¿Quién manejará el subte?: empresas de Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y Chile pugnan con Metrovías
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El recorrido es largo pero al menos ya se conoce quiénes están en línea de largada.
Tras un cuarto de siglo de funcionamiento ininterrumpido en manos de Metrovías, la Ciudad activó la competencia que culminará en agosto con la elección de un operador para el subte porteño por los próximos 12 años, con opción a tres más.
En la compulsa, indicaron a iProfesional distintas fuentes del sector, participarán verdaderos gigantes con actividades en Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, entre otras naciones.
En tanto, el cupo "doméstico" será ocupado por la propia Metrovías, según confirmaron a este medio desde la empresa propiedad del Grupo Roggio.
Entre las condiciones fijadas por el Gobierno de la Ciudad en los pliegos para la cesión del servicio se destaca el pago variable en función de la cantidad de kilómetros recorridos.
Hasta ahora, el Estado porteño abonaba a la concesionaria un monto fijo mensual por el servicio prestado.
En simultáneo, el nuevo operador deberá hacerse cargo de los costos de mantenimiento y gestión de las estaciones, el arreglo de las formaciones, y también del personal en relación de dependencia afectado. Sólo los puestos gerenciales continuarán bajo la órbita de la Ciudad.
Para poder participar del proceso, el oficialismo fijó que las firmas interesadas acrediten los siguientes requisitos:
- 15 años como operador de subterráneos de 30 kilómetros de extensión mínima
- 180 millones de pasajeros transportados en forma anual desde 2015 y hasta 2017
- Experiencia en mantenimiento de infraestructura, material rodante, instalaciones y equipamiento
- Conocimiento comprobado de la gestión de proyectos de renovación durante la operación
Se trata, justamente, de pautas que en la Argentina sólo puede cumplir Metrovías.
De hecho, y ante la consulta de iProfesional, desde la actual operadora del subterráneo reafirmaron la decisión de ir por más años de concesión.
"Estamos interesados en la licitación. Vamos a analizar todas las opciones y propuestas", aseguró a este medio, Joaquín Acuña, director ejecutivo de Metrovías.
Además, desde el entorno de la compañía anticiparon que la firma avanzaría con una propuesta que incluirá a un socio internacional que aporte tecnología a fin de modernizar el servicio.
"Metrovías parte con la ventaja de ser un operador conocido por el Gobierno, con experiencia comprobada y que también sabe del manejo de situaciones complejas que se dan en la Argentina. Con esto me refiero a los sindicatos", sostuvo a iProfesional un analista del sector.
"Si logra delinear una propuesta económicamente viable, es muy probable que continúe al frente del servicio", completó.
Curiosamente, desde los gremios se permiten una lectura similar.
"Metrovías ya tiene conocimiento del servicio, de los trabajadores y el de años de haber gerenciado las formaciones. Desde el PRO nos dijeron que una sociedad sería lo ideal", afirmó a iProfesional Néstor Segovia, secretario de AGTSyP.
Rivales en pugna
Más allá de esta ventaja inicial, lo concreto es que la actual prestadora tendrá enfrente a un pelotón de "pesos-pesado" que también formarán parte del proceso que se inició esta semana.
Entre las europeas que van por la concesión, hay dos que comparten un mismo origen: Francia.
- La primera es Keolis, que opera el transporte urbano de un copioso número de ciudades de ese país, además del metro de Lyon.
Fuera de los límites de esa nación, participa del negocio de los tranvías, colectivos y trenes suburbanos en Reino Unido, Australia y Canadá. A modo de ejemplo, en la actualidad tiene asignada la explotación del ferrocarril metropolitano de la ciudad estadounidense de Boston.
- La otra empresa, RATP, es 100% estatal. Entre otras funciones se ocupa de administrar el metro de París.
Similar a Keolis en su estructura de negocios, también tiene a su cargo la explotación de buena parte del transporte urbano en la capital francesa. Asimismo, ofrece sus prestaciones en Italia, Marruecos, Sudáfrica, Inglaterra y San Pablo.
Otra de las candidatas es Azienda Trasporti Milanesi (ATM), compañía cuyo socio único mayoritario es el municipio de Milán.
Esta firma posee un capital de 700 millones de euros y cuenta con varias subsidiarias. A la par, integra la International Metro Service, un "joint venture" con negocios en distintos mercados fuera de Italia.
En tanto, la alemana Deutsche Bahn, controlada por el gobierno de ese país, maneja el transporte de cargas en el Reino Unido y Rusia.
En noviembre, California le otorgó un contrato para operar y ampliar la red ferroviaria de alta velocidad de dicho estado norteamericano.
La última de las interesadas del Viejo Continente es Transport for London (TLF). Como su nombre lo indica, se trata de la firma estatal que opera la red de subterráneos y otros medios de transporte público en la capital del Reino Unido. Su titular es Sadiq Khan, alcalde de Londres.
Entre los candidatos regionales, Metro SA aparece como uno de los que más insistentes en sumarse a la compulsa y se encuentra abocado al análisis de los requerimientos para participar.
Esta compañía, de naturaleza estatal, viene llevando a cabo una verdadera transformación del metro en Santiago de Chile.
Por citar un caso, la red de la capital transandina alcanzará los casi 150 kilómetros este año, producto de una serie de inauguraciones efectuadas en diciembre.
El subte de Buenos Aires, el primero en construirse en América latina, no supera los 61 kilómetros, mientras que Metro SA ubicará al de Santiago en el 25° lugar del ranking de los más extensos del mundo.
En respuesta a investigaciones que dan cuenta de que esa ciudad contará con ocho millones de habitantes en 15 años, presentó un ambicioso proyecto para enfrentar tal expansión: construirá 125 kilómetros de subte en 13 años.
Resta sumar una participante más: la brasileña Invepar, a cargo del metro de Río de Janeiro y con gran número de concesiones en el país vecino.
Entre ellas, desde el control operativo del aeropuerto de Sao Paulo hasta la explotación de media docena de rutas y autopistas distribuidas en distintos estados.
Invepar es un conglomerado que cuenta como socios a la constructora OAS y a los millonarios fondos de pensiones de empleados de las firmas estatales Petrobras (Petros) y Banco do Brasil (Previ).
Más allá de quién salga ganando en la compulsa por la prestación, lo concreto es que el larretismo aspira con el nuevo contrato a bajar el monto que transfiere la Ciudad al operador.
De acuerdo con fuentes vinculadas al gobierno porteño, durante el último año Metrovías recibió algo más de $5.000 millones de las arcas públicas para llevar adelante el servicio.
La idea es, vía sucesivos aumentos, lograr empatar lo que se recaude con el gasto operativo de quien administre el subte de Buenos Aires.
Se viene otro aumento
A la par de la puesta en marcha de la licitación, la Ciudad convocó a una audiencia pública para el 6 de marzo.
El objetivo es claro: presentar el nuevo valor del pasaje de subte, que subirá de los $7,50 actuales a $11 en abril y a $12,50 en junio.
La audiencia se realizará a partir de las 12 en el Teatro de la Ribera, en el barrio de la Boca, según fija un decreto publicado el lunes en el Boletín Oficial porteño que lleva la firma del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
Este encuentro, en el que se debatirán los aumentos, no es vinculante, de modo tal que no será un obstáculo para impedir la aplicación del alza en dos tramos, por un acumulado del 66%.
Según la propuesta oficial, la tarifa social de subte será de $6 en abril y de $7 en junio y se mantendrá el importe escalonado que beneficia a pasajeros frecuentes:
- Quienes realicen más de 41 viajes pagarán $6,60 (abril) y $7,50 (junio)
- Por debajo de 20 viajes abonarán $11 y $12,50 respectivamente
- Entre 21 y 30: un importe de $8,80 y $10 a partir de esos meses
- De 31 a 40 viajes: un total de $7,70 y $8,75 para el cuarto y sexto mes
El Premetro costará $4 y también se mantendrán los pases gratuitos para jubilados y pensionados, personas con discapacidad y boleto escolar, así como los abonos maestro ($240 y luego $270) y estudiantil ($120 en abril y $135 en junio, para alumnos de escuelas secundarias y terciarias).