Dietas populares, ¿cuáles son las más conocidas y qué efectos tienen en el cuerpo?
Actualmente, existe una cantidad innumerable de dietas que están en auge, es decir, que se han hecho conocidas por diversos motivos y que cada vez más personas quieren llevarlas adelante. La alcalina, la paleolítica, vegetarianas, veganas, crudiveganas o del metabolismo acelerado, entre otras, son algunas de las que hoy en día son más famosas.
Si bien un plan de alimentación parece fácil de diseñar y llevar adelante, se debe tener en cuenta la importancia y el impacto que tiene en el cuerpo de la persona. Por eso,el armado de una dieta se debe dejar en manos de un profesional de la nutrición, es decir, una persona que tenga título habilitante y sea experta en el tema. De este modo será posible conocer cuáles son las principales características de cada uno de los planes de alimentación y establecer cuál es el más adecuado para cada persona.
Dieta paleolítica
Muy utilizada en el ambiente del deporte en los últimos años, se trata de un plan de alimentación en el que no se incluyen alimentos industrializados. “Esto significa que solamente se consume todo aquello que el hombre antiguamente podía cazar, pescar o recolectar”, indica la Lic. Mariela Cardozo, especialista en Nutrición. Carnes de todo tipo, vegetales y frutas son la base de la alimentación de quienes practican este tipo de dieta. Ningún tipo de cereal, legumbre o molienda de los mismos se puede incluir.
Dieta alcalina
La dieta alcalina se basa en el consumo de una pequeña cantidad y variedad de alimentos. La lista, en general, se compone de carnes -preferentemente blancas- y vegetales; los productos industrializados están completamente fuera de este plan de alimentación.
Pollo, vegetales de hoja verde, zanahoria, remolacha, pepino, limón, pomelo, manzana y frutos secos, se encuentran entre los principales productos que componen la dieta. Es muy común que otro tipo de alimentos que no se encuentran en otro tipo de planes se incluyan en la dieta alcalina. Uno de los más consumidos por quienes la practican es el kéfir, un producto lácteo parecido al yogur líquido, fermentado por la levadura.
Dieta del metabolismo acelerado
El libro que lleva su nombre y describe sus características se convirtió en best seller. “Esencialmente, consta de tres pasos que se dividen claramente de acuerdo a los productos que se incluyen”, indica la especialista en Nutrición. En el primero, la persona come una pequeña variedad de alimentos y la combina con un plan de ejercicios intensos. Se caracteriza, generalmente, con frases como “si estás ansioso o tienes hambre en esta etapa desquítate con pesas en el gimnasio”.
En el segundo paso se incluyen alimentos que contengan proteínas o grasas, lo cual desvía al metabolismo a una cetosis. El problema es que el cuerpo durante este período no recibe el combustible fundamental para su desarrollo y actividades, que es la glucosa, proveniente de los carbohidratos presentes en el arroz, pastas, panes, y legumbres -todos ausentes en esta dieta-. De este modo, el organismo obtiene energía de sus propias reservas de grasa, lo cual desencadena una situación negativa y perjudicial. Cuando no consume fuentes de energía que produzcan glucosa, el cuerpo entra en un estado de estrés metabólico. El inconveniente se presenta cuando se vuelven a incorporar los nutrientes fundamentales que proporcionan energía al sistema nervioso, corazón y músculos en general, el cuerpo va a tender a reservarlos “por las dudas”, es decir, por si tuviese que volver a pasar por la situación de estrés. Es en esta etapa donde se presenta un fenómeno que se conoce como “efecto rebote”, es decir, que el cuerpo reserva energía en exceso y se produce un aumento de peso.
En la tercera etapa se incluyen algunos granos y una gran lista de recetas en base a la misma lista de alimentos. “La particularidad de este plan es que va acompañado de conceptos realmente muy lejanos a lo que pasa realmente durante nuestro metabolismo”, explica la Lic. en Nutrición, quien indica, además, que de acuerdo a su criterio el plan de alimentación no ayuda a educar al paciente, sino que brinda falsa información y confunde.
Las tres etapas están acompañadas por un plan de ejercicios, que comienza con una alta intensidad que se mantiene a lo largo de la dieta.
Cuentas Fit
Fit en inglés significa estar en forma. Este tipo de cuentas en redes sociales -sobre todo, Instagram- por lo general están desarrolladas por personas que, en su mayoría no tienen títulos habilitantes en nutrición ni en salud en general.
“El peligro de estas cuentas es que tienen una llegada masiva al público -en general suelen ser adolescentes- y difunden información sobre determinados alimentos, el culto al cuerpo perfecto, las riesgosas recomendaciones de suplementos deportivos y la falta de educación alimentaria”, indica la especialista. De esta forma, pueden llevar a la persona que las sigue a severos trastornos de alimentación como anorexia, vigorexia, bulimia y ortorexia, entre otros.
Si bien no son una dieta específica, pueden llevar a que sus seguidores alteren sus planes alimenticios en función de sus recomendaciones, por lo que se debe consultar a un especialista por cualquier información que se vea en redes sociales.
Dietas vegetarianas, veganas y crudiveganas
Son planes de alimentación en los que se debe tener en cuenta que es muy importante acudir a un profesional para que los diseñe adecuadamente con el fin de lograr combinaciones adecuadas. Así, será posible lograr una alimentación que proporcione los aminoácidos necesarios para formar una proteína completa -ante la ausencia de las proteínas de origen animal-. Además, “es importante consultar con un experto en nutrición para que indique una correcta suplementación con vitamina B12, que se encuentra puramente en productos de origen animal y es fundamental en el funcionamiento correcto del sistema nervioso y la formación de la sangre, entre otras funciones”, aclara la Lic. Cardozo.
Los objetivos de cada dieta dependen del estilo de vida que quiera llevar el paciente, es decir, la elección de una u otra variará de acuerdo a sus creencias, preferencias, necesidades e información que tengan sobre los alimentos y su función en el cuerpo. Es por eso que resulta esencial un aspecto que los nutricionistas conocen como correcta educación alimentaria, que implica brindarle a la población en general información sobre los nutrientes, grupos de alimentos, funciones en el organismo y proporciones que deben respetarse para mantener un peso saludable.
Por otro lado, siempre se debe tener en cuenta que no todas las dietas sirven y están orientadas a bajar de peso. “Es muy común ver en el consultorio pacientes que quieren ser vegetarianos o cambiar su forma de alimentación y al final ven en su cuerpo un aumento de peso”, agrega la especialista. Para que sea posible diseñar una dieta adecuada, que se adapte a las necesidades de cada persona y logre los objetivos que se buscan, es importante consultar a un profesional de la nutrición. Los instructores de gimnasio, las cuentas en redes sociales o las páginas de internet en ocasiones carecen de la idoneidad para la realización de planes de alimentación.
En todos los casos se recomienda complementar la dieta con una rutina de ejercicios adecuada, que también debe ser indicada por un profesional en el área. La hidratación y el descanso también son elementos clave para un buen estilo de vida.