Ahora los dueños del ex Grupo Indalo buscan inversores para su refinería de petróleo
Mientras espera definiciones sobre las causas judiciales que involucran y condicionan el futuro del ex Grupo Indalo, los por ahora administradores de las empresas del holding creado por Cristóbal López buscan potenciar algunos de los negocios para sumar ingresos.
En ese sentido, una de las empresas consideradas como estratégicas es la petrolera Oil Combustibles, precisamente la que desencadenó el fin del empresario kirchnerista y la que también lo llevó a pasar sus días tras las rejas en la cárcel de la localidad bonaerense de Ezeiza.
Actualmente, los dueños del fondo OP Investment a cargo del rebautizado Grupo Ceibo, insisten ante la justicia para reabrir el concurso preventivo de la empresa con el objetivo de presentar un plan de reestructuración a sus acreedores. En especial, a la AFIP a la cual adeudan más de $10.000 millones en el marco de una causa por evasión del impuesto a la transferencia de combustibles que derivó en el derrumbe de todo el ex Grupo Indalo y en su cambio de propietarios.
Para el financista Ignacio Rosner y sus socios en el fondo que ahora gerencia los activos de Ceibo, la petrolera es estratégica en el proceso de salvataje del conglomerado empresario. De hecho, siguen negociando con el grupo ruso Lukoil para convertirlo en un importante socio que aportará fondos frescos tanto a Oil como al resto del grupo.
En este marco, uno de los planes de que se encuentra atado al éxito del ingreso de Lukoil y a que la justicia libere el proceso concursal, se encuentra en el negocio agropecuario a partir de inyectarle capital a la refinería que la petrolera opera en la localidad santafesina de San Lorenzo.
En la actualidad es responsable del 8% de la refinación total del país y, al estar estratégicamente ubicada en el corazón del negocio agrícola del país, forma parte de la estrategia comercial de Oil que se orienta a la compra de crudo y su refinación posterior.
En Ceibo aseguran que no sólo es importante desde el punto de vista de la producción sino también del transporte de granos, ya que el 70% de la producción nacional se mueve alrededor de la refinería y su puerto. También explican que desde el punto de vista del trasporte por la hidrovía, se encuentra localizada en una zona privilegiada para el abastecimiento a los remolcadores de esa vía acuática. Como así también a los barcos mercantes que se llevan la producción agrícola que se exporta.
Con este escenario de fondo y con la esperanza de que la producción agrícola se incremente a partir de los cambios en la política económica y agropecuaria del país, Ceibo busca alternativas de inversión para la refinería de San Lorenzo. En el grupo aseguran tener "la oportunidad de crecer por encima del promedio de mercado por estar en la zona tributaria de este negocio".
Con 80 años desde su creación, que se cumplen este 2 de febrero, actualmente procesa petróleo crudo que proviene por vía marítima de las Cuencas Neuquina, Austral, del Golfo San Jorge y también del exterior. Posee tres unidades de destilación atmosférica, dos de destilación al vacío, una de cracking térmico, tanques de almacenamiento de crudos, productos intermedios y finales e islas de despacho tanto para productos livianos (nafta y gasoil) como para productos pesados (fuel oil, IFO y asfalto).
Tiene también tres muelles y una playa de 84 tanques para almacenar petróleo crudo, asfaltos, fuel oil, IFO, naftas y destilados medios entre otros productos; lo que brinda una capacidad de almacenaje de 340.000 metros cúbicos. A pesar de todos los problemas, hemos realizado mejoras con el objetivo de seguir satisfaciendo las necesidades y ofreciendo la mejor calidad de producto, garantizada hasta su despacho final en la red de estaciones de servicio de OIL", sostienen las fuentes de Ceibo.
La estructura original de la Refineria San Lorenzo fue inaugurada en 1938. Está localizada sobre la Hidrovía del Río Paraná y en el corazón agrícola del país. Tiene una capacidad para procesar 8.000 m3 por día de crudos livianos y medios, lo que representa el 8% de la capacidad de refinación del país.