Arrancó la batalla del Presupuesto: Macri se adelantó para dar señales al mercado y el peronismo prepara una negociación dura
La divulgación del proyecto de presupuesto nacional para 2019 fue una sorpresa a medias. Por un lado, la tradición es presentar el proyecto de presupuesto más cerca de fin de año, generalmente en septiembre, con lo cual el hecho de que el Gobierno lo haya adelantado para julio es indicativo de algo raro ocurriendo con la economía.
Pero, por otra parte, todos en el ámbito político y empresarial sabían que Mauricio Macri sentía la urgencia por enviar señales que dieran certidumbre sobre la marcha de la economía y que, al mismo tiempo, le dieran una base sobre la cual negociar con el "peronismo dialoguista".
No por casualidad, el líder de la bancada peronista en el Senado, Miguel Angel Pichetto, definió el debate sobre esta ley como uno de los escenarios principales para redefinir el panorama político y el relacionamiento de las provincias con Macri. Sus palabras dejan entrever cierta disposición a "resistir" la imposición del nuevo programa económico.
"Este va a ser un presupuesto de ajuste, que puede impactar en los recursos provinciales, en la obra pública, en la mano de obra, y requiere de una construcción de un consenso político y de diálogo".
Lo cierto es que el Gobierno pretende que el Presupuesto 2019 sea el primer paso hacia un Gran Acuerdo Nacional. Necesita de la oposición para aprobarlo en el Congreso y enfrentar con cierto aire un año clave, que incluye elecciones presidenciales.
En ese orden de cosas, el Ministerio de Hacienda y Finanzas presentó los primeros lineamientos del proyecto económico que pretende el Ejecutivo. Y tampoco hubo grandes sorpresas en los números contenidos en el informe: son una oficialización de las metas que se habían anunciado cuando la firma del acuerdo "stand by" con el Fondo Monetario Internacional.
Los datos aportados por la cartera que conduce Nicolás Dujovne, y a los que tuvo acceso iProfesional, se enfocan en un crecimiento del PBI del 2% para el año próximo, una inflación proyectada de 17%, un aumento de las exportaciones por sobre las importaciones y una reducción del consumo público.
Así, se alcanzarían las metas de ajuste fiscal que el Gobierno se comprometió a cumplir en su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir el déficit primario (que no contabiliza el pago de deuda) a 1,3% del PBI.
Respecto al dólar, siguiendo lo pautado con el Fondo, su precio será establecido "libremente por el mercado".
Según el proyecto, se espera una "expansión de la economía" liderada "por las exportaciones –impulsadas en buena medida por reversión de la sequía– y un mayor crecimiento de los socios comerciales".
En lo que hace a la inversión se estima una expansión del 5,9% y de apenas 1% en el consumo privado. También se contempla una contracción del consumo público del 3,7%.
Pichetto ya dio las pistas sobre cuál será el tono de la discusión en el Congreso: el voto del peronismo estará supeditado a que Macri garantice condiciones financieras que le posibiliten la "gobernabilidad" a las administraciones provinciales, lo cual implica una renegociación del pacto federal celebrado a fin del año pasado.
"Si le sacás recursos a los estados provinciales, le tenés que dar instrumentos de gobernabilidad en su materia impositiva y no le podés pedir que bajen ingresos brutos. Y acá lo que preocupa, que no impactó de lleno, es el proceso de recesión y la pérdida de empleo", analizó.
"El Gobierno parece no ver la realidad, pasó algo parecido con las tarifas", afirmó. Para sostener su argumento recordó el presupuesto de este año donde el dólar se proyectó a $19 y la inflación al 12%. "Todos esos elementos volaron por el aire", sentenció.
Ya el año pasado, la presentación del presupuesto 2018 había levantado polvareda porque la oposición denunciaba que muchas metas eran irreales. Pero, más ácidas aun eran las críticas de los propios economistas ortodoxos, creían que el recorte fiscal no sería suficiente y que se incurriría en un endeudamiento difícil de sostener.
Crecimiento"Para el 2019 se proyecta que la economía crezca alrededor de 2%. Los mejores pronósticos para la cosecha de trigo y el rebote de la cosecha de soja, en conjunto con la normalización de los mercados financieros y las mejores condiciones para la inversión conducirán la recuperación de la actividad para el próximo año", se afirma.
"Esta sería la primera vez desde el periodo 2003-2008 en que la economía crezca durante al menos 3 años consecutivos", se destaca después.
InflaciónRespecto de la inflación, el avance de la norma reitera que el Gobierno espera una inflación de 27% para todo 2018, que está tres puntos por debajo del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por el BCRA y dos puntos porcentuales por encima de la alcanzada en 2017.
El proyecto precisa que el objetivo de inflación para 2019 es de 17%; de 13% para 2020, y de 9% para 2021.
"Para que la inversión continúe impulsando el crecimiento es necesario tener una economía ordenada, con baja inflación y equilibrio fiscal", dice el documento.
Tipo de cambioEntre otros puntos, se destaca en el proyecto que "se eliminarán a partir de julio de 2018 las transferencias del Banco Central al Tesoro nacional", lo que significa que "no habrá más financiamiento del déficit fiscal con emisión monetaria".
Y se expresa que "el tipo de cambio se determina libremente en el mercado, con intervenciones ocasionales por parte de la autoridad monetaria, para suavizar cualquier comportamiento disruptivo".
índices sociales y laborales"Los indicadores del mercado de trabajo fueron el principal factor explicativo de las mejoras que se observaron en términos de reducción de la pobreza y los indicadores de la distribución del ingreso", apuntó el avance del proyecto de Presupuesto.
"Con el objetivo principal de reducir la pobreza, el Gobierno continuará desarrollando una política de desarrollo humano basada en tres pilares: 1) asegurar un piso mínimo de ingresos para niños y adultos mayores, 2) mejorar la calidad de vida de las familias argentinas y 3) promover la movilidad social ascendente".
Deuda y FMIEn relación con la deuda pública, la iniciativa sostiene que "transcurridos dos años desde el inicio del proceso de normalización financiera de la República, solo el 56% de la deuda se encuentra en poder de privados, instituciones financieras internacionales o acreedores externos al Sector Público. Dicha deuda representa cerca del 37% del PIB, un valor muy por debajo de otros países emergentes", confió el documento oficial.
Debido al contexto internacional, que incluyó la suba de tasas de interés y apreciación del dólar en el mundo, más las complicaciones internas como la sequía y la disparada de la divisa estadounidense, se consideró que "la asistencia del FMI era necesaria para reducir el impacto de la volatilidad financiera internacional en nuestra economía".
"En caso de ser necesario, el acuerdo con el FMI establece desembolsos por cerca de u$s11.700 millones para 2019", se destaca. No obstante, se priorizará "la diversificación de fuentes financieras".