Neuquén tiene su club de inversores en criptomonedas
Las criptomonedas tienen cada vez más popularidad en el mundo y, desde hace un par de años, se usan como mecanismo de ahorro también en Neuquén.
La primera criptomoneda y la más extendida es el bitcoin, creado hace una década por un desconocido bajo el seudónimo Satochi Nakamoto.
Su valor depende de la confianza que tengan los usuarios, ya que no se almacena en ningún banco o caja fuerte, sino en un interminable libro contable en internet conocido como "blockchain" o cadena de bloques. Hoy se cotiza a nivel mundial a u$s6.100 por unidad, unos 175.000 pesos argentinos.
En Neuquén, desde hace unos meses, hay un club de compradores de bitcoins y asesorías para quien quiera entrar a este mercado virtual, cuenta el sitio local La Mañana.
También existen "mineros" neuquinos, personas con computadoras que funcionan las 24 horas, que descifran las claves para mantener todo el sistema funcionado. A cambio, reciben una recompensa, que se paga obviamente en criptomonedas.
Jesús Chitty, fundador de Blockchain Argentina, es vecino de Neuquén y comenzó con las bitcoins hace años. Hoy ya no se dedica a la compra y venta, sino que busca llevar la tecnología de la moneda virtual a otras disciplinas.
"Soy venezolano y viví en España, así que empecé en esto como una forma sencilla de transferir dinero y después me interesé en la tecnología de bloques", contó.
Indicó que Argentina está avanzando en el uso de las bitcoins "por eso tenemos unos cuantos mineros en Neuquén y la Patagonia". Nuestro país cuenta además con varias casas de cambio en Internet que compran y venden criptomonedas sin descanso, a la vez que informan cómo va la cotización. Las más conocidas son Ripio y Cryptomarket.
Otra neuquina, Verónica Boada, integra desde hace unos meses un club local de compradores de bitcoins. "Somos 40 personas, desde una chica de 18 años a una señora de 65, y nos reunimos para ver cómo se está moviendo la moneda y aprovechar el momento", comentó.
Algo similar hacen Julián Mauro y Martín Contreras, dos universitarios que crearon el año pasado la página "Bitcoin Neuquén" en la red Facebook. Cuando no están estudiando, asesoran al que quiere comprar o vender criptomonedas. Según ellos, en nuestra zona todavía predomina la desconfianza "porque la gente piensa que pueden ser una burbuja, al no estar controlado por nadie".
Julián comentó que "los que más creen en esto son los jóvenes", al igual que les pasó a ellos. "Nosotros, como todo bitcoiner, nos enamoramos de esta tecnología porque te da más libertad, sin bancos ni gobiernos en el medio", remarcó.
Según las ponderaciones en base a la cantidad de billeteras activas y al aumento de las transacciones, uno de cada 1.000 habitantes del mundo opera con monedas virtuales.
Para comprar bitcoins hay que ingresar a Internet a una casa de cambio reconocida, abrir una cuenta y hacer una transferencia inicial. Hoy, como su valor es tan alto, se pueden adquirir también satochis, equivalentes a una unidad dividida en cien millones. También hay criptomonedas más baratas, como ethereum o litecoin.
Las monedas virtuales se administran desde el celular a través de aplicaciones llamadas billeteras. Sirven para comprar y vender pero, a diferencia de las que llevamos en el pantalón, no son el sitio en el que se guarda la plata.
Lo que le da sustento a cada criptomoneda es un código privado. Por eso, no es dinero que se pueda robar ni perder. Aunque el celular se rompa o se borre la memoria, las bitcoins siguen existiendo. Sin embargo, el sistema es vulnerable a estafas. La clave es informarse bien y no aceptar intermediarios.