En el equipo económico del Gobierno se muestran confiados en que lo del dólar es sólo una tormenta pasajera
El funcionario del equipo económico recurre a un término marítimo para explicar lo que está sucediendo en el mercado cambiario. "Estamos en plena bajamar. Hay que esperar. Ser pacientes. Unos días, quizás, hasta que el fenómeno se dé vuelta y venga la pleamar".
En el caso del mercado no hay agua sino dólares. Y la expectativa es que, así como la plaza se secó de billetes verdes -dada la menor oferta y la fortísima demanda-, la llegada de divisas al país vuelva a resurgir. Y también la calma.
En el Gobierno, y también en el Banco Central, sugieren que el fuerte movimiento de las últimas tres jornadas debería ser de poca duración.
La expectativa tiene doble explicación:
â—El mercado local, invadido por una ola de venta de Lebacs de parte de fondos de inversión extranjeros que huyeron para evitar pagar el impuesto a la renta financiera (entra en vigencia hoy jueves). Y fueron en busca de activos internacionales de mayor "calidad" en medio de la suba de la tasa internacional.
Ayer miércoles, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años superó 3% anual y se transformó en el combustible que potenció la corrida en Buenos Aires.
Por esta última causa, la salida de capitales dañó a toda la región. En Brasil, el dólar subió 1% (a R$3,51 reales).
Como reacción a un mercado agitado, el Banco Central convalidó una suba de un punto en el rendimiento de las Lebac en el mercado secundario. Una semana después de que la autoridad monetaria licitara Lebac a un costo del 26,3% anual para los títulos de más corto plazo, ayer el rendimiento subió al 27,3% anual en el mercado secundario.
Para los funcionarios, este movimiento alcista será clave para apaciguar la dolarización de las carteras.
En simultáneo, en el Palacio de Hacienda confían que la reciente licitación de obras públicas a través del sistema PPP abastecerá de divisas al mercado argentino. Por esa vía deberían ingresar unos u$s6.000 millones de acá a fin de año.
â—Respecto del mercado internacional, la expectativa en el equipo económico es que vuelva la calma más temprano que tarde. La hipótesis es que la Reserva Federal (banca central estadounidense) evitará que la economía se recaliente. Y que actuará antes de que eso suceda, subiendo antes la tasa de interés.
Si fuera así, y la FED se termina adelantando a los movimientos abruptos del mercado, apuestan en el Gobierno, no habría sorpresas negativas y la tasa de interés de los bonos a 10 años tendría un recorrido alcista pero sin traumas.