En la previa de la devaluación, la balanza comercial se multiplicó por 8 y alcanzó nuevo récord
A la espera de los datos de mayo, que permitirán evaluar el impacto que tuvo la devaluación, el INDEC dio a conocer las cifras del comercio exterior argentino correspondientes a abril, que sí reflejan los efectos de la sequía histórica, que provocó un desplome de la producción de soja de casi 20 millones de toneladas.
Las estadísticas también confirman que hubo escasez de granos en la plaza, en un contexto en el que los ruralistas y exportadores todavía mantienen tras las tranqueras y en silobolsas unas 14 millones de toneladas de soja, por un valor cercano a los u$s4.500 millones.
Se trató de un comportamiento que dejó sin mercadería a la industria molinera, aceiteras y a los fabricantes de biodiesel y que fue recriminado por Elisa Carrió, cuando llamó a los ruralistas a que "hagan patria" y liquiden sus tenencias.
Esta dinámica protagonizada por el sector agrícola se reflejó claramente en las cifras de abril: según el INDEC, las ventas al mundo apenas crecieron un 6% en términos interanuales -la menor tasa de variación en lo que va del año-, totalizando un valor de u$s4.863 millones.
Sin embargo, al momento de hilar fino en las estadísticas se observa que los buenos precios salvaron el mes. En efecto, los valores de los productos exportados subieron 10,3%, mientras las cantidades despachadas exhibieron una caída de casi 4%.
La peor performance correspondió a los productos primarios (rubro que incluye básicamente a los granos), con un desplome cercano al 20% en volúmenes, pero con una baja que terminó siendo del 13% en valores, justamente, por el efecto precios.
En tanto que las manufacturas agropecuarias (cuyos principales productos son harinas y aceites) protagonizaron una caída de más del 8% en cantidades en abril, pero culminando con un alza interanual del 4,6% en valores también gracias a las cotizaciones, tal como se observa en el siguiente gráfico:
Como contrapartida, las importaciones retomaron la senda alcista: hasta el primer bimestre habían acumulado un crecimiento del 29%. En marzo, parecía que venía un cambio de tendencia, de la mano de un consumo más frío, y aumentaron menos del 9%.
Sin embargo, en abril -justo antes de la corrida cambiaria- las compras al mundo volvieron a recobrar impulso dado que, según el INDEC, se incrementaron a un ritmo cercano al 23%, redondeando un valor de u$s4.975 millones.
Al analizar por grandes rubros, la suba obedeció principalmente a:
-Un incremento de los bienes intermedios, básicamente para completar procesos industriales, con un alza de casi 28% y un aporte de u$s379 millones.
-Piezas y accesorios de bienes de capital, con una suba del 27% y un aporte de u$s261 millones.
-Compras de vehículos, que se incrementaron un 35% y sumaron u$s174 millones al crecimiento importador.
-Los bienes de consumo, en paralelo, crecieron 24%, con un aporte de u$s152 millones.
Al analizar por productos, se observa que entre los diez artículos que más crecieron a nivel importaciones figuraron:
-Porotos de soja, con un incremento de u$s181 millones, debido a las compras de granos a Paraguay y Estados Unidos para suplir la falta de mercadería a nivel local.
-Teléfonos celulares, con un aumento de u$s88 millones.
-Partes y piezas para el armado de televisores, de cara al Mundial de Rusia, que aportaron u$s46 millones al crecimiento de las impo.
Así las cosas, con exportaciones desacelerándose e importaciones moviéndose en un escalón superior, se consolidó un fuerte crecimiento del déficit comercial.
En abril, el saldo arrojó un rojo de u$s938 millones, una cifra ocho veces superior a los u$s112 millones de abril de 2017.
En tanto, al analizar el acumulado del primer cuatrimestre, se observa que el déficit ya superó los u$s3.400 millones, un 165% por encima del registro del mismo período del año pasado.
Sin embargo, desde la consultora Abeceb plantearon que "el salto del tipo de cambio real alterará el tablero del intercambio comercial argentino en el segundo semestre del año".
"Sumado a lo que ya se descuenta será un menor de nivel de actividad, las importaciones difícilmente sostengan la fuerte dinámica de los primeros cuatro meses", indicaron.
Si a esto se suma que la devaluación podrá ayudar al sector exportador, particularmente a las manufacturas industriales, entonces el contexto permitirá contener un poco el déficit.
La anterior proyección de Abeceb planteaba un rojo de la balanza comercial de u$s13.000 millones.
En este nuevo escenario, los analistas destacan que hay que esperar un déficit superior a los u$s8.000 millones pero bastante inferior a ese pronóstico inicial.