde a las exigencias sindicales.
“Quizás para ustedes sea un quilombo lo que armamos. Pero no hicimos nada todavía. No hicimos nada de lo que podemos hacer. No nos conocen, no saben hacia dónde vamos. Esto se volverá una bola de nieve cada vez peor”, advirtió uno de los dirigentes.
En simultáneo, los representantes gremiales dejaron en claro ante Malvido que, de recalentarse el cruce entre los trabajadores y el Gobierno, dan por descontado que los usuarios del servicio aéreo saldrán a respaldar la protesta de los empleados de la estatal.
“La mayoría terminará estando con nosotros. Ya lo estuvo antes porque tienen puesta la camiseta argentina. Como Aerolíneas es parte de nuestro Estado, de los intereses nacionales y la mayoría del pueblo sabe eso, entonces nos va a defender. Ya está pasando”, expuso un gremialista.
A la larga lista de reclamos, críticas y objeciones motorizadas por los referentes del sindicalismo aeronáutico le siguió un pronunciamiento posterior de Malvido que puede interpretarse como una victoria para las organizaciones.
Así, a mediados de la semana pasada, el titular de Aerolíneas Argentinas y Austral dejó en suspenso las sanciones a los empleados que protagonizaron medidas de fuerza durante el mes de noviembre y, al mismo tiempo, reconoció que la estatal incumplió el pago de la cláusula gatillo.
“La empresa entiende que la inflación de septiembre no estaba incluida en el acuerdo paritario. Pero vamos a analizar el tema y hacer una propuesta, más allá de la paritaria que ya venció”, declaró el ejecutivo.