El plan de Macri para el dólar: "tirar" y mostrar poder de fuego hasta que liquiden sojeros en marzo
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La suba del dólar no incomoda al Gobierno. Por el contrario, el Gabinete ve con buenos ojos que el dólar se haya ubicado apenas por encima de $20.
La única preocupación es que la tendencia al alza vuelva a impactar sobre los precios, superando la inflación prevista por las autoridades.
El plan oficial ahora pasa por sostener la divisa en el valor actual sin que se escape para evitar un clima de incertidumbre en la city financiera, según informó ímbito.
Por ello, el viernes pasado el Banco Nación intervino y ofreció u$s400 millones para calmar la demanda de dólares.
Los funcionarios se esperanzan en que con la divisa cotizando como ahora, en marzo empiecen a liquidar los sojeros, que vienen demorados por la mala cosecha, aunque también por la especulación respecto al dólar.
Según datos del Palacio de Hacienda, los sojeros deberían liquidar durante este ejercicio unos u$s25.000 millones. Gran parte tendría que llegar en los primeros días de marzo. Algunos funcionarios hablan incluso de hasta 30.000 millones de dólares.
Hasta marzo habrá que "aguantar los trapos. Tenemos con qué", dijo un funcionario.
El humor del Gobierno con los sojeros no fue el mejor al menos hasta diciembre de 2017. La gestión de Mauricio Macri esperó desde el primero día "un gesto" desde los hombres del campo (en realidad, los exportadores) que, según los datos finales, no llegó. Al menos con la intensidad que esperaba el macrismo.
En el primer año de gestión macrista se liquidaron unos u$s23.910 millones, un 21,4% más que en 2015 y representó la tercera marca histórica. Pero el Gobierno no terminó conforme porque calculaba unos u$30.000 millones.
El mismo pronóstico se definió para el año pasado y los resultados fueron peores. En aquella ocasión, la liquidación de exportadoras de cereales, oleaginosas y derivados cayeron un 10,5% en 2017, hasta los u$s21.399 millones, a pesar de la cosecha récord. Son datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Con todo, el macrismo renovó su fe en el campo. La lectura oficial es que la cotización de la divisa mantuvo en 2017 un retraso cambiario importante, que invitó más a la silobolsa que entregar divisas, según ímbito.
La situación se notó a comienzos del año pasado, momento en que la cotización del dólar navegaba cerca de los $15,50 cuando debía ubicarse más cerca de los $19, siempre según la visión sojera.
Ahora sería otro el cantar. Con un dólar en marzo por encima de los $20 y una proyección de $22 promedio para todo el año y un estimado a diciembre de $24 (según el cierre del Rofex del viernes), el precio sería hoy lo suficientemente atractivo para no especular más con mejores valores de la divisa.
El análisis oficial refleja cierta seguridad en que la oferta de dólares hacia marzo abastecerá lo suficientemente la demanda interna, lo que servirá para controlar la tormenta cambiaria de comienzos del año.
Es que, desde esa óptica, las causas de aumento estacional de la demanda por motivos estivales terminarían en marzo y permitirían al equipo económico manejar con más calma el tipo de cambio.
La única variable que excede al Gobierno, según reconocen los funcionarios, es la crisis internacional y la voluntad de los inversores locales de dejar los pesos y apostar al dólar. Aunque esa decisión es vista como "un error".
Mientras tanto, hasta marzo, el macrismo asegura que la intervención de la banca oficial bastará para desalentar a los operadores, que apuestan a una escalada del tipo de cambio.
Esa política les mostraría que la decisión es sostener los valores actuales. Y evitar una subida más rápido de lo deseado.