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China compra tierras en el extranjero y pone el foco sobre la Argentina

El desarrollo económico, cambios en la dieta y una proporción desfavorable de tierras cultivables impulsan a China a invertir en campos agrícolas 
24/02/2018 - 02:02hs

La numerosa población, la escasez de tierras arables y el cambio de dieta suscitado por el desarrollo económico empujan a China a intensificar la compra de tierras agrí­colas en el extranjero.

China concentra una quinta parte de la población mundial pero solamente el 10% de las tierras cultivables disponibles en el mundo.

La contaminación endémica, el exceso de fertilizantes quí­micos, la urbanización y el cambio climático tienden a disminuir la superficie agrí­cola y su productividad.

El desarrollo del poder adquisitivo estimula por otra parte el consumo de carne, un cambio de dieta que obliga a aumentar las importaciones de soja y de maí­z para alimentar el ganado.

Al mismo tiempo, los escándalos sanitarios que afectaron recientemente la industria alimentaria china (arroz contaminado con cadmio, leche con melamina...) reforzaron el interés por los alimentos importados.

Todo eso llevó a un espectacular aumento de las inversiones agrí­colas de China en el extranjero, que desde 2010 totalizan u$s94.000 millones, según los organismos estadounidenses Heritage Foundation y American Enterprise Institute.

China pone el punto de mira a varios paí­ses del sudeste asiático, ífrica y América Latina, según Land Matrix, una base de datos independiente de un grupo de investigadores.Argentina, Chile, Brasil, Mozambique, Nigeria, Zimbabue, Camboya y Laos entre otros paí­ses, registran la llegada de inversiones chinas, ya sean estatales o privadas, en campos de cereales, de soja, cultivos de frutas o haciendas de ganado.

Desde 2012, investigadores recopilaron proyectos chinos por un total de nueve millones de hectáreas en paí­ses en desarrollo.

El grupo inmobiliario Shanghai CRED, asociado con un grupo minero, compró en 2016 en Australia

En 2012, el grupo chino Shandong Ruyi habí­a comprado la plantación de algodón más grande de Australia.

Por su parte, los gigantes agroalimentarios Bright Food, Yili y Pengxin compraron decenas de plantas lecheras en Nueva Zelanda, provocando malestar entre los agricultores locales.

En Estados Unidos, el chino Shuanghui compró el fabricante de salchichas Smithfield Foods, un paso para poder acceder a las tierras ganaderas estadounidenses.

En Francia los multimillonarios chinos multiplican las compras de viñedos y hace poco las autoridades descubrieron que inversores chinos habí­an adquirido 1.700 hectáreas de tierras cerealistas en el centro del paí­s a través de un montaje jurí­dico que permitió evitar el control de la administración.

El conglomerado chino Reward Group confirmó en febrero que habí­a comprado "alrededor de 3.000 hectáreas" de tierras en Francia para cultivar trigo. Ese mismo conglomerado va a instalar una cadena de panaderí­as en Francia.

Esa intensificación de las inversiones chinas en la agricultura francesa, que tiene lugar en un momento de descontento de los agricultores, suscitó una reacción del presidente francés que este jueves anunció una nueva reglamentación sobre las compras de tierras agrí­colas por extranjeros.

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