Arrancó el Foro Económico de Davos con agenda centrada en el supuesto peligro del "nacionalismo populista"
Como es habitual para esta época del año, la localidad suiza de Davos reúne a lo largo de cinco días a más de 1.900 empresarios y directivos, 350 representantes de la política y 70 jefes de Estado y Gobierno.
La reunión empieza oficialmente el martes con una sesión plenaria de inauguración en la que actuará de maestro de ceremonias Narendra Modi, el primer ministro indio. En una de las sesiones programadas, se analizarán "los cambios en los entornos regulatorios, la política impositiva y los riesgos geopolíticos que pueden ensombrecer las perspectivas económicas para 2018".
Este Foro nació en 1971 como una fundación privada para discutir estrategias con las que las empresas europeas pudieran hacer frente a las necesidades y desafíos del mercado mundial, aunque en 2015 fue reconocido formalmente como una organización internacional para la cooperación público-privada.
"Tenemos 3.000 participantes que se reúnen en un momento en el que vemos numerosos desafíos geopolíticos. Al mismo tiempo, vemos que la economía mundial vuelve a crecer. Para debatir esto aquí, en Davos, tenemos a 70 jefes de Estado y de Gobierno, líderes empresariales mundiales y también representantes de la sociedad civil", explicaba el presidente del Foro Económico Mundial, Borge Brende.
La intención de los organizadores del encuentro es que sus participantes aprovechen la buena marcha de la economía global para hacer frente a los riesgos que amenazan a los diferentes países, a partir del "un deterioro del escenario geopolítico".
Este es el principal mensaje que contiene el Informe de Riesgos Globales de la organización.
"Una amplia recuperación económica nos ofrece una oportunidad que no podemos despilfarrar para abordar las fracturas que hemos permitido que debiliten las instituciones mundiales, nuestras sociedades y el medio ambiente", subraya el fundador de Davos, Klaus Schwab.
Y concluye afirmando que "debemos tomarnos en serio el riesgo de una ruptura global de los sistemas. Juntos tenemos los recursos y el conocimiento científico y tecnológico para prevenirlo. Por encima de todo, el reto es encontrar la voluntad y el momento para trabajar juntos en un futuro común".
Entre las personalidades que participarán este año en la cita estará Felipe VI, la primera ministra británica, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel. También viajará, en principio, Donald Trump, aunque su asistencia podría cancelarse debido al cierre de la Administración Federal.
Por su parte, entre los mandatarios de América Latina participarán Mauricio Macri; el brasileño Michel Temer; el panameño Juan Carlos Varela; el colombiano Juan Manuel Santos y el dominicano Danilo Medina.
En esta ocasión, el título de la reunión anual del World Economic Forum (WEF) lleva como título "Creating a Shared Future in a Fractured World" (Crear un futuro compartido en un mundo fracturado). Los desafíos que se deben afrontar
La convocatoria resume la principal idea por las que va a transitar el foro durante los cinco días que dura pues, en líneas generales, quienes asisten a la conferencia son conscientes de que las fórmulas económicas aplicadas hasta ahora necesitan profundos ajustes para dar respuesta a una serie de nuevos desafíos.
Esta definición surge de un exhaustivo informe publicado el pasado jueves que recoge los resultados de una encuesta en la que participaron 1.000 líderes empresariales y políticos sobre los riesgos que, a su entender, amenazan la estabilidad económica, social y política en el mundo.
El reporte, que se considera la columna vertebral sobre la que se asienta el encuentro, insiste en que "entre los desafíos más nuevos están el limitado poder de la política frente a la posibilidad de una nueva crisis; el cambio de paradigma que supone el incremento de la automatización de los procesos productivos y la digitalización; y el creciente mercantilismo y proteccionismo que se está produciendo, con el telón de fondo de una política nacionalista y populista".
En tal sentido, el organismo analiza estas cuestiones que pueden poner en riesgo el crecimiento económico global.
En primer término, los populismos, que en la mayoría de los casos están ligados a proteccionismos comerciales o nacionalismos identitarios, ya que se han convertido en una de las grandes amenazas de la economía de libre mercado.
Ello, a partir de la posibilidad de que "pueden amplificar los riesgos del desorden económico y financiero, particularmente aquellos relacionados con el comercio".
El informe hace una clara mención a "cuestiones de cultura e identidad que están causando tensión política dentro y entre un número creciente de los países de la UE, incluida Polonia, Hungría y, de diferentes maneras, España".
Y agrega que "la polarización entre grupos con diferentes herencias culturales o valores parece que puede seguir siendo una fuente del riesgo político en los países occidentales en 2018 y más allá".
Sobre este punto, el Foro menciona el problema del desafío secesionista catalán como uno de los ejemplos dentro de Europa de "polarización entre grupos con diferentes herencias culturales o valores, que pueden seguir siendo una fuente de riesgo político en los países occidentales".
También se señala que "los riesgos geopolíticos se ven agravados por la continua disminución del compromiso con el multilateralismo" económico basado en reglas claras y homogéneas.
Y en este sentido, critica actitudes como las del presidente estadounidense Donald Trump, por decisiones como la de retirar a EE.UU. del Acuerdo de París contra el cambio climático.
Precisamente, una de las mayores incógnitas de la edición de Davos de este año es qué efecto tendrá su controvertida presencia en este evento.
Otro punto sobre el que existe fuerte consenso, pues de hecho, un 93% de los encuestados así lo expresan, es el temor de que se agudice el enfrentamiento político y económico que ya se percibe entre las principales potencias y un 80% augura incluso riesgos asociados con un conflicto bélico.
En otro orden, se hace referencia a la creciente preocupación por los ciberataques y el robo de datos a través de Internet, un riesgo más que presente en el último ejercicio y que según el informe condicionará el escenario de riesgos durante los próximos 10 años.
"La tensión geopolítica está contribuyendo a un aumento de la escala y la sofisticación de los ciberataques", apunta el presidente de riesgos de Marsh, John Drzik.
"La exposición cibernética aumenta como consecuencia de la creciente dependencia tecnológica de las empresas. Aunque mejora la gestión de estos riesgos, las empresas y los gobiernos tienen que aumentar la inversión para mejorar la protección", apunta.
Otro punto sensible que menciona el relevamiento es el referido al aumento de la desigualdad, pues los entrevistados expresan su temor a que la mejora del entorno económico lleve a la complacencia sobre los persistentes riesgos económicos y financieros y las consecuencias de los avances tecnológicos para el desempleo estructural y el empleo de baja calidad.
Finalmente, cobra relevancia que también aumentó la sensibilidad respecto de los asuntos relacionados con el medioambiente, en todas sus vertientes: desastres naturales, calentamiento global, sequías y calamidades climatológicas. La actividad del Presidente Macri
El presidente Mauricio Macri como expositor en el Foro, a la vez que intentará avanzar en la concreción de nuevas inversiones.
El mandatario, disertará el próximo jueves, haciendo uso de su rol como presidente del G20 y luego encabezará una conferencia ante los editores de los diarios más influyentes del mundo, como el Financial Times o el Wall Street Journal.
Para avanzar en este terreno, se instaló una "Casa Argentina" con el objetivo de recibir a CEOs de diferentes compañías a diferentes reuniones de corta duración.
Las reuniones que tendrá Macri en dicho lugar ocupan un lugar central en la gira presidencial.