Prevén una mayor caída en la imagen de Mauricio Macri
En el Gobierno buscan darse ánimo, pero la realidad es que hay mucha preocupación. "Hay una caída esperable, sobre todo por las tarifas", reconocen, y ya trabajan para resolverlo.
La mini-125 del gobierno llegó a las encuestas. Incluso antes de ordenar un acuerdo a las apuradas con el (antipático) FMI, la imagen de Mauricio Macri había alcanzado su piso desde diciembre de 2015. Y los consultores no pronostican una mejoría, al menos en el corto plazo.
La reforma jubilatoria (un ajuste, en los hechos inmediatos), más los tarifazos, la corrida cambiaria y el nivel de inflación (superior al 15% previsto) potenciaron la desaprobación al Presidente. Y ahora, en la semana en la que comenzó la negociación con el FMI, la imagen de Macri parece seguir su ritmo descendente.
Desde las elecciones de octubre de 2017, la caída promedia casi 20 puntos, según un combo de encuestas recientes.
El Gobierno afirma que el descenso es mucho menor, pero se resiste a mostrar encuestas propias (en general encargadas a Isonomía). Y, a su vez, celebra la ausencia de referentes opositores que capitalicen su mal momento.
Al final de la semana más difícil para el ciclo cambiemita, un grupo heterogéneo de analistas coincide en que se abrió un escenario político riesgoso para el macrismo, al margen de los problemas económicos y financieros.
Una etapa en la que el oficialismo deberá mostrar cintura y audacia para restituir la confianza perdida. Con un detalle en su contra: tras el triunfo de las legislativas, el recurso de la polarización con el kirchnerismo quedó bastante diluido.
"El rey está desnudo. Estamos ante un punto de inflexión, aunque no conocemos la resolución final. Yo veo un problema de comunicación: primero anuncian que recurrimos al Fondo, y después nos explican que no es grave", opina el consultor Eduardo D'Alessio.
Según una encuesta reciente de D'Alessio IROL/Berensztein (hecha online sobre 1077 casos), un 75% consideró "inadecuado" pedir ayuda al FMI, mientras que un 18% lo interpretó "adecuado, pero resistido", y sólo el 2% como "adecuado", según Perfil.
Pese al optimismo habitual de los voceros oficiales, en Casa Rosada admiten la dificultad de presentar como favorable una negociación urgente con el Fondo. "Comunicar que se vuelve al FMI es una confesión de fracaso. Hay pocos consensos tan amplios como el rechazo al Fondo", asegura el director de Ibarómetro, Ignacio Ramírez. Y agrega que "la marca Cambiemos envejeció demasiado rápido, sin una belle epoque que lo sostuviera en las malas".
En un estudio cerrado el 3 de mayo pasado, la consultora Management & Fit concluyó que Macri atraviesa su peor imagen en casi dos años y medio: un 54,9% de rechazo a la performance presidencial, contra un 35,1% de aprobación.
La encuesta, hecha a pedido de Clarín, se realizó durante una de las últimas escaladas del dólar. "La macroeconomía aguanta. El desafío del Gobierno es generar confianza. Y en estos días no lo logró: se lo vio nervioso", señaló la directora de M&F, Mariel Fornoni.
El consultor Hugo Haime no percibe demasiados matices: "En Argentina cuando se te escapa el dólar y tenés que ir al FMI, eso se llama crisis político económica".
Según una encuesta que terminó a fines de abril, Macri llegó a un récord negativo de 64% de desaprobación. O sea, 17 puntos menos que en septiembre pasado. "Este es un gobierno de expectativas. Y ahora se derrumbaron: pasaron de positivas a negativas", resume el experimentado Haime.
Su colega Jorge Giacobbe señala a Cambiemos "desconcertado". A punto de terminar una medición de 2500 casos telefónicos (previa al inicio de las negociaciones con el FMI), Giacobbe anticipa una imagen negativa del 48% para Macri.
Para Analogías, Macri también está en su piso histórico. Un estudio telefónico sobre 2820 bonaerenses (el 6 y 7 de mayo), reveló un rechazo del 60,1%, unos 20 puntos más que en octubre pasado. De acuerdo a Gustavo Córdoba y asociados, Macri perdió 7,4% de imagen positiva sólo en mayo.
Más agorero aún, el sociólogo Artemio López cree que existe un "temblor estructural". Y suma un agravante: "El FMI restringirá la vía de la heterodoxia que había ensayado el oficialismo en 2017". En la Rosada, en cambio, tratan de darse ánimo: "Hay una caída esperable, sobre todo por las tarifas. Pero no es terrible", promete un asesor presidencial.
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