En medio de la debilidad política del macrismo, el PJ intenta pegar las piezas de su propio rompecabezas
La administración macrista ingresó en su tercer año de gestión y el peronismo comenzó a reacomodarse.
Desde diversos sectores pretenden una reconstrucción partidaria que se sustente en la unidad. En ese marco, en los primeros días de febrero, en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), organizan reunirse referentes de espacios que cuatro meses atrás no podían compartir una misma mesa. Dirigentes del kirchnerismo, massismo y randazzismo coordinan una jornada de debate que sirva como punta de lanza de un proceso que lleve al reencuentro de las diversas facciones.
El evento en la sede de la UMET, ubicada en el centro porteño, busca ser el inicio de un proceso federal que lleve las jornadas por las distintas provincias del país.
Entre los protagonistas del encuentro –que en un principio se realizará el 8 de febrero- figuran Felipe Solá y Daniel Arroyo, por el Frente Renovador; Fernando “Chino” Navarro y Alberto Fernández, por el Frente Cumplir; y Agustín Rossi, Daniel Filmus y Jorge Taiana por Unidad Ciudadana.
“Se está gestando una jornada de discusión con varias mesas y que terminará con un documento de llamado a la unidad”, explicó uno de los organizadores.
Agenda comúnEl diputado nacional por el Frente Renovador, Daniel Arroyo, considera que la oposición debe unirse y desbordar al peronismo. En ese sentido, en diálogo con iProfesional, afirmó que “una oposición unida debe guiarse por dos ejes: ser oposición y construir una agenda común”.
Ese temario compartido debe aportar a la construcción de “un modelo para los 44 millones de argentinos y no uno como el actual que deja 20 millones de personas afuera”, añadió. E hizo acento en lo social y en lo económico.
“Debemos atender los cambios en el mundo del trabajo, definir en qué somos competitivos, cuidar la industria textil. También tenemos que pensar en cómo darle lugar a los pibes que no terminan la secundaria”, indicó como ejemplo. “Si uno pone por delante las vanidades e intereses personales no hay forma de acuerdo ni de agenda común”, resaltó luego.
En el mismo sentido se manifestó Filmus: “El 2018 tiene que ser un año para discutir un programa, un proyecto y qué es lo que nos une para que la unidad no sea solo una sumatoria de figuras sino una propuesta común”. “En 2019, con las PASO, aspiramos a que se diriman las candidaturas”, añadió.
De esa forma se evitaría en esta primera etapa poner nombres sobre la mesa algo que más que atraer, expele. Se sabe, la expresidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner, la candidata más votada del peronismo en las últimas elecciones, hoy divide aguas entre todas estas facciones.
Aún hay “heridos” por la creación del sello Unidad Ciudadana y el “vaciamiento” del Partido Justicialista que impulsó la exmandataria para competir en las elecciones de octubre pasado.
Así las cosas, a la luz de las últimas derrotas electorales del peronismo, desde estos espacios consideran necesario formar un frente que unifique a todas las fuerzas opositoras para imponerse sobre Cambiemos el año próximo. Por eso se barajan las PASO como el instrumento ideal para zanjar diferencias.
“Desde el Movimiento Evita pensamos este encuentro desde el panperonismo. El peronismo está en una situación de crisis. Además de pensar lo programático, decidimos autoconvocarnos con la idea de sentarnos en una misma mesa para recuperar la confianza”, afirmó Fernando “Chino” Navarro, referente del movimiento e integrante del Frente Cumplir, que llevó a Florencio Randazzo como principal candidato en las elecciones legislativas del año pasado.
“Las últimas tres elecciones, y las últimas dos sumando votos nacionales, hemos perdido. Por supuesto que además de problemas de ego hay errores políticos. Es necesaria una reflexión política de nuestro gobierno de 2003 a 2015 y hacer un balance del mundo de hoy. Es necesario tener una propuesta acorde a las necesidades de la región y la Argentina en el 2019”, apuntó.
Y sintetizó el estado de situación: “El PJ hace 6 meses fue dividido, el Frente Renovador hace rato que emigró del PJ. Muchos compañeros que estábamos juntos un día nos separamos. Macri empeoró la inflación y pobreza, pero no las inventó él”.
¿Ensayos de unidad en el Congreso?Con este marco, una de las incógnitas que surgen es si esta búsqueda de unidad puede replicarse en el Parlamento. Por caso, tanto Solá y Arroyo como Rossi y Filmus integran la Cámara Baja de la Nación.
“La unidad es un imperativo, trabajamos en ese sentido. No es un proceso lineal. Hay que tener paciencia”, explicó Rossi, jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria. “Se pueden buscar acuerdos parlamentarios para avanzar en determinadas direcciones”, aseguró.
Para el “Chino” Navarro, con paciencia, responsabilidad y flexibilidad se pueden tejer acuerdos en el Congreso y en las legislaturas provinciales. No hay que perder de vista nunca los intereses del conjunto de la gente”, resaltó.
El mega DNU de "desburocratización del Estado" y la reforma laboral son dos casos donde esa articulación entre los distintos partidos opositores derivó en un obstáculo para el oficialismo.
Incluso el Frente Renovador y Unidad Ciudadana además de compartir el rechazo al decretazo coincidieron en acudir a la Justicia para obstruir su avance. Ambas fuerzas relizaron presentaciones pidiendo se dicte la inconstitucionalidad del DNU 27/2018 pero no lograron perforar la feria judicial.
“Hubo otros dos casos que no tuvieron mucha visibilidad en los medios, que fueron la discusión respecto de la ley de reforma impositiva en lo que hace a las cooperativas y mutuales, a las que querían ponerle impuestos a las ganancias, y el presupuesto universitario. En ambos, logramos mayoría y tuvieron que bajarlas. Entonces se habían articulado todos los sectores del peronismo, además de la izquierda y el progresismo”, recordó un diputado nacional peronista.
No obstante, en esta etapa las coincidencias parlamentarias serán circunstanciales, concuerdan en afirmar todos los dirigentes consultados. La distancia entre los espacios aún es amplia.
Por caso, Pablo Kosiner, referente del bloque Justicialista en la Cámara Baja, aseguró que desde esa fuerza plantean la objeción al megadnu y “la posición no es en función al diálogo con ningún bloque en particular”. De acuerdo al dirigente salteño, “es un error del gobierno tratar más de 100 modificaciones a distintas leyes en un solo instrumento que obliga a tomar una decisión de por sí o no, no es lo que corresponde. Impide hacer aportes”, aseguró.
Lo que asoma en el horizonte es que este año al marcismo el escenario parlamentario se le presentará cuesta arriba.
Otras miradas“La unidad no es la solución”, sostuvo en una entrevista con el diario La Nación el diputado del bloque justicialista, Diego Bossio. El exfuncionario kirchnerista no está sólo en su postura. Desde el Senado de la Nación, el sector peronista mayoritario no cree viable una unificación.
“El peronismo tiene que entender que está en una etapa muy complicada. Debe regenerarse y pasar de un modo análogo a uno digital. Esto significa modernizarse, reencontrase con la sociedad y tener un programa. No queremos ser una opción opositora, sino una alternativa de gobierno. Nos encantaría tener un liderazgo, pero eso no es excluyente. Hay figuras muy importantes en el peronismo. Tendremos que encontrar un método para tener ese liderazgo en 2019”, sostuvo Bossio.
“Lo que necesitamos es tomar conciencia de que estamos en el peor momento desde la vuelta de la democracia. La regeneración significa volver a enamorar. No es lo mismo hablarles a los sectores productivos que a los millennials. No vamos a ganar más haciendo la ‘V’ peronista o cantando ‘somos de Perón y de Evita’”, consideró.
Sus declaraciones lo ubican a una distancia considerable del evento que se realizará en la UMET.
“Estamos trabajando muy fuerte para regenerar el peronismo y encontrar dirigentes jóvenes que puedan liderar este proceso”, indicó.
La fragmentación peronista es una necesidad política del macrismo. Cuanto más fragmentado este el PJ, más allanado tendrá Cambiemos el camino electoral. Se descuenta que la alianza de gobierno trabajará en eso durante el 2018.
La disputa bonaerense Otra situación que sintetiza el momento que atraviesa el peronismo es la interna en la provincia de Buenos Aires.
El PJ había dado un paso hacia la unidad a fines del año pasado en territorio bonaerense cuando aprobó la lista consensuada de autoridades partidarias. Pero en los últimos días de enero dicho acuerdo mostró sus grietas: el kirchnerismo bonaerense más duro, representado por Fernando Espinoza y Verónica Magario, hizo notorias sus diferencias con la conducción de Gustavo Menéndez al ausentarse del primer consejo partidario, que se realizó en Costa del Este.
La novedad de aquella lista consensuada, que ahora empezó a crujir, era que aparecían distribuidos con diversos cargos en el peronismo provincial intendentes; dirigentes del sindicalismo en sus distintas vertientes (el moyanismo, SMATA, un sector de los Gordos); del randazzismo, de La Campora, del Movimiento Evita y hasta del massismo. Bajo el lema de la “renovación” se buscó articular a los diversos sectores.
Pero la proclamada cohesión mostró su fragilidad en el primer consejo partidario. El episodio de Costa del Este revela la dificultad que atraviesa el movimiento.
Otra novedad que arrojó aquel encuentro fue el rol que ganó Pablo Moyano, “uno de los que más habló”, contó un influyente dirigente que fue de parte del cónclave.
Moyano hijo integra la rama gremial del PJ provincial. Junto a su padre impulsa la protesta del 22 de febrero en la que marchan los camioneros con apoyo de los movimientos sociales, gremios aliados de la CGT y la CTA en contra de las medidas económicas que toma Mauricio Macri.
El disparador de la movilización es la pelea de fondo que están disputando el Gobierno y el ex jefe de la CGT, Hugo Moyano. En este contexto, el peronismo bonaerense con Menéndez a la cabeza sumó su respaldo a la movilización.
Este desafío puede ser un nuevo puente de unión para que el kirchnerismo más duro vuelva a converger con los mentados espacios en una protesta.
Como dicen varios dirigentes pejotistas medio en broma, medio en serio, muchas veces “Macri hace más por la unión del peronismo que los propios peronistas”.