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Cuatro proyectos de energí­a nuclear que Argentina exporta al mundo

Con un trabajo sostenido desde los años 70, el INVAP tiene en marcha cuatro grandes trabajos en Holanda, Brasil, Bolivia y Arabia Saudita
06/02/2018 - 16:21hs

Diez dí­as arás, Mauricio Macri anunció en Davos que Argentina le vendió un reactor nuclear a Holanda. Pero eso es solo una parte: Se concretaron hasta hoy cuatro grandes proyectos de desarrollo nuclear que adquirieron diferentes paí­ses.

Esta polí­tica tiene el sello del INVAP, una empresa estatal que cuenta con un enorme prestigio internacional. Además del contrato con la Fundación Pallas de Holanda por el diseño y construcción de un reactor de investigación y producción de radioisótopos para usos medicinales en la ciudad de Petten, Holanda del Norte, el INVAP tiene en marcha otros tres grandes trabajos en marcha: en Brasil, Bolivia y Arabia Saudita.

"El secreto de esto es que se trata de una polí­tica de Estado a largo plazo que la Argentina viene desarrollando y que el actual gobierno está dispuesto a reforzar sustancialmente", dijo a Infobae un funcionario del Ministerio de Energí­a que sigue de cerca todos los planes del INVAP.

El proyecto de Holanda

En el caso de reciente publicidad el INVAP le ganó en la licitación a las propuestas que habí­an presentado Corea del Sur y Francia.

Se trata de un contrato firmado por el INVAP con holandesa Pallas. Según explicaron en el gobierno, por la venta a Holanda de toda la tecnologí­a del reactor de 35 MW de potencia térmica la Argentina obtendrá unos u$s400 millones.

Actualmente, unos 10.000 hospitales europeos emplean esos radioisótopos producidos por el reactor y cada año se hacen más de 40 millones de procedimientos de diagnóstico y tratamientos, en la mayorí­a de ellos, casos oncológicos.

La oferta del INVAP fue elegida en junio de 2009, pero en ese momento las autoridades decidieron discontinuar el proyecto debido a la crisis económica global, hasta que en 2015 la Fundación Pallas llamó a una nueva licitación y la ganó la Argentina. 

Un reactor a Brasil

El otro proyecto que firmó hace dos meses el INVAP con Brasil fue por la venta de ingenierí­a para el desarrollo de un reactor RMB de investigación de alta tecnologí­a. El costo de ese acuerdo fue de u$s35 millones y en la diplomacia de Brasil aseguran que se trata de "tecnologí­a de muy alta calidad".

También hay un convenio de investigación de dos reactores, destinados a la producción de radioisótopos, la realización de ensayos de irradiación de combustible y materiales y la investigación con haces de neutrones.

Tendrán una potencia de 30 MW y serán desarrollados tomando como referencia el OPAL, reactor diseñado y construido por INVAP para la Organización Australiana de Ciencia y Tecnologí­a Nuclear (ANSTO) e inaugurado en abril de 2007.

Asistencia a Bolivia

Argentina desarrolló otro proyecto nuclear para Bolivia que se encuentra en proceso y consta de tres centros asistenciales de investigación nuclear.

La intención del INVAP en este caso es desarrollar un Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia de última tecnologí­a, que tendrá tres componentes: un ciclotrón (generador de radioisótopos, marcador tumoral), un Pet Scan (sistema de escaneo) y un Acelerador Lineal (para un tratamiento focalizado). Además, se implementará un Centro de Producción de Radiofármacos en la Ciudadela Nuclear en Tarija.

La compra de Arabia Saudita

En marzo del año que viene se concretará el proyecto de la venta de un reactor pequeño LPRL a Arabia Saudita por un valor estimado en u$s20 millones.

Se trata de un reactor pequeño de 1 MG de potencia térmica, pero esta iniciativa acordada con los saudí­es abre una ventana de oportunidades para la Argentina ya que Arabia Saudita y el resto de los paí­ses de la región están invirtiendo millones de dólares en energí­a renovable para el largo plazo teniendo en cuenta que en 50 años el petroleo va a dejar de ser una fuente central de financiamiento. 

Si bien actualmente el 70% de los contratos del INVAP están relacionados con el Estado nacional, la intención de largo plazo es darle un perfil más exportador a los proyectos nucleares de la Argentina.

Hay otros paí­ses como Estados Unidos, Rusia y China interesados en la tecnologí­a nuclear de la Argentina. Actualmente se desarrolla en el paí­s una actividad nuclear con gran potencialidad y con el foco puesto en la investigación.

Pero hay intenciones claras del gobierno de Macri de dar apoyo a los proyectos del INVAP en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de un modelo comercial con socios extranjeros. "Habrá fondos y recursos para el INVAP", acotó un funcionario de la Casa Rosada. De allí­ la relevancia de anuncio de Macri que hubo con Holanda y de los restantes proyectos a escala internacional.

Un aspecto pendiente de resolución es el tema de la firma del Protocolo Adicional de la OIEA a los acuerdos de salvaguardias nucleares. Casi todos los paí­ses relevantes lo han suscripto y Argentina y Brasil aun no, lo que genera problemas para nuestro paí­s que tiene un alto perfil exportador a través de INVAP.

"Esto implica que los observadores de la OIEA no pueden inspeccionar actualmente aquellos centros de investigación nuclear no declarados en la Argentina y ello puede generar dudas", explicó un funcionario del Gobierno que remarcó que la intención de Macri es suscribir cuanto antes este tratado para despejar cualquier cuestionamiento futuro.

La presidencia del Tratado de No Proliferación, que será la reunión más importante en el tema nuclear de los próximos años, y la candidatura argentina a al OIEA son partes de la proyección de la polí­tica nuclear que se le quiere dar al paí­s.

Está claro que tanto el INVAP como la Comisión Nacional de Energí­a Atómica vienen trabajando desde los años 70 duramente para que la Argentina hoy sea vanguardia en este tema.

El gobierno de Carlos Menem le dio un empuje importante a la temática. Durante el kirchnerismo se enfocó más la tarea en el desarrollo de satélites y se le dio poca importancia al desarrollo exterior del INVAP.

Ahora, Macri busca darle relevancia mundial al tema y puso a buena parte de la estructura del Ministerio de Energí­a a apoyar los proyectos del INVAP. Claro que para ello se requiere de una continuidad y una polí­tica de Estado a largo plazo.