De Vido, duro con Cristina, en una carta escrita desde la cárcel
POLÍTICA - 31 de Octubre, 2017

El exministro de Planificación Federal Julio De Vido, detenido en la cárcel de Ezeiza acusado de corrupción, criticó  a la expresidenta Cristina Kirchner, dolido porque la senadora electa declaró públicamente que no poní­a "las manos en el fuego por nadie, salvo por su entorno familiar í­ntimo".

El exfuncionario kirchnerista cuestionó a la exmandataria aunque sin mencionarla a través de una carta (titulada "La mano en el fuego") que escribió desde el penal en el que está preso por orden de dos jueces federales.

Para De Vido su detención es "arbitraria e ilegal" porque los delitos que se le achacan " no están probados".

"Como todo tiene que ver con todo, dí­as anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo que también en el Congreso", redactó el ex titular de la cartera de Planificación Federal.

"Fue cuando alguien dijo, al ser consultado de mi gestión, que no poní­a las manos en el fuego por nadie salvo por su entorno familiar í­ntimo. Todo muy simultáneo, todo muy coincidente. Demasiado explí­cito", deslizó en la misiva de dos carillas.

"En realidad yo no conozco a nadie, y usted lector seguramente tampoco, que ponga las manos en el fuego y no se queme, créame que Antonio Torquemada (por el inquisidor) tampoco", continuó De Vido, quien se definió a la hora de firmar, al pie de la epí­stola, como "diputado nacional, preso sin condena".

De Vido remarcó que "la confianza se da y se quita, se gana y se pierde, la cosa es de a dos, como en el amor, pero su pérdida no incinera ningún miembro de su cuerpo, nada se quema, solo desilusiona y a veces mucho".

Sobre el final de la nota, agregó: "Ah, si quieren saber donde estoy, estoy donde estuve siempre, al lado de Néstor Carlos Kirchner, quien continuó y profundizó la obra de Juan Perón, aquí­ estoy y estaré hasta el fin de mis dí­as, aquí­ estoy, seguro no me quemaré las manos", concluyó.

Para comprender la crí­tica de De Vido hay que retrotraerse al 11 de octubre pasado, cuando en una entrevista radial, a la expresidenta se le preguntó por la situación puntual de De Vido ante la Justicia. A lo que Cristina respondió: "No pongo las manos en el fuego por nadie. Solo por mis hijos y por mí­, pero por nadie más".

En otros tramos de su nueva carta, la segunda desde que fue detenido, De Vido aludió a su "extensa trayectoria" como ministro en la que tuvo "muchí­simos colaboradores"

En ellos "siempre deposité, en el marco de mis atribuciones y las propias de ellos, mi total confianza, algunos la honraron, otros no, y seguramente yo también los habré defraudado, a ellos o a mis superiores. Es humano y tan sencillo como eso", indicó.

Luego, el exministro cargó contra el Gobierno y hasta su propio bloque por no defenderlo en el recinto. Fue al referirse a su desafuero. Dijo que "en Argentina el estado de derecho está roto o simplemente no existe y los hipócritas de uno y otro lado miran para el costado".

Y desafió: "Si no, pregúntenme a mí­".

"Estoy detenido sin juicio previo en dos causas por delitos que no están probados y de los que nunca pude haber sido el actor por falta de acción, es decir, que con las misiones y funciones que me atribuí­a la ley, aunque se hubieran cometido yo nunca los hubiera podido cometer", agregó sobre las dos causas judiciales en las que los jueces Luis Rodriguez y Claudio Bonadio ordenaron su detención.

"Estoy preso sin juicio ni condena", continuó.

Y sostuvo: "Y esto fue así­ para eliminarme del Congreso Nacional como diputado, más allá del lamentable circo mediático judicial impulsado por el Poder Ejecutivo en una sesión donde increí­blemente no hubo ningún voto a mi favor".

En tanto, sobre su desafuero, sostuvo que "cada uno seguramente deberá hacerse cargo ante la historia de su voto y de su posición, sobre todo ante el pueblo de la provincia de Buenos Aires".

De Vido está preso en el marco de dos causas judiciales en la que se investiga defraudación a la administración pública en el Yacimiento Carboní­fero Rio Turbio y en la compra de buques con gas licuado, cuando era ministro.

Ante este escenario, los abogados que lo defienden presentaron reclamos de excarcelación que todaví­a no fueron resueltos.

En otro orden de cosas, el exministro también es juzgado por la tragedia del tren de Once, pero el Tribunal Oral Federal 4 lo excusó de seguir concurriendo a las audiencias, por lo cual no será trasladado desde la cárcel a la sala de audiencias, este miércoles, cuando está previsto que se reanude el debate.

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