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La meta del 15% es lo de menos: arrancó el plan de Macri para llegar al 2019 con 3 años de expansión

La meta del 15% es lo de menos: ya arrancó el plan de Mauricio Macri para llegar al 2019 con tres años de crecimiento y déficit en baja
05/03/2018 - 11:16hs
La meta del 15% es lo de menos: arrancó el plan de Macri para llegar al 2019 con 3 años de expansión

Los funcionarios juran que la tienen muy presente en la mesa de decisiones pero ni ellos mismos se lo creen. En rigor de verdad, la meta de inflación para este año se ha convertido más en un fetiche que en una posibilidad cierta.

En público, los hombres de Macri que manejan la economí­a aseguran que el 15% es el "horizonte". En privado, admiten que si el í­ndice este año termina en el 20%, hay que brindar con champagne.

A esta altura, la cifra fijada por el Gobierno es una referencia que yace en el subsuelo en cuanto a temas prioritarios. En un piso superior figura el poder cumplir con el crecimiento (3,5% del PBI) y con la exigente meta fiscal.

En otras palabras, para el Ejecutivo es más importante que en 2018 el paí­s crezca más que en 2017 y que, de esta manera, pueda ingresar al perí­odo electoral mostrando la "chapa" de haber logrado tres años consecutivos de expansión económica.

El horizonte que observan los funcionarios coincide con las expectativas de las principales consultoras y bancos de la City porteña, que sitúan el í­ndice inflacionario para este perí­odo en 19,9%, de acuerdo con el último sondeo del BCRA.

La segunda prioridad, enlazada con el crecimiento, refiere al cumplimiento de la meta de déficit fiscal estipulada en el Presupuesto (3,2% del PBI).

Este también es un punto clave. No sólo para Macri, sino además para los inversores del exterior, que son los que deberán seguir financiando el gradualismo, pilar del modelo económico.

No es casual que el Presidente, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, haya subrayado la relevancia que le asigna a la cuestión fiscal.

"En el actual contexto, la Casa Rosada cree necesario enviar señales claras a los inversores", señala a iProfesional un funcionario con poder de decisión en el Palacio de Hacienda.

Por cierto, la elección de relegar el cumplimiento de la meta del 15% no significa que al Ejecutivo se desinterese del proceso inflacionario.

"Si hubiésemos corregido la meta al 20%, la expectativa del mercado se hubiera corrido al 25%. Y eso es insostenible. Necesitamos que este año la inflación sea más baja que la de 2017", añade la fuente.

Claro que el cambio tiene sus riesgos y la hoja de ruta puede ser retocada en el camino, si la dinámica obliga a hacerlo.

Algo de esto ocurrió en las últimas semanas: la modificación del escenario internacional, que incluye una suba de las tasas de interés en los Estados Unidos, obligó al Gobierno a dejar en suspenso el pretendido proceso de baja de tasas internas.

Un estrecho colaborador de Nicolás Dujovne se sinceró con iProfesional: "El Banco Central va a tener nuevas oportunidades de bajar la tasa recién en mayo. Hasta ese entonces, la inflación será elevada y no podemos correr riesgos con el dólar".

El borrador en el que trabajan los "Dujovne's Boys" incluye nuevos ajustes en las tarifas de luz, gas y agua hasta el quinto mes del año. Y todaví­a está bajo análisis otra ronda de incrementos en el transporte, más allá de los ya anunciados, que llegan hasta mediados de año. "Si suceden, recién serí­a hacia fines de 2018", expresa el funcionario.

Dujovne trabaja con la clara hipótesis que Macri hará campaña para su reelección con la premisa de una fuerte baja en la inflación. En virtud de ello, le prometió que llegará a las "urnas 2019" pudiendo mostrar que el í­ndice interanual estará en un dí­gito.

Puesto en números, implicarí­a una inflación en torno al 0,8% mensual, bien por debajo de los í­ndices actuales pero no muy lejos de lo que el propio Gobierno viene vaticinando y que, en algún momento de 2017, pareció que iba a cumplirse.¿Y el dólar?

Para el equipo económico, también para la Casa Rosada, con el dólar a $20,50 "se terminó el atraso cambiario". El debate, ahora, está enfocado en si el tipo de cambio deberí­a acompañar a la inflación.

Las fuentes consultadas no dudan en que así­ deberí­a ser, pero tampoco ocultan su temor al "pass through", el traslado de la devaluación a precios.

El hecho de que los funcionarios se pongan en guardia frente al alza del tipo de cambio se da tras corroborar que todo repunte del billete verde se contagia a los bienes y servicios más rápido de lo pensado.

Esto es algo que advirtió el Banco Central al dejar sin cambios la tasa de referencia en el 27,25% anual.

En este contexto, el dilema pasa por mantener la competitividad ganada en los últimos 60 dí­as o dejar que el atraso cambiario vuelva a escalar posiciones.

"Nosotros queremos que las exportaciones industriales, que crecieron 10% en el último año, sigan ese camino", desliza el funcionario cercano a Dujovne.

- "¿Cuál es la meta para el tipo de cambio?", pregunta iProfesional.

- "No la tenemos ahora ni tampoco es algo que estemos evaluando. Siempre terminaron mal en la Argentina, no sirven", responde.

Además, indica que el "si bien el tipo de cambio es flotante, eso no significa que esté librado al azar".

"Ya demostramos que si el dólar se escapa más de la cuenta, ya sea el Banco Central o directamente el Tesoro saldrán a respaldar el equilibrio", añade.El crecimiento en la mira

Parados en la próxima campaña presidencial, en Hacienda quieren que el jefe de Estado pueda presentar un ciclo de tres años consecutivos de crecimiento (2017-2018-2019) y en el marco de una inflación "que se desploma".

Semejante augurio, siempre según fuentes oficiales, se darí­a en un contexto de emisión monetaria controlada por el achicamiento del rojo fiscal y ya sin ajustes tarifarios extraordinarios.

"Queremos incorporar esta visión en los convenios colectivos", cuenta la fuente, dando cuenta de que, en los papeles, el Gobierno aspira a que los salarios (al menos los del sector público) funcionen como "ancla inflacionaria".

Forjado por las inversiones, en el Ejecutivo aspiran a que el PBI del 2018 crezca 3%. Y que si finalmente no llega al 3,5% presupuestado será por culpa de la sequí­a, que le restarí­a entre 0,4% y 0,5% a la economí­a.La trampa de Trump

La Casa Rosada diseñó que el plan de ajustes de las tarifas de los servicios públicos llegarí­a hasta abril inclusive.

Así­ y todo, a fines del año pasado modificó la pauta inflacionaria. Se mostró más tolerante con la suba de los precios, en la búsqueda de una baja de las tasas de interés que sirviera para apuntalar la actividad económica.

Sin embargo, hubo un hecho que obligó a los funcionarios a revisar la viabilidad de esa decisión: el cambio del escenario internacional. En esencia, la aceleración de la suba de las tasas de interés en EE.UU.

Tal situación preocupa en el gabinete económico. Tanto, que uno de los funcionarios de más peso en ese elenco habla de un "fin de ciclo en el mundo".

En su visión, de ahora en más habrá que esperar una tendencia alcista del costo del dinero y más volatilidad financiera como reacción al mayor riesgo inflacionario en los Estados Unidos.

En el equipo económico trabajan sobre distintas hipótesis, aunque son conscientes de la imprevisibilidad de Donald Trump (de hecho, acaba de anunciar pesados aranceles a las importaciones de aluminio y acero).

Saben, además, que el mandatario es el verdadero impulsor de las medidas que desembocaron en este "fin de ciclo" de tasas bají­simas.

El escenario más probable, sugiere un funcionario de diálogo frecuente con Macri, es que hacia fin de año la tasa a 10 años en EE.UU. (que ahora coquetea con el 3%), trepe al 3,5% anual. Y que escale al 4% en 2019.

"Sabemos que nuestro próximo financiamiento será más caro. Y que hay una masa de inversores que estaba de turistas en Argentina, aprovechando nuestra enorme rentabilidad, que se van a ir", señala la fuente.

Acto seguido, aclara: "Pero ese no es el desafí­o: nosotros debemos poner el foco en tentar a los inversores que apuesten por la economí­a real. Por eso tenemos que cuidar la competitividad de la economí­a".

El funcionario pone el dedo en la llaga. El precio del dólar suele prevalecer en Argentina no sólo en lo estrictamente económico y financiero, sino en la conducta y ánimo de la población.

Sin ir más lejos, la suba en la cotización de principios de año se tradujo en un incremento de casi 60% en la demanda por parte de los pequeños ahorristas.

El cambio en el escenario global preocupa. Sin embargo, admiten que podrí­a ser peor: a diferencia de años anteriores, ahora el ajuste de la tasa se da en medio de una fase económica expansiva, tanto de EE.UU. como de Europa.

Así­ y todo, el "riesgo paí­s" local escaló 13% en las últimas semanas, por encima a lo ocurrido en otros mercados emergentes.

Contra esa desconfianza (quién lo hubiera dicho) también deberá lidiar la administración Macri.