Inversores evalúan riesgos de la creciente deuda de la Argentina
Tarde o temprano los inversores internacionales sabían que llegaría el momento de tomar distancia del festival de deuda mundial, que hoy tiene a la Argentina entre sus principales víctimas. Si bien gran parte del ajuste de posiciones ya lo hicieron en los últimos meses, aún los datos globales generan escalofríos entre los porfolio managers.
Según el relevamiento del Institute of International Finance (IIF) la deuda global alcanzó en el primer trimestre de 2018 los u$s247 billones (representa 318% del PBI mundial) tras aumentar u$s8 billones, siendo el mayor crecimiento desde el primer trimestre de 2016. Es más, desde el cuarto trimestre de 2016 la deuda global creció u$s30 billones.
Los helicópteros de Greenspan, Draghi, Trichet y Shirakawa ya volvieron a sus bases tras dejar una escala de abundante liquidez sobre los mercados mundiales. Ahora se despeja la bruma ante el desempañador de las mayores tasas de interés internacionales y así emergen los países más vulnerables, sobre todo por su elevada exposición al riesgo cambiario: Argentina, Colombia, Egipto y Nigeria, México, Sudáfrica, Brasil y Turquía.
Para el IIF estos países presentan los mayores riesgos de refinanciación en la deuda emergente en moneda extranjera. Al respecto, la entidad advierte que a fines de 2019 vence cerca de u$s2,7 billones en bonos y préstamos sindicados. "El riesgo de refinanciación en dólares es particularmente alto para Argentina, Colombia, Egipto y Nigeria (más del 75% de las amortizaciones), México (62%) es no muy atrás, seguido por Sudáfrica (57%), Brasil (50%) y Turquía (47%)", señala el IIF en su Global Debt Monitor.
Otro aspecto que revela el análisis es el crecimiento de los depósitos bancarios en moneda extranjera, principalmente, en Argentina, Turquía y México. En tal sentido advierte que "si bien esta dolarización de los depósitos proporciona un colchón para las empresas con altos niveles de deuda en dólares, también reduce la capacidad de los bancos centrales para controlar la liquidez y alienta a los bancos comerciales a aumentar los préstamos denominados en moneda dura".
Para tener una dimensión del nivel de endeudamiento en moneda extranjera en los mercados emergentes (familias y empresas no financieras) basta con mencionar que en el primer trimestre de 2018 alcanzó un aumento récord de $ 5,5 billones (el 78% de empresas no financieras).
"Dada su alta dependencia de la deuda nominada en moneda extranjera, Argentina, Hungría, Turquía, Polonia y Chile parecen ser los más vulnerables a grandes oscilaciones en los flujos de capitales", afirma el IIF.
Con relación al sector financiero de los mercados emergentes, los datos muestran que la deuda en divisas se duplicó desde 2010 a $3 billones. Claro que China juega un importante rol dado que experimentó el mayor aumento de la deuda en moneda extranjera al pasar de u$s110.000 millones en el primer trimestre de 2010 a más de u$s785.000 millones en el primer trimestre de este año.
"Si bien esto refleja, en parte, la necesidad de financiar el aumento de los préstamos transfronterizos de los bancos chinos (más del quíntuplo desde 2010), también destaca la creciente sensibilidad del sector financiero chino a las fluctuaciones de la moneda china.
Al evaluar el impacto del aumento de los costos de financiamiento en dólares para los mercados emergentes, el IIF destaca que "la deuda total (sin sector financiero) aumentó en el primer trimestre del año en u$s2,5 billones marcando un nuevo récord de u$s58,5 billones".
Durante el año pasado, Colombia, Argentina y Filipinas vieron un fuerte aumento en la relación deuda corporativa / PBI; en cambio, Turquía y China experimentaron cierta disminución. Los niveles de la deuda de las familias frente al PBI aumentaron notablemente en China (casi el 50%), Chile (más del 45%) y Colombia (30%), según consigna Ambito.
Mientras que la "deuda pública aumentó más fuerte en Brasil, Arabia Saudita, Nigeria y Argentina, con un nivel gasto en intereses que ha llegado al 2% del PBI en 2018/19. También Argentina lidera el ranking de preocupaciones en términos del nivel de la deuda del sector financiero junto a Polonia. Para los emergentes en su conjunto esta deuda aumentó más de u$s1 billón desde el primer trimestre de 2017.
Argentina no está sola en el radar de las alarmas pero a pesar de inexpresivo PBI (u$s0,5 billón) su creciente endeudamiento en moneda dura la convierte en una de las más vulnerables a los ojos de los inversores internacionales.