El G20 salió al rescate de Macri con fondos y reforma del FMI para evitar un contagio de la crisis

Mauricio Macri respiró aliviado este sábado por la tarde. Fueron 72 horas intensas, cargadas de reuniones bilaterales, cenas y apretones de mano con los líderes del G20.

"Es un hecho inédito y un apoyo a la transformación que iniciamos en la Argentina", aseguró en la conferencia de prensa en Costa Salguero, en donde los mandatarios acordaron finalmente una declaración que fue considerada un éxito entre las principales potencias. "Estoy muerto, muerto", reconoció el Presidente visiblemente agotado pero todavía entusiasmado por el rol que él mismo se atribuyó de "facilitador" del acercamiento entre los miembros del poderoso grupo de países.

Cuando todavía quedaban pendientes algunas reuniones claves, Macri se apresuró a capitalizar los anuncios de inversiones por u$s3.000 millones como un contundente respaldo a su gobierno y un mensaje de que todavía hay un "futuro" pese al “mal momento” -reconoció- que pasan los argentinos.

Para las potencias, en cambio, la cumbre fue mucho más que una "feria de inversiones" en el país anfitrión. Además de anticipar una tregua en la guerra comercial entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su par chino o un pequeño avance en el cambio climático, el acuerdo se enfocó sobre todo en aprobar un plan financiero "anti crisis" de caracter global, con epicentro en Buenos Aires.

Aunque pasó desapercibida, la adopción de medidas regulatorias fue la misión principal que se había fijado el G20 (con un canal específico de finanzas) y lo que habría motivado que la cumbre se hiciera en Argentina.

Preocupados por un posible contagio de la inestabilidad económica, los líderes del mundo junto al FMI respaldaron el plan económico de Macri, a la vez que dieron pasos concretos ayer para reforzar los aportes de capital al organismo multilateral de crédito. Tal como figura en el punto 23 de la declaración, el selecto club se comprometió a "fortalecer aún más la red de seguridad financiera mundial con un FMI sólido basado en cuotas y con los recursos adecuados en su centro".

Esto significa "una revisión de las contribuciones, incluyendo una nueva fórmula de cuotas, que deberá concluir para las reuniones de primavera del organismo y no más tarde de la asamblea anual del 2019".

La decisión de engrosar los recursos disponibles del Fondo no fue tarea fácil. En rigor, esa cuestión aparentemente técnica implicará en los hechos una redistribución del poder al interior del organismo.Así, una vez que se concrete la reforma, China será el principal beneficiado con una mayor influencia en el diseño de las políticas financieras sostenida por su peso como principal acreedor de Estados Unidos, mientras que Japón y Arabia Saudita podrían salir perjudicados.

En cuanto a la Organización Mundial del Comercio (OMC), también se acordó iniciar una reforma cuyos detalles todavía deben ser definidos pero que buscaría un equilibrio entre las pretensiones de EE.UU. y China, que este sábado por la noche desandaron los cruces previos durante la bilateral entre Trump y Xi Jinping.

Los recuerdos todavía frescos de la última crisis financiera mundial habrían jugado un rol clave en el acuerdo unánime logrado en el plano financiero. Después de todo, si bien el G20 fue fundado en 1999 en el cónclave del G7 en Alemania, su verdadera entrada en escena fue recién en el 2008, cuando el núcleo cerrado se vio forzado a ampliarse para enfrentar un pánico global nunca visto desde la crisis del petróleo. Las dudas en torno a la economía argentina, al parecer, reactualizaron los temores.

"El G20 quiso prevenir una nueva crisis, el gran logro fue incluir la revisión de las cuotas de capital del FMI porque no hay suficiente dinero para financiar tres Argentinas", explicó a iProfesional John Kirton, un participante activo de la cumbre en Buenos Aires que integra el G20 Research Group de la Universidad de Toronto, en Canadá.

De ese modo, el especialista con experiencia encima en varias reuniones del G20 apuntó al acuerdo inédito de u$s57.000 millones de la Argentina con el FMI. En su opinión, el sistema de cuotas actual no alcanzaría para replicar una asistencia similar a Turquía y Pakistán, dos economías seguidas de cerca por los organismos internacionales por su fragilidad, pero tampoco para otros países latinoamericanos en caso de que la crisis argentina se trasladara a la región.

El incremento de la tasa de interés en Estados Unidos y la salida de fondos especulativos de los emergentes hacia el dólar y los bonos del Tesoro norteamericano siguen generando incertidumbre. Como parte del compromiso alcanzado ayer, ahora el FMI y el Banco Mundial tendrán que trabajar con los deudores y acreedores para mejorar el registro, monitoreo y seguimiento transparente de las deudas pública y privada."Ahora le van a dar más dinero a Argentina, si se van los fondos de capital y hay crisis, se puede salvar a la economía de nuevo, pero eso implica condiciones", advirtió Kirton, quien se hizo conocido en los medios por haber sido asaltado y golpeado en Puerto Madero el martes pasado antes del inicio de la cumbre.

Macri se reunió este sábado por la noche durante media hora con la titular del Fondo, Christine Lagarde, con la expectativa de avanzar en la llegada del tercer desembolso del acuerdo que estaría disponible antes de Navidad por u$s7.600 millones y sería seguido en marzo del año próximo por unos u$s11.000 millones, sumando un total acumulado desde el primer tramo, de casi u$s40.000 millones.

Lagarde le dijo ayer al mandatario que va a serguir apoyando los esfuerzos de la Argentina y lo felicitó por la organización del evento en un contexto complejo. El 2019 también lo será para la Argentina: si bien se espera un repunte previo a las elecciones de octubre, el Gobierno deberá pagar vencimientos por u$s28.000 millones, el 50% del total de fondos comprometidos por el FMI.