Iguacel debuta con cortes de luz: el frío y un novedoso estilo inmobiliario suben el consumo a los niveles de verano
El flamante ministro de Energía, Javier Iguacel, al estrenar su cargo se encontrará con una crisis inesperada.
No tiene que ver precisamente con el problema tarifario, sino con los apagones: pese a estar en invierno, se registra un marcado incremento en el consumo.
En las distribuidoras que operan en Buenos Aires, este tema es producto de acaloradas reuniones, no sólo por la "foto" sino por la película.
A pesar de la época del año, el nivel de consumo eléctrico es tal que los indicadores son comparables a los de verano, cuando los equipos de aire acondicionado prendidos día y noche inyectan presión al sistema.
Ante la consulta de iProfesional, una voz cercana a Edesur asegura: "Para la empresa, lo que ha ocurrido en la última semana es comparable a estar en enero".
En sintonía con las complicaciones en el suministro constatadas en estos días, la fuente agrega: "Estamos con picos de demanda, y si se profundiza el frío lamentablemente vamos a tener más cortes".
La observación del actual escenario y el anticipo sobre lo que ocurrirá si arrecian las bajas temperaturas surge como la respuesta más contundente que ofrecen las distribuidoras al explicar por qué, pese a la lejanía del calor, los cortes se suceden en múltiples zonas de Buenos Aires.
Las fuentes vinculadas a las compañías indican que la dureza del clima de estas jornadas elevó el consumo a tal punto que el nivel es prácticamente similar al de los días de calor intenso.La explicación¿Por qué en estas épocas de bajas temperaturas se está produciendo este fenómeno? La respuesta es una: la marcada expansión de edificios completos, con equipos de calefacción para todas las viviendas, que han prescindido del gas y funcionan en base a electricidad.
"La expansión de los emprendimientos inmobiliarios que funcionan totalmente con artefactos eléctricos pasó a ser un verdadero dolor de cabeza para las empresas", aseguró a iProfesional un experto vinculado a las compañías.
En su visión, esto obliga tanto a Edenor como a Edesur a tener que brindar el máximo suministro de manera ininterrumpida, sin poder aprovechar meses de baja demanda para ir poniendo a punto la red.
Sumado al factor climático y a la proliferación de desarrollos de viviendas que reemplazan instalaciones de gas por otras 100% eléctricas, aparece el tema tarifas.
"El valor del gas juega claramente en contra de las intenciones de Edenor y de Edesur de aprovechar los tiempos que transcurren entre un verano y otro para optimizar sus redes", afirmó la fuente.
Presión inmobiliaria o fallas derivadas de redes que todavía no terminan de recuperarse, lo cierto es que los cortes de luz no han hecho más que decir presente en estas últimas semanas.
El miércoles pasado, por citar un caso, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) expuso que 59.370 hogares provistos por Edenor sufrieron la interrupción del servicio en algún momento de la jornada.
Según pudo saber iProfesional, el mismo organismo determinó que en el caso de Edesur los cortes de ese mismo día complicaron a casi el doble de ese universo: 111.802 usuarios.
"Lo que estamos viendo es consecuencia directa de un uso que se le da a la electricidad que va más allá de la iluminación", indicó a este medio un importante ejecutivo de unas de las distribuidoras, que pidió no ser mencionado.
"Hoy predominan las instalaciones de lozas, calefones, equipos de aire caliente, y todo se sostiene desde un único tendido", enfatizó. En su visión, este es un contexto de demanda energética que en nada favorece, por más inversión que se haga.El factor inmobiliarioPara las distribuidoras, aquello que determina un consumo tan alto para esta época, similar al de meses de intenso calor, es la acumulación de los desarrollos inmobiliarios que han dejado de lado las instalaciones de gas.
En este sentido, fuentes de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) aseguran que el 70% de los edificios construidos en los últimos diez años en la Ciudad de Buenos Aires son "100% eléctricos".
El tenor de esta tendencia fue confirmado a iProfesional por José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, quien señala que a lo largo de todos estos años se han ido sumando viviendas que funcionan sin gas.
De hecho, es la opción a la que apelan la mayoría de los desarrolladores. Al momento de ahondar en el porqué de esta elección, Rozados ubica en segundo plano la diferencia de valores entre las tarifas.
En cambio, asegura que los constructores ya descartan la instalación de redes hogareñas gasíferas por una cuestión estrictamente de costos.
Según el especialista, los edificios que se han ido erigiendo en los últimos años apuestan por un equipamiento interno de las unidades basado enteramente en dispositivos eléctricos.
De esa forma, dice Rozados, logran sortear reglamentaciones y gastos que, de otro modo, serían ineludibles: "La alternativa del gas les implica tener que lidiar con costos adicionales y con muchas trabas".
"Además, deben cumplir con infinidad de pautas lógicas relacionadas con la seguridad. También se requiere de aprobaciones posteriores incluso a los tiempos de comercialización del desarrollo", asegura a iProfesional.
Rozados indica que los emprendimientos que incluyen gas demandan, ya desde el inicio de la obra, una cadena de inspecciones establecidas por los organismos reguladores para cada una de las etapas de construcción.
"Incluso, quizás el constructor termina de hacer la instalación y en una de esas inspecciones se detecta una pequeña pérdida. Eso lo obliga a revisar todos los trabajos hechos, lo que se traduce en costos adicionales y en importantes demoras. Entonces, prescindir del gas les resulta la opción más ventajosa", señala.
"Esto explica la multiplicación de viviendas equipadas directamente con placas eléctricas, anafes, termotanques que operan con electricidad", comenta.
Señala además "que los inversores no se complican, no sufren dilaciones de tiempos, con todo lo positivo que eso conlleva en un contexto en el que los precios fluctúan casi de forma permanente".¿La cochera o la generadora?Desde Edesur reconocen la magnitud de los emprendimientos eléctricos en un escenario de alta demanda por efecto del frío intenso.
Desde el entorno de la distribuidora aseguran a iProfesional que a la acumulación de nuevos edificios de estas características tienen una alta incidencia sobre la red urbana.
"En cuanto se le habilita el suministro al constructor, lo primero que se hace es ofrecerle la instalación de una cámara transformadora propia", asegura la voz consultada.
"De esa forma, no se estaría sobrecargando a los equipos destinados a las vía pública destinados a la iluminación. El problema es que quienes están a cargo del proyecto no quieren ceder un mínimo de espacio", completa.
"En general, los desarrolladores prefieren destinar ese metraje a una cochera. Es decir, a algo que luego puedan vender", apunta la fuente.
Lógicamente, esto termina sobrecargando al sistema general. Por ende, cuando hay un corte, en lugar de que sólo el edificio sea el afectado, ese problema se extiende a toda la manzana", asegura.
En este marco, el nivel de cortes de luz en la Argentina continúa siendo elevado en comparación con los de otros países, más allá de que se hayan reducido los tiempos de restablecimiento del suministro.
En términos anuales, el promedio por cliente es del orden de las 15 horas, bastante menos que las 35 horas de hace un par de años.Italia, país de origen de Enel, controlante de Edesur, en la actualidad tiene un promedio de interrupciones de media hora por cliente en doce meses.
Las bajas temperaturas y la expansión de un modelo habitacional que ha reemplazado el gas por la electricidad permiten anticipar que el logro de una calidad de servicio "a la europea", en la Argentina, aún está muy lejos.