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El futuro del trabajo, en un debate a fondo en Davos: se viene la era del "re-skilling" y el aprendizaje continuo

El futuro del trabajo, en un debate a fondo en Davos: se viene la era del "re-skilling" y el aprendizaje continuo
04/02/2018 - 18:03hs
El futuro del trabajo, en un debate a fondo en Davos: se viene la era del "re-skilling" y el aprendizaje continuo

En esta época en la que paí­ses poderosos se dan gala de avasallar a instituciones como la ONU o de salirse de marcos internacionales como el Acuerdo de Parí­s o la Unión Europea, no son pocos los que cuestionan el valor de esas entidades, así­ como de eventos como el Foro Económico Mundial, que tuvo lugar dí­as atrás en Davos, Suiza.

¿Es más que una vidriera para lí­deres polí­ticos en búsqueda de apoyo y para ejecutivos estrella de grandes compañí­as con ciertas aspiraciones monopólicas? Por lo pronto, son los únicos espacios en los que se logra comprometer a decisores globales en un trabajo conjunto sobre problemáticas que superan los alcances nacionales.

Fenómenos como la automatización y consecuente caí­da en la cantidad de puestos de trabajo disponibles -algunos que desaparecen para siempre-, las necesidades de reentrenar a los talentos para las nuevas necesidades de las empresas, el acoso sexual y estancamiento del avance de las mujeres en posiciones de jerarquí­a en los negocios y la polí­tica, fueron algunos de los ejes de las conferencias que tuvieron lugar en Suiza.

Hubo más propuestas que iniciativas concretas. Pero en principio, el consenso es que la tecnologí­a cambiará la naturaleza del trabajo irreversiblemente, y que los actuales sistemas de educación son inadecuados para encarar el desafí­o de reconvertir a las personas al ritmo necesario.

Hay una especie de "tormenta perfecta". Los empleos en producción se mudaron a paí­ses con mano de obra barata y poco calificada. Mientras, en occidente muchos ciudadanos se quejan porque no encuentran trabajo y temen por su futuro. A la par, las compañí­as más innovadoras no encuentran talentos calificados con las habilidades que necesitan.

Así­ lo expuso Yuval Noah Harari, profesor de historia en la Universidad Ebrea de Jerusalem, para explicar el resurgimiento de los nacionalismos, que proponen "repatriar" empleos, entre otras promesas.

Para él, en la historia de la humanidad, la idea propia del trabajo es moderna, y a la vez no es nueva la ansiedad por temor a perder el empleo: "Durante la Revolución Industrial estaba el miedo de que las máquinas tomarí­an el control y nos volverí­amos irrelevantes. Y pienso que esta vez podrí­a ser verdad".

Pero según concluye, la gente no tiene problema en ser explotado, sino que teme algo peor: ser irrelevante. El desafí­o no es solo calificarse para este nuevo escenario, sino que el avance de la tecnologí­a no crea en la historia una disrupción seguida de un nuevo equilibrio, sino que será una especie de "cascada" que obligará a las personas a reconvertirse cada 10 años. En ese marco, el académico de Jerusalén propone que la solución sea el "life long learning" (aprendizaje toda la vida) y la ruptura de la división entre la etapa de escuela y la "vida real".

Su colega de Dartmouth, Mary Flanagan, coincidió en que las mismas universidades deberán dejar lugar a otro tipo de formación que no sea de una vez y para toda la vida. Y alertó acerca del efecto opuesto que generará la automatización: "Habrá un regreso de lo artesanal, de lo boutique o la fetichización de los objetos. No hay que olvidar los nuevos mercados que surgirán en este cambio, porque habrá más necesidad de lo humano".

En Davos, entre los lí­deres no hubo pánico. Saben que los cambios en los perfiles de empleos y la caí­da en número no es algo que pueda resolverse con proteccionismos o esquemas más restrictivos de impuestos. En esto coincidieron, por ejemplo, el CEO de Alibaba, Jack Ma, y su par de Google, Sundar Pichai.

"Si tomamos como ejemplo el cambio climático, empezamos a preocuparnos, pasamos un montón de tiempo creando herramientas como el Acuerdo de Parí­s, y luego trabajamos en resolverlo. Pienso en IA (Inteligencia Artificial) de la misma manera, es probablemente la cosa más importante en la que ha trabajado la humanidad, más profundo que la electricidad y el fuego. Cada vez que trabajas con tecnologí­a, tienes que aprender a aprovechar los beneficios minimizando a la vez los puntos negativos", aseguró el lí­der del buscador en Davos.

El CEO incluso propuso acordar un marco legal y ético, con pasos a seguir, en torno a esta temática, como se hizo con la contaminación medioambiental. Serí­a un proceso que involucrarí­a tanto a gobiernos como al sector privado y la sociedad civil.

"Los riesgos son importantes pero la forma de resolverlos es adelantarnos, tener cuadros de ética, pensar en seguridad de IA desde el dí­a uno, ser transparentes y abiertos sobre como percibimos el progreso, y pensar marcos globales como hicimos con el Acuerdo de Parí­s", apostó Pichai, y pidió además desmilitarizar la Inteligencia Artificial.

Durante su exposición ante un grupo de jóvenes lí­deres globales de Davos, Jack Ma también dejó claro que no se saldrá de esta situación con soluciones unilaterales: "Mi opinión es que la primera revolución de la tecnologí­a causó la Primera Guerra Mundial, la segunda causó la Segunda Guerra Mundial. Ahora la gente se preocupa por la IA, los robots, por los datos y la privacidad. Si va a haber alguna tercera guerra, que sea contra una enfermedad, la contaminación ambiental, o una guerra contra la pobreza de todos nosotros juntos".

"No debemos hacer la guerra entre nosotros. Si no nos alineamos, los seres humanos van a pelear entre ellos, porque cada revolución tecnológica genera un desbalance en el mundo", continuó el CEO de Alibaba.

La Canciller alemana Angela Merkel, en un discurso teñido por su posición ante el Brexit, también abogó por una resolución conjunta: "La pregunta que tenemos que hacernos es cómo asegurar la prosperidad para el futuro. Y la otra pregunta es cómo apalancar a otros y no dejarlos atrás. Es muy importante para los paí­ses que no podrán actuar en este entorno si están divididos".

Aseguró que, en este marco, Alemania tiene dos problemas. "Como las cosas parecen funcionar, la gente no ve la necesidad de cambiar las cosas por la Inteligencia Artificial, no se dan cuenta que pronto esto no será suficiente. Y somos una población que envejece, por eso no se están volviendo más curiosos. Pero no seremos capaces de crear trabajo para nuestros jóvenes si no invertimos en estas nuevas tecnologí­as".

Un fuerte aliado de Merkel, su par francés Emmanuel Macron, también presentó la idea de un pacto social multilateral. Admitió que Europa cometió el error de pensar que el crecimiento económico por sí­ solo mejorarí­a las cosas en el continente, pero eso no ocurrió porque ese crecimiento no fue equitativo.

Este pacto entonces, deberí­a basarse en tres principios:

1.Derecho a invertir, sobre todo en educación, y en particular en la de las niñas

2.El deber de compartir el valor agregado para eliminar la crisis del capitalismo moderno. Incluye también iniciativas de igualdad de género y de sistemas modernos de impuestos coordinados, con marcos internacionales de cooperación y principios para manejar la tecnologí­a, que estén en manos de los gobiernos y no de las compañí­as.

3.Protección contra el terrorismo pero también financiera.

Incluso una de las co-presidentas del Foro, la CEO de IBM Ginni Rometty, abogó por una asociación público-privada y social. "Estamos en un momento bisagra con estas nuevas tecnologí­as que debemos guiar cuidadosamente, y las empresas que las construimos tenemos una responsabilidad. Les propongo a todas las compañí­as ejercer una 'administración responsable'", dijo al referirse a cuestiones de transparencia, principios para el uso de datos y formación de los trabajadores.

Aseguró que a través de esa alianza entre gobiernos y compañí­as se puede llegar a un mundo donde no todos necesiten un tí­tulo avanzado para sostener un empleo, y propuso el concepto que trabaja IBM como "nuevo cuello" (en lugar de trabajos de cuello blanco o azul), por los empleos que requieren una cierta formación especializada para acceder a un buen ingreso y hacer una contribución a la sociedad.

Reconvertir el talento

La de un marco global no fue la única propuesta ni la más concreta de la edición 2018 de Davos. Se presentó además el portal online en el cual alrededor de una decena de compañí­as lí­deres de tecnologí­a volcaron sus contenidos educativos y con el cual esperan efectuar el "reskilling" (reentrenamiento) de alrededor de un millón de personas antes de 2021.

Según contó Charles Robbins, CEO de Cisco Systems y presidente del Consejo de Gobernadores IT del Foro de Davos, fue el trabajo conjunto de dos años en el cual participaron firmas como SAP, Cisco, Salesforce, Tata Consultancy Services, PwC, Accenture, Hewlett Packard Enterprise, entre otras. "Todos estamos de acuerdo con que la tecnologí­a va a permear cada trabajo en el futuro de la misma manera que deslocalizará algunos de ellos. Tenemos una oportunidad pero también una responsabilidad de juntarnos como industria tecnológica de crear esta plataforma", indicó Robbins.

"Pero lo más increí­ble es que todas las empresas involucradas acordamos que esto era tan importante que nos pondrí­amos por encima de la naturaleza competitiva de nuestros negocios, para poner nuestro contenido educacional en un mismo lugar", concluyó quien estuvo hasta ahora a cargo del proyecto.

Hay solo ocho temáticas en el portal llamado SkillSET -para personas que busquen certificarse en algunas de las tecnologí­as que usan las empresas más importantes del mundo- pero va a haber cientos eventualmente, y también se publicarán allí­ muchas búsquedas de personal.

En paralelo se presentó en el marco de Davos un trabajo de investigación, que determinó a través de análisis de Big Data las trayectorias de reconversión que podrí­an seguir alrededor de mil trabajos que en la actualidad están en riesgo de desaparecer.

Los caminos propuestos para profesionales son variados, pero en esencia, el informe concluye que "los individuos que triunfarán en la economí­a del futuro son los que puedan complementar el trabajo hecho por las tecnologí­as mecánicas o algorí­tmicas, y 'trabajar con las máquinas'".

El informe también apunta a una solución en conjunto, ya que es tajante en cuanto a que "este desafí­o no puede ser resuelto por un actor singular". Asegura que muchos individuos quizás deban tomarse tiempo del trabajo para recalificarse y explorar opciones de empleo, para lo cual será necesario apoyo financiero público y privado, además de desarrollar planes para estas reconversiones que requerirán sistemas ágiles de protección social y seguros de salud.