Diputados dio media sanción a la legalización del aborto: 129 votos a favor y 125 en contra
Tras casi 23 horas de debate, la cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que prevé la interrupción voluntaria del embarazo. La iniciativa, en general, se aprobó con 129 votos a favor, 125 en contra y solo una abstención.
Cuando parecía que la iniciativa iba a ser rechazada, en la última hora del debate varios diputados que anunciaron que iban a votar en contra, anunciaron que lo harían a favor.
Dos representantes de La Pampa cambiaron su postura y, sumados a un puntano que se encaminaba a la abstención, lograron revertir la tendencia hacia la aprobación.
Al momento de los discursos de cierre, la jefa del Frente Renovador, Graciela Camaño, se refirió a la "división" que el debate por el aborto legal provocó dentro del recinto, hacia el interior de los bloques y en las calles, y dijo que "nuestra misión no es fracturar a la sociedad". Asimismo, consideró que esto "nos tiene que llamar a la reflexión como dirigentes políticos".
Es que si bien parecía que la tendencia iba a ser contra el proyecto cuando se confirmó el voto de rechazo de Facundo Garretón (Pro-Tucumán) y los formoseños Inés Lotto y Gustavo Fernández Patri -ambos del Frente para la Victoria-PJ-, los pampeanos del bloque Justicialista Ariel Rauschenberger y Melina Delú anunciaron que revieron su posición y anunciaron que apoyarán el texto impulsado por la Campaña Nacional por el Aborto Seguro, Voluntario y Gratuito.
La novedad fue comunicada a través de Twitter por el diputado del mismo bloque Sergio Ziliotto, de quien ya se conocía su intención de acompañar el proyecto de ley.
"Junto a Melina Delú y Ariel Rauschenberger, los 3 diputados nacionales peronistas por La Pampa votaremos a FAVOR de la despenalización del aborto", escribió el legislador pampeano.
Casi al mismo tiempo, el radical José Riccardo informaba que también apoyaría la iniciativa, en lugar de abstenerse, como era su intención original. El puntano reveló que fueron sus hijas quienes inclinaron su parecer.
Además, Riccardo indicó que en la votación en particular pedirá incorporar al dictamen de mayoría un artículo referido a la creación de una comisión bicameral de seguimiento y control de las leyes y programas vinculados a la educación sexual y la salud reproductiva.
Así el sector que impulsa la iniciativa que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo pasó al frente, a poco de finalizar el debate en una sesión maratónica en la Cámara baja.
El resultado le ahorraría al titular de la Cámara baja, Emilio Monzó, la obligación de desempatar. De todas maneras, el resultado podría revertirse ya que algunos legisladores que se manifestaron contra el proyecto, podrían ausentarse de la votación.
Las abstenciones serían las de la peronista cordobesa Alejandra Vigo -quien adelantó la decisión en su discurso- y el radical puntano José Riccardo, que negocia la incorporación de nuevos cambios al dictamen mayoritario a cambio de su voto a favor.
Bajo la amenaza de la derrota, diputadas a favor de la despenalización del aborto salieron del recinto y le pidieron al Gobierno active una intervención de último momento para garantizar la aprobación de la ley este jueves en la Cámara baja.
"Alguien que impulsa el debate debería hacer un esfuerzo para convertir el proyecto en ley", consideró la radical Brenda Austin. En el mismo sentido, Victoria Donda (Libres del Sur), quien encabeza la iniciativa con su firma, sostuvo que "habilitar el debate no es sólo eso: es hacerse cargo de haber movilizado a un millón de mujeres".
Más dura, Cecilia Moreau, del Frente Renovador, denunció "presiones durante todo el día" y reveló que varios diputados del Pro recibieron llamados de funcionarios que intentaron inclinar su voto hacia uno u otro lado.
La massista personificó las presiones en el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el presidente del bloque Pro, Nicolás Massot, a quien acusó de haber ingresado al recinto a médicos del Hospital Austral, y de haber ofrecido "pasajes y contratos" a diputados. "Mi sensación es que hubo irresponsabilidad del Pro. Esto se les fue de las manos", dijo.
Karina Banfi, de la UCR, buscó poner paños fríos. Aclaró que "existe un interés de dar una respuesta clara a la gente que está afuera" por parte del Gobierno, y subrayó: "No hay presiones, pero no estamos solos".
También adhirieron al reclamo Romina Del Plá (Partido Obrero), Mayra Mendoza y Mónica Macha (Frente para la Victoria-PJ), entre otras.
Al abrir la discusión como miembro informante del dictamen de mayoría, el presidente de la comisión de Legislación General dijo que "es un honor iniciar este debate histórico, ya que por primera vez se va a tratar la despenalización y legalización del aborto gracias a las muchas mujeres que lucharon por el aborto legal, seguro y gratuito"
En ese sentido, el diputado destacó la decisión adoptada por el presidente Mauricio Macri "de haber apoyado el debate parlamentario en la apertura de sesiones ordinarias" el último 1º de marzo.
Lipovetzky –quien coordinó todas las audiencias donde expusieron 738 oradores– aseguró que "la gente nos pide que nos ocupemos" de la mortalidad materna por aborto y reafirmó que "todos estamos con la vida", pero "acá no se trata de salvar las dos vidas, sino de salvar miles de vidas".
También defendió la constitucionalidad del proyecto al afirmar que "no hay ningún artículo que prohíbe legislar sobre la despenalización del aborto" y concluyó: "Nunca más una muerte por un aborto clandestino", cerró su discurso el diputado oficialista.
En contraLa presidenta de la comisión de Salud, Carmen Polledo (PRO), advirtió que "hay que redoblar los esfuerzos en políticas de educación sexual y el apoyo obstétrico", remarcó al fundar su rechazo al proyecto.
"El niño que crece en el vientre de cada una de nosotras tiene derecho a expresarse y para eso debe nacer. El embrión no es un órgano de la madre. No hay libertad de elección si no hay vida. Si nos equivocamos con esta ley, el daño va a ser irreparable", subrayó.
Además, la diputada oficialista se quejó de las críticas "del progresismo" a quienes rechazan la despenalización del aborto. "Quienes decidimos defender el derecho de la vida por nacer, ahora somos los rancios conservadores", puntualizó.
También señaló que "la mayoría" de las mujeres embarazadas "sufren acoso psicológico de su entorno" para que aborten "y luego sufren esa decisión tomada", según escuchó en muchas de las exposiciones en las audiencias previas al debate.
Otro de los diputados que mostró su posición en contra del proyecto fue Luis Contiagiani, del Frente Progresista de Santa Fe, quien señaló que no va a claudicar en su "mandato de defender la vida" y advirtió que no le tiene "miedo a que lo linchen en la redes sociales".
En un emotivo discurso que estuvo al borde del llanto, Contigiani aseguró que "estamos ante un debate desde la profunda cosmovisión de cada uno y por eso reivindico la conciencia y no la ideología".
"No hay ninguna causa para eliminar una vida y me rebelo frente a eso ya que no hay un acto más revolucionario que defender la vida y la justicia social en una patria", apuntó.
Contigiani pidió "resolver los problemas sin que le hagamos pagar con la vida a nadie y empecemos a discutir políticas públicas para embarazadas".
En la misma línea, el salteño Alberto Olmedo reafirmó su postura de que "hay que salvar las dos vidas" y señaló que no va a "permitir que se utilice la plata del FMI para pagar los abortos porque acá no hay nada gratuito".
"Plantearon un aborto seguro, pero lo único seguro es que muere un chico y cuando hablan de gratuito acá tampoco hay nada gratuito porque lo pagamos con nuestros impuestos", expuso.
"Si la solución es matar al niño por nacer es porque hemos vuelto a fracasar como sociedad", afirmó Olmedo, quien agregó que si sale el proyecto va "a proponer un cementerio para las víctimas de los abortos".
A favorEntre las voces de apoyo al proyecto se destacó la diputada de Libres del Sur Victoria Donda, quien remarcó que se está "discutiendo si queremos aborto legal o aborto clandestino" y advirtió que los legisladores que voten en contra de esta iniciativa "no lo están haciendo a favor de las dos vidas sino de la clandestinidad".
Donda recordó que juró como diputada "con este pañuelo, cuando no se vendía en todas las esquinas y siempre nos comprometimos todos los años a tratarlo acá y no lo hacíamos".
"Ahora llegó al recinto por la fuerza de las mujeres del movimiento feminista que nos dijo a los diputados que teníamos que tratarlo", añadió.
"Me pesan los embriones que no van a nacer pero también me pesan las mujeres que ni pueden acceder a la salud pública por la clandestinidad", aseguró.
Además, antes del debate, dos diputados confirmaron que votarán a favor del proyecto de ley de despenalización del aborto.
Uno fue José Ignacio De Mendiguren, del Frente Renovador, quien subrayó: "Mi voto será un voto a favor de la salud pública. Las creencias personales deben subordinarse a las iniciativas vinculadas con la salud pública y las políticas que pueden garantizarla. Esa es la razón por la que acompañaré con mi voto este proyecto".
"Ojalá nadie tenga que abortar. Ojalá haya más educación sexual y más políticas públicas que nos den más libertad y más capacidad para ejercerla. Ese es el desafío que empieza el día posterior a que este proyecto sea ley", dijo el diputado, quien reconoció que el debate del proyecto cambió su "posición original contraria a la legalización".
El otro fue el radical Hugo Marcucci anunció también su aval al proyecto que este martes obtuvo dictamen favorable en una plenario de comisiones de la cámara Baja.
Otro diputado que sumó su apoyo al proyecto en las últimas horas fue Alejandro García, de Cambiemos, quien indicó: "Voy a votar el dictamen de mayoría de interrupción voluntaria del embarazo. Valoro que el respeto a la diversidad de opiniones en Cambiemos sea un ejercicio y no un mero slogan".
Por otra parte, el jefe del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, denunció que su número de teléfono "fue viralizado" y, tras señalar que "un verdadero católico no amenaza ni desea el mal", expresó: "No apoyo el aborto, solo creo que la criminalización de la mujer fracasó".
Fuera del CongresoEn medio de una fuerte expectativa, manifestantes a favor y en contra del proyecto que despenaliza el aborto se concentraron desde la mañana del miércoles en las inmediaciones del Congreso para respaldar sus posturas y se preparaban para una vigilia durante toda la noche, a la espera del desenlace en la votación.
La Plaza del Congreso amaneció completamente vallada, por la iniciativa del Gobierno de la Ciudad de separar las dos movilizaciones, quedando Rivadavia para la marcha por el aborto legal e Hipólito Yrigoyen para las expresiones que rechazan esa posibilidad.
La sesión en la Cámara de Diputados comenzó pasadas las 11 y en ese momento ya habían comenzado a reunirse militantes a favor de la despenalización, que tenían como horario formal de convocatoria las 12.
En las primeras horas de la tarde, mientras el histórico debate transcurría en el recinto, la avenida Rivadavia ya estaba colmada de asistentes, al igual que Callao, donde se montó un escenario a la altura de Juan Domingo Perón y la marea de gente continuaba casi hasta Corrientes.
El verde que identifica a la campaña a favor de la interrupción voluntaria del embarazo estuvo presente en cada uno de los asistentes, que llevaron pañuelos, los rostros pintados y eligieron vestirse con cada prenda de ese color que hubiera que sus placares.
Los "indecisos" que se inclinaron por votar a favor en las últimas horas y los conteos que empezaron a ser optimistas para el proyecto contribuyeron a generar un clima de festejo y expectativa entre los que se manifestaron por la despenalización, un aliciente a la espera de la vigilia que se preveía helada, con temperaturas que rondarían los 5 grados.
Del otro lado de las vallas, con los casi cien metros de la plaza de por medio, los grupos "provida" comenzaron a reunirse pasado el mediodía pero con menor participación, ya que la convocatoria formal fue para las 18:00.
El escenario, donde estaba previsto el evento denominado "Salvemos las dos vidas", se montó sobre la avenida Entre Ríos y su intersección con Moreno, y se esperaba la participación de la conductora Viviana Canosa para oficiar de presentadora.
Los primeros en llegar se agolparon en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, donde corearon canciones en contra del proyecto y le reclamaron a los legisladores no acompañar la interrupción voluntaria del embarazo.
"Diputado, diputado, no te lo decimos más, si aprueban el aborto, mucha gente morirá", fue la letra de uno de los temas que interpretó un grupo de jóvenes con banderas argentinas y globos de color rosa.
Además, una constante entre los participantes fue el pañuelo celeste con la inscripción "Salvemos las dos vidas", que tuvo muchos menos vendedores ambulantes que el de la Campaña por el Aborto Legal, ambos a un valor de 50 pesos.
"Hoy levantamos la voz, por los que no tienen voz" y "Sea legal o ilegal, el aborto mata igual", fueron otras de las consignas en contra de la despenalización.
Entre las agrupaciones convocantes estuvieron "Provida", "+ Vida", "Jucum" y "Marcha por la vida", entre otras, que montaron carpas y organizaron distintas actividades como ecografías en vivo y exposiciones.
Ambas movilizaciones aguardaron el resultado de la votación en las inmediaciones del Parlamento durante toda la noche.