Roubini: "El blockchain revolucionará las finanzas y las interacciones humanas"
El profesor de Economía de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, señaló que cada vez que se predice el fracaso del bitcoin y otras criptomonedas, suele generarse en respuesta una defensa más amplia de la tecnología subyacente: la "cadena de bloques" o blockchain.
"Es verdad (dice el argumento) que más de la mitad de las ofertas iniciales de monedas hasta la fecha fracasaron, y que lo mismo sucederá con la mayoría de las más de 1.500 criptomonedas que hay, pero aun así, el blockchain revolucionará las finanzas y las interacciones humanas en general", señaló.
En realidad, consideró al blockchain como una de las tecnologías más infladas de la historia.
"Para empezar, es menos eficiente que la tecnología anterior de base de datos. Cuando se dice que una aplicación se ejecuta "sobre blockchain", esto en general significa que la aplicación está distribuida entre una multitud de dispositivos", anotó.
Añade que la necesidad de espacio de almacenamiento y poder de cómputo, así como la latencia, son considerablemente mayores que en el caso de una aplicación centralizada.
"Los blockchains que incorporan tecnologías de "prueba de participación" o "no divulgación de conocimiento" (conocimiento cero) demandan verificar criptográficamente todas las transacciones, lo que las hace más lentas", puntualizó.
Por ello, precisó que los que usan "prueba de trabajo", como muchas criptomonedas muy difundidas, generan otro problema: su verificación demanda una inmensa cantidad de energía.
"Por eso las actividades de "minería" de bitcoins en Islandia van camino de consumir más energía este año que todos los hogares islandeses combinados. El blockchain puede ser útil cuando la relación entre velocidad y verificabilidad realmente lo justifica, pero no es ese el argumento con que suele publicitarse la tecnología. Las propuestas de invertir en blockchain repiten la promesa exagerada de que es una tecnología capaz de reemplazar industrias enteras (por ejemplo, la computación en la nube) y no reconocen sus limitaciones obvias", comentó.
En un artículo escrito para Project Syndicate, mencionó que hay muchas propuestas que dependen de la afirmación de que el blockchain es una "computadora mundial" distribuida y universal.
"Pero esa afirmación da por sentado que los bancos, que ya usan sistemas eficientes para procesar millones de transacciones al día, tendrían motivos para migrar a una única criptomoneda, notoriamente más lenta y menos eficiente, lo cual contradice todo lo que sabemos sobre el uso de software en la industria financiera. Las instituciones financieras, en particular las que hacen trading algorítmico, necesitan que el procesamiento de transacciones sea veloz y eficiente. Un único blockchain global distribuido, como Ethereum, nunca les resultaría útil", refirió.
Otro supuesto falso, según el economista, es que el blockchain es algo así como un nuevo protocolo universal, como TCP-IP o HTML fueron para Internet, de modo tal que uno u otro blockchain será la base de la mayoría de las transacciones y comunicaciones del mundo en el futuro.
"Una vez más, basta pensar cómo funciona en realidad esta tecnología para ver que es un sinsentido. En concreto, el blockchain en sí depende de protocolos como TCP-IP, así que no está claro de qué manera podría convertirse en su reemplazo", subrayó.
Además, a diferencia de los protocolos de base, el blockchaines un protocolo "con estado", es decir, almacena cada comunicación válida que se le haya enviado. Esto obliga a diseñar las aplicaciones teniendo en cuenta las limitaciones de hardware de los usuarios y la necesidad de protección antispam. Por eso Bitcoin Core, el cliente de software para bitcoins, sólo procesa entre cinco y siete transacciones por segundo (Visa, en cambio, procesa en forma segura 25 000 transacciones por segundo).
Así como no es posible registrar todas las transacciones del mundo en una única base de datos centralizada, tampoco se hará en una única base de datos distribuida. De hecho, los problemas de escala en la tecnología de blockchain siguen irresueltos en mayor o menor medida, y es probable que sigan así por mucho tiempo.
Aunque podemos afirmar con confianza que el blockchain no destronará al TCP-IP, puede ocurrir que en algún momento un componente particular de la tecnología (por ejemplo Tezos o los lenguajes de contrato inteligente de Ethereum) se convierta en estándar para determinadas aplicaciones, así como Enterprise Linux y Windows lo fueron para los sistemas operativos para PC.
Pero apostar a una "criptomoneda" en particular, como hacen muchos inversores en la actualidad, no es lo mismo que apostar a la adopción de un "protocolo" más general. La experiencia con el uso de software de código abierto no da muchos motivos para pensar que el valor empresarial de determinadas aplicaciones de blockchain vaya a capitalizarse directamente en una sola criptomoneda o en unas pocas.
Una tercera afirmación falsa tiene que ver con la utopía de "desintermediación" que supuestamente creará el blockchain al eliminar la necesidad de instituciones financieras u otros intermediarios fiables.
Esto es absurdo, por una sencilla razón: hoy cualquier contrato financiero puede ser modificado o deliberadamente incumplido por los participantes. Reemplazar esta posibilidad con cláusulas automatizadas rígidas no dependientes de terceros fiables es comercialmente inviable, sobre todo porque obligaría a garantizar al 100% en efectivo todos los contratos financieros, lo cual es una locura desde un punto de vista de costo del capital.