Raízen, el gigante brasileño que compró la red de Shell, ya planea su expansión desde el mercado argentino
A partir de ahora, su nombre comenzará a sonar de modo más frecuente en el mercado doméstico: Raízen, la nueva dueña del negocio de la red de Shell en el país.
Si bien es una empresa poco conocida en la Argentina, lo cierto es que es un verdadero gigante fronteras afuera.
De hecho en Brasil, su base de operaciones, procesa y comercializa a razón de 25.000 millones de litros de combustibles al año.
Esto último, a partir de la explotación de una red de 6.200 estaciones de servicio con la bandera de Shell y de un entramado de casi 1.000 tiendas de proximidad funcionado en los puntos de expendio.
En el país vecino, esta compañía es la principal productora de azúcar, etanol y bioenergía, con aproximadamente 860.000 hectáreas de tierras agrícolas cultivadas.
También posee 26 plantas de producción de bio-insumos, con capacidad para procesar anualmente 73 millones de toneladas de caña de azúcar.
Como si esto fuese poco, cuenta con la infraestructura suficiente como para generar casi 1.000 megavatios de energía eléctrica.
Aunque la producción y distribución de combustibles esté centrada en Brasil, la empresa también tiene presencia global, dado que posee oficinas en Houston (Texas), en Ginebra (Suiza), en Singapur, Malasia y en Olongapo (Filipinas).
Semejantes cifras se deben a que Raízen es la unión entre la misma Shell y Cosan, gran protagonista en el segmento de los biocombustibles y del mercado eléctrico en Brasil.
Cosan cuenta con un robusto y diversificado portafolio en las industrias de energía y logística que incluye compañías como:
- Raízen: energía y distribución de lubricantes
- Comgas: distribuidora de gas natural más grande del país
- Rumo Logística, la operadora ferroviaria independiente más grande de América Latina
- Moove, líder brasileña en ventas de lubricantes premium, también con operaciones en Reino Unido, España, Uruguay, Paraguay y Bolivia
Esta empresa -que ahora quiere pisar fuerte en Argentina- incursionó en el campo de la distribución de combustibles al igual que en la producción y comercialización de lubricantes en la nación vecina, tras quedarse en 2008 con todos los activos de otra gigante: Exxon Mobil.
En 2011, adquirió toda la estructura de Exxon Mobil Lubricants Trading Company en Bolivia, Paraguay y Uruguay.
En el transcurso de ese año, Cosan terminó por unirse a Shell para conformar la sociedad que este martes cerró la compra de los activos de la europea en la Argentina.
Con una facturación anual del orden de los u$s24.000 millones, Raízen ve al mercado local como una plaza atractiva
Luis Henrique Guimaräes, presidente de la empresa, afirmó que "vemos a Argentina en un buen momento, con buenas perspectivas para el sector y queremos crecer y crear valor juntos, trayendo nuevas oportunidades a largo plazo".
Claro que para la firma el mercado local también se perfila como una suerte de "puente" hacia otras plazas de la región.
Mirada sudamericanaFuentes cercanas a la compañía señalaron que la estrategia competitiva contempla hacerse -en toda Sudamérica- de un importante bloque operativo para la firma.
Así, lo que asoma en el horizonte son nuevas adquisiciones en otras partes del "vecindario", lo que le permitirá profundizar su poderío económico.
"La alianza en Brasil es producto de ese plan. La idea siempre ha sido la de ir fortaleciendo nuestras operaciones en términos regionales", aseguraron.
"Raízen es un gigante en su país de origen y la Argentina resulta clave para poder incursionar en otras plazas de Sudamérica. La alianza con Shell podría extenderse a más naciones", adelantaron.
Las fuentes también dieron cuenta del interés de Raízen por incrementar el volumen de ventas de naftas de los activos adquiridos, y remarcaron que la potencia de la alianza también "derramará" a los biocombustibles.
Concretamente, señalaron que la firma va a incursionar en este segmento en el ámbito local una vez que haya consolidado su desembarco.
Consultadas respecto de cuándo se hará efectiva la toma de control de los activos de Shell, las fuentes dieron por sentado que Raízen asumirá la operación hacia el último trimestre del año.
En simultáneo, reconocieron que más allá del impacto del anuncio, en la práctica el funcionamiento de las estaciones de servicio no cambiará casi en absoluto.
"Los puntos de venta mantendrán las banderas, la marca Shell. De hecho, ni siquiera cambiará la razón social. Nada se modificará en lo que hace a los empleados y la mayoría de los cargos que ocupan. Se respetará la antigí¼edad de todos", confiaron a iProfesional.
En efecto, el acuerdo garantizará la continuidad de los 2.000 puestos de trabajos directos, así como los acuerdos previos con propietarios de estaciones de servicio.
El trabajo más fuerte en cuanto al traspaso pasará por la migración de datos y por el vínculo entre las infraestructuras IT de Raízen y la actual operación de Shell en la Argentina.
"Los aspectos más fuertes comprenderán aquellas cuestiones vinculadas a sistemas y a los procesos internos. También, casi seguro, harán foco en el management. A esas tareas estarán destinados los esfuerzos de aquí a fin de año", anticiparon.
El traspasoLa negociación por la cual Shell concretó la venta de su negocio de downstream en el país involucró un monto de u$s950 millones.
Pero el camino no fue nada sencillo para Raízen: también habían presentado ofertas Quiñenco, brazo inversor del grupo Luksic; el grupo Southern Cross, fondo inversor liderado por Norberto Morita; las compañías Trafigura y Vitol, dos de las mayores empresas de comercialización de combustibles del mundo; PetroChina Co., el mayor explorador de petróleo y gas del gigante asiático, y a la argentina Pluspetrol S.A.
En paralelo, YPF se autoexcluyó de la licitación porque si sumaba a Shell, automáticamente pasaba a convertirse en un monopolio.
Este nivel, si bien la posiciona por detrás de la petrolera con mayoría de capital accionario estatal, YPF, que ostenta un 55% de share, la ubica por encima de otras compañías privadas, como es el caso Axion, con el 12%; Petrobras (de Pampa Energía), con el 6% y la firma Oil Combustibles, que atraviesa momentos de turbulencia y es responsable de manejar el 4%.
La operación entre Raízen y Shell incluye:
- La refinería de Buenos Aires
- Unas 645 estaciones de servicio
- Negocios de combustibles marítimos
- Combustibles de aviación, asfaltos, químicos y lubricantes
- Actividades de suministro y distribución.
Una vez que concluya la transacción, Raízen continuará su relación con Shell a través de varios convenios comerciales, por un valor estimado en u$s300 millones.
"Nuestro plan es seguir prosperando en el mercado argentino del downstream a través de Raízen", afirmó John Abbott, director global de Shell Downstream.
"Raízen nos ha generado un gran valor en Brasil y, bajo este acuerdo, seguiremos siendo un importante proveedor de combustible para la Argentina", completó el ejecutivo.
La transacción no incluye el segmento del upstream (exploración y explotación de pozos) de Shell en la formación Vaca Muerta.
La operación se enmarca en la estrategia global de Shell de simplificar su portafolio de activos a través de un programa global de desinversión de u$s30.000 millones.
Además, se vincula al proceso de revisión estratégica del portafolio de "downstream" de Shell en Argentina iniciado en agosto de 2016.
Como ya se dijo, el acuerdo además ofrece la oportunidad de consolidar una asociación regional entre Shell y el grupo Cosan.
Lo que queda
Una vez que cierre el traspaso de sus activos domésticos, la Shell "actual" sólo mantendrá presencia en la Argentina en el negocio de la exploración y la explotación de yacimientos de petróleo no convencionales.
La mayoría de ellos se ubica en el reservorio Vaca Muerta, en Neuquén.
Justamente, en esa zona, obtuvo resultados positivos en sus operaciones en las áreas de Sierras Blancas y Cruz de Lorena.
Además, posee una serie de pactos rubricados con YPF para avanzar con futuras extracciones en los alrededores de la localidad de Añelo.
Para la concreción de su plan en la Patagonia, la petrolera tiene previsto desembolsar hasta u$s300 millones en etapas.
En cuanto a los motivos que motivaron la venta a Raízen, vale decir que Shell también requiere de fondos para terminar de cubrir las compras millonarias que hizo a nivel global en este último tiempo.
Por citar un ejemplo, en enero de 2016 cerró la adquisición del gigante gasífero británico BG Group.
Luego de esta transacción, la angloholandesa comunicó oficialmente su plan para desprenderse de activos por más de u$s30.000 millones distribuidos en el mundo, con el fin de reducir su abultada deuda.
En este marco, ya ha venido avanzando en esta reestructuración que impacta en toda la región y, claro está, de la que Argentina no está exenta.
En 2011, Quiñenco se quedó con toda la operatoria de Shell en Chile. Tres años más tarde, la europea vendió buena parte de sus concesiones en Brasil a Qatar Petroleum Internacional.