El consumo muestra datos preocupantes: supermercados "estancados" y shoppings en recuperación lenta
Los datos estadísticos sobre el consumo masivo siguen sin darle mayores alegrías al Gobierno, justo cuando la pugna por los salarios entra en un momento álgido y los gremios reclaman no perder poder adquisitivo.
Este jueves, el INDEC informó que la venta en supermercados no registró variación en diciembre último con respecto a diciembre de 2016. Es decir, un crecimiento nulo de los volúmenes.
En tanto, las ventas en los shoppings mostraron una mejora del 4,4% al realizar la misma comparación interanual.
Con respecto al "estancamiento" de la actividad en los supermercados, los analistas advierten que la causa podría estar en algunos fenómenos que cambiaron el modo de comprar de los argentinos y que impactaron en las cadenas grandes y medianas, que son las tomadas en cuenta por el INDEC.
Las compras en mayoristas, el vuelco hacia mercados de cercanía o "chinos" serían parte de la explicación. También, el crecimiento de las ventas en casas de electrodomésticos (un rubro donde los supermercadistas pisaban fuerte) y hasta el comercio electrónico tendrían su efecto.
La evolución de las ventas en los supermercados viene siendo una "piedra en el zapato" importante para la economía macrista. Así lo demuestran los registros de comparación interanual de los últimos meses, donde fuertes bajas se alternan con recuperaciones moderadas: abril (-1%); mayo (-2,5%); junio (-1,2%); julio (-2,1%); agosto (1,3%); septiembre (1,5%); octubre (-0,1%); noviembre (1,1%), y diciembre sin variaciones.Rubros en supermercados
Las ventas totales en supermercados son informadas por el INDEC a precios corrientes; es decir, los valores reales recaudados, que incluyen no sólo las variaciones en volúmenes de ventas, sino también el aumento de precios debido a la inflación.
Según se desprende del último informe del organismo, la inflación anual para los artículos de supermercado entre diciembre 2017 y el mismo mes de 2016 fue del 20%.
Lo llamativo es que el organismo oficial informó un estancamiento en las ventas (en términos reales) cuando, en una primera lectura, ese aumento del 20% en la facturación debería marcar una caída real si se lo comparara con la evolución del IPC.
La inflación general interanual, a diciembre, marcó un 24,8% contra -lo dicho- un 20% en las ventas de las grandes cadenas.
Ocurre que el INDEC no se guía por el IPC para deflactar las ventas reales en los súper sino que utiliza un índice particular, que toma en cuenta estrictamente la canasta de esos comercios.
Si así no fuera, y se guiara por el índice de precios al consumidor, en vez de estancamiento, debería darle un retroceso en las ventas.
Así, durante el mes de diciembre de 2017, los grupos de artículos con los aumentos más significativos respecto al mismo mes del año anterior fueron:
- Indumentaria, calzado y textiles para el hogar: 24,8%.
- Lácteos: 22,5%.
- Verdulería y frutería: 22,1%.
- Carnes: 21,8%.
En cambio, las bajas más significativas –por debajo del nivel inflacionario– se vieron en:
- Artículos de limpieza y perfumería: 14,7%.
- Alimentos preparados y rotisería: 17,7%.
- Bebidas: 19,8%.Mejora en shoppings
Por el lado de los centros de compras, el INDEC reporta una expansión del 4,4%.
Para evaluar el crecimiento de las ventas, se utiliza una inflación estimada que ronda el 16%.
Las ventas totales a precios corrientes en el mes de diciembre, en comparación con las ventas del mismo mes del año anterior, reflejaron que los rubros con mayor incremento fueron:
- Electrónicos, electrodomésticos y computación: 28,8%.
- Patio de comidas, alimentos y kioscos: 26,2%.
- Diversión y esparcimiento: 25,4%.
- Otros: 21,6%.
- Juguetería: 19,5%.
- Amoblamientos, decoración y textiles para el hogar: 18,9%.Consumo: ¿"víctima" de la meta inflacionaria?
Para este año el Gobierno busca "plantarse" firmemente para cumplir su objetivo inflacionario del 15%. Por eso, la discusión paritaria viene marcada por una conflictividad creciente.
Por otra parte, siempre que se busca un "ancla" que contenga el buque de los precios, aparece algún rubro o sector damnificado.
- Cuando las tarifas congeladas cumplieron ese rol, se hizo evidente la falta de inversiones, que derivó en una crisis energética de proporciones.
- Luego fue el turno del dólar, que dio lugar al atraso cambiario y que afectó seriamente a las economías regionales.
- Ahora, todo indica que es el turno de los salarios, y el "candidato" que se perfila como gran víctima del anclaje es el consumo.
El dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que esta variable puede llegar a representa el 75% del PBI, según cálculos de Eduardo Fracchia y Carlos Belloni, del Instituto Argentino de Economía (IAE).
"El consumo no va a ser el motor de la economía argentina", asegura Miguel Bein.
En general, los analistas ven un 2018 partido en dos: un primer semestre más complicado por los aumentos de bienes y servicios (que harán mella en el poder adquisitivo) y una segunda parte en la que el nivel de compras puede mejorar, aunque no mucho.
Para Guillermo Oliveto, director de Consultora W, el consumo puede incrementarse 1% en el año, pero siempre que el país logre crecer un 3%.
Para Damián Di Pace, director de Focus Market, el ritmo consumista será fluctuante y dependerá básicamente de las paritarias: "Lo que está claro es que no va a haber una explosión en 2018", afirma.
Para peor, se viene de un 2017 en que el consumo masivo registró un retroceso pese a la mejora que se había evidenciado en los últimos meses.
De acuerdo con la consultora especializada Kantar WorldPanel, diciembre no logró sostener el repunte de los meses anteriores y tiró hacia abajo el registro global del año.
La consultora ACM acerca una explicación a la caída: el poder adquisitivo de los argentinos todavía se encuentra 3,2% por debajo del registro de 2015.
"El comportamiento del consumo lleva a iniciar el año con un arrastre bajo, con expectativas no mayores al 1% de crecimiento para el primer semestre", advierte Federico Filipponi, Director Comercial de Kantar Worldpanel.