Naftas: Peña "salteó" a Aranguren y activó comunicación directa con Gutiérrez en YPF
Otra vez se escapa el dólar y el clima que se vive dentro del equipo económico es de nerviosismo cuando piensan en la pelea contra la inflación.
Es en ese contexto de incertidumbre ante la renovada volatilidad del tipo de cambio que surge con fuerza una orden ya pronunciada la semana pasada: hay que "contener" a YPF.
En otras palabras, que el precio de la nafta debe permanecer inmóvil al menos hasta junio inclusive.
La directiva, que resonó en los pasillos oficiales, fue emitida nada menos que por Marcos Peña, el jefe de Gabinete, quien a esta altura ya no duda en ejercer presiones sobre la directiva de la petrolera para desarticular cualquier nuevo movimiento de la compañía.
Para ello, Peña apela a un recurso que ya encendió una batería de críticas por lo bajo y celos en el propio seno del oficialismo: abrió una comunicación directa con Miguel íngel Gutiérrez, el mandamás de la petrolera.
Esta interacción dejó completamente afuera a Juan José Aranguren, ministro de Energía. Desde su círculo, interpretan esta actitud como una muestra de que el Gobierno lo considera "poco efectivo" a la hora de marcarle el paso a la estatal.
Fuentes cercanas al Ministerio de Energía, así como empresarios de vínculo estrecho con Aranguren, confirmaron a iProfesional la decisión de Peña de exigirle de forma directa a Gutiérrez que no aplique incrementos en los surtidores.
También, ratificaron la postura oficial de mantener al margen a Aranguren por ser considerado un "fundamentalista del mercado".
Dicho de otra manera, en las filas del oficialismo ven al funcionario como un actor inflexible al momento de garantizar la fluctuación libre del precio de la nafta.
"Juan José considera que las estaciones de servicio deben aplicar todos los aumentos que sean necesarios para acomodar sus números. Y que si el dólar sube y aumenta el precio del barril de crudo, bueno, eso debe verse reflejado en el precio del litro. Está totalmente en desacuerdo con cualquier intervención estatal", confió a iProfesional un empresario del expendio que trata con el ministro desde hace años.
En un momento en el que un mero cambio en los precios en surtidores podría derivar en un fuerte impacto en el índice inflacionario, en la cúpula de Cambiemos predomina la idea de que Aranguren no cederá a la necesidad de bloquearle a YPF cualquier intento de suba en las naftas.
Por ende, interpretan que lo más oportuno es "saltar" al ministro para tratar directamente con Gutiérrez.
"Aranguren accedió a regañadientes al pedido que le hizo Peña de que negocie con las petroleras un freno de dos meses. Es un hombre de mercado que detesta cualquier pedido de intervención. Le pidieron que ponga la cara con las empresas y lo aceptó sólo porque es un soldado. Pero intentará no volver a repetirlo, porque esto no coincide con su ideología, con su postura histórica", aseguraron desde el entorno del funcionario.
Una pica en ascenso
El diálogo directo Peña-Gutiérrez, por si le faltaba teleteatro al escenario, además reavivó una pica que Aranguren mantiene con el ex CEO del Grupo Telefónica desde la designación de este último al frente de la petrolera "de bandera".
En los pasillos de Energía aseguran que el ex Shell comparte "poco y nada" la visión de Gutiérrez por tratarse de un hombre completamente ajeno al mundo del petróleo.
"No es del palo. Y eso queda a la vista cada vez que interviene en las discusiones importantes inherentes al funcionamiento de la empresa. No falta el técnico que se ha mordido la lengua más de una vez para no corregirlo con cuestiones operativas", comentó un asesor del Ministerio.
Aun así, Peña valora la cintura política de Gutiérrez y que, a diferencia de Aranguren, el CEO es permeable a las observaciones y los pedidos que el oficialismo viene trazando, empujado por la coyuntura.
"Es un hombre razonable, que respetará el pedido de no mover los precios. Igualmente, Gutiérrez tiene en claro que si es necesario el Gobierno intervendrá directamente en YPF para desalentar cualquier suba. O sea, conoce los riesgos de probar con alguna 'desobediencia'", indicaron fuentes consultadas.
Por el lado de Aranguren, el mnistro y sus equipos técnicos consideran que el combustible debería subir al menos un 10% para empatar el vaivén de los últimos días. Para la Jefatura de Gabinete, sin embargo, un movimiento así implicaría detonar la economía.
"Peña considera que, en este momento, Energía debe tener poca participación en las tratativas con YPF. Y que el contexto general es más importante que la situación técnica o financiera de la petrolera. De ahí su intervención directa por sobre Aranguren", aseguró a este medio el representante de unas de las principales cámaras de vendedores de naftas.
Pedido expreso
El lunes por la noche, y por pedido de Peña, el ministro Aranguren solicitó a las petroleras que congelen los precios de los combustibles por dos meses, a pesar de la devaluación y el alza del barril de crudo, que está en su mayor nivel en cinco años.
El objetivo de dicho pedido es no sumar "ruido" a la inflación, según trascendió de fuentes cercanas al encuentro realizado en la sede de la cartera de Energía.
Las empresas pretenden aumentar arriba del 10% por la suba en el barril de petróleo crudo -cerró a u$s76 en la variedad Brent- y porque el dólar pasó a ubicarse por encima de los 22 pesos.
En el encuentro mantenido durante la jornada, Aranguren ratificó que el precio de los combustibles los fija cada compañía.
Sin embargo, el as en la manga que tien el Gobierno es YPF. El macrismo "pisará" los precios en los surtidores de la empresa durante 60 días y obligaría así a atenuar cualquier ajuste que pretenda hacer la competencia.
Ahora, los directivos de Shell, Axion y Trafigura deberán definir el camino a tomar, en consulta con sus directivos y accionistas.
La propuesta oficial sugiere que las compañías opten por recuperar entre julio y diciembre los aumentos no aplicados entre mayo y junio.
En 2017, la suba del precio de las naftas se movió siete puntos por encima de la inflación. Este año, en tanto, hubo ajustes en los combustibles en enero, febrero y abril y las petroleras fundamentaron los ajustes en la devaluación y un mayor costo del petróleo crudo.