El New York Times se muestra preocupado por la base china en Neuquén
El diario estadounidense New York Times publicó este sábado un artículo alertando sobre la base china construida en la provincia de Neuquén mediante la cual el país asiático pretenden aumentar su presencia geopolítica en Latinoamérica.
La Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites, una división de las fuerzas armadas del país, levantó sobre 200 hectáreas del desierto patagónico una torre de metal de 16 pisos, con una antena de 450 toneladas para el control de satélites y misiones espaciales.
La estación arrancó en marzo para monitorear la exploración del lado oscuro de la Luna, aunque su negociación en secreto en un plan de captar inversiones han permitido pensar en que se trata de una forma de mejorar las capacidades de China para recolectar información sobre los países del continente.
"Pekín ha transformado las dinámicas de la región, desde las agendas de sus dirigentes y empresarios hasta la estructura de sus economías, el contenido de su política e incluso sus dinámicas de seguridad", señaló al New York Times R. Evan Ellis, profesor de Estudios Latinoamericanos de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de Estados Unidos.
China vs. EE.UU.El artículo afirma que mientras Estados Unidos desatendió el hemisferio para poner más atención en Asia con el fin de aminorar el crecimiento chino, el país asiático avanzó sobre Latinoamérica por medio de la expansión del comercio, la construcción de proyectos de infraestructura, fortalecido los lazos militares y ha asegurado inmensas cantidades de recursos.
El interés chino en la región fue aprovechado por los presidentes de izquierda de la Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Uruguay y Bolivia para desacelerar el poder de Washington tenía en América Latina.
Además, los gobiernos de esos países pudieron resguardarse de la crisis de 2008 ante la demanda de petróleo, hierro, soja y el cobre de la región. Luego, cuando el precio de las commodities bajó, varios países quedaron a la deriva y China volvió a asistirlos. Pero con la llegada de presidentes de orientación liberal, la relación no se resintió.
La nota del matutino estadounidense cita un informe del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, que afirma que el comercio entre China y los países de América Latina y el Caribe alcanzó los 244.000 millones de dólares, más del doble de lo que se generó una década antes. Y desde 2015, es el socio principal de la región, en detrimento de EE.UU.
En este sentido, China rescató a gobiernos en problemas y a empresas estatales vitales para países como Venezuela y Brasil. Y en la Argentina, China "fondeó" al gobierno de Cristina Kirchner al estar vedada de los mercados internacionales, lo que permitió la construcción de la base.
Intenciones realesSi bien China asegura que la estación sólo tiene fines científicos, no se descarta su uso bélico. Se estima que podrá interferir, alterar y destruir satélites. Y podría servir para interceptar información relevante sobre la región.
"Una antena gigante es como una enorme aspiradora. Succiona señales, información, todo tipo de cosas", comentó al New York Times el experto Dean Cheng, ex investigador en el Congreso estadounidense y analista de la política de seguridad nacional de China.
Si bien varios políticos de la región lamentan que se hay hipotecado el futuro de generaciones por la relación con China, pero los expertos señalan que sería muy poco inteligente cortar los lazos, ya que Estados Unidos ya no es el "ancla económica y política" de la región.
En efecto, Guelar señaló que el gobierno de Cristina no especificó que la base sólo podría usarse con fines pacíficos. "Era realmente serio. En cualquier momento podría convertirse en una base militar", afirmó.
Por su parte, el intendente, Ricardo Fabián Esparza, aseguró que los chinos se mostraron "amigables" e incluso lo habían invitado a ver las imágenes que había producido la antena.
"Desde ese telescopio, es probable que puedan ver hasta qué calzones estamos usando", indicó, preocupado. Pero agregó que EE.UU. debería estar más preocupado aún, ya que la estación "es un ojo que mira hacia ese país".