El Congreso, con confitería propia: El Molino funcionará como café y museo
La emblemática y tradicional confitería El Molino pasó a ser propiedad del Congreso de la Nación. La decisión fue tomada por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y volcada en la Resolución 18-E/2018 que se publicó en el Boletín Oficial.
La norma repasa la historia de la confitería, sus problemas y sus vicisitudes y le da al Parlamento la titularidad sobre el inmueble que ahora deberá readecuarlo y ponerlo nuevamente en funcionamiento con fondos que deberá proveer el Estado nacional.
El Molino, ubicado en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso Nacional, está cerrado y abandonado desde 1997 y el 9 de julio del año pasado cumplió 100 años.
Hace décadas está cubierto por una malla y una bandeja de contención que impiden desprendimientos de vitrales y mampostería.
En 2014, la expresidenta de la Nación Cristina Kirchner anunció su expropiación para que el edificio pase a manos del Congreso, organismo que deberá tener a su cargo volver a concesionar la confitería además de crear un museo que contenga elementos originales del bar por el que pasaron cientos de políticos y artistas argentinos.
La Confitería del Molino, es una obra del arquitecto ítalo-argentino Francesco Gianotti que fue inaugurada en 1916 para festejar el centenario de la Independencia.
Fue durante años centro de la vida intelectual, política y social de la Argentina. Por sus elegantes salones y mesas pasaron grandes personalidades como Alfredo Palacios, Lisandro de la Torre, Leopoldo Lugones, Carlos Gardel, Oliverio Girondo, Roberto Arlt, Niní Marshall, Libertad Lamarque y Eva Perón.
En los considerandos de la nueva resolución, la norma recuerda que por el artículo 1° de la Ley N° 27.009 se declaró de utilidad pública, y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural el inmueble de la "Confitería del Molino", ubicado en Av. Rivadavia 1801/07/15 esquina Av. Callao 10/20/28/30/32 de la Ciudad de Buenos Aires. Y se agrega que el artículo 2° de la misma ley se autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a adquirir dicho inmueble a un precio que no exceda lo establecido por el Tribunal de Tasaciones de la Nación.
En este sentido, el 18 de febrero de 2016 se designó al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda para que expropiara El Molino luego de que el Tribunal de Tasaciones estimara el valor a pagar a sus dueños.
En ese momento, El Molino era propiedad de un condominio que compartían en partes iguales Argital SA y Rocabren SA.
El 27 de diciembre de 2016, el Gobierno y ambas sociedades suscribieron un acuerdo de avenimiento de la confitería El Molino por una suma de $181,7 millones, valor que había dispuesto el Tribunal de Tasaciones de la Nación.
Tres días después el Gobierno transfirió los fondos a ambas empresas y se le informó a la por entonces Comisión Administradora del "Edificio El Molino", para que tomara posesión del inmueble, con las formalidades que considere pertinentes en cumplimiento de las disposiciones legales vigentes.
Ahora, la Resolución publicada en el Boletín Oficial cumple con lo dispuesto por el artículo 2° del Decreto 376 del 18 de febrero de 2016, que instruía al Ministerio del Interior a que, cumplido el procedimiento expropiatorio, transfiera de forma definitiva y sin cargo El Molino al Congreso de la Nación.
En cuanto al destino del inmueble, la Resolución recuerda que el artículo 5 de la Ley N° 27.009 establece que el subsuelo y la planta baja deberán ser concesionados para su utilización como confitería, restaurante, local de elaboración de productos de panadería, pastelería o cualquier otro uso afín a dichas actividades.
El resto del edificio deberá consagrarse a un museo dedicado a la Historia de la "Confitería El Molino" y el rol que tuvo en el crecimiento y consolidación de la democracia argentina.
También a un centro cultural a denominarse "De las Aspas", dedicado a difundir y exhibir la obra de artistas jóvenes argentinos que no haya sido expuesta públicamente en ningún medio.
Y el artículo 7 de la misma ley obliga al Poder Ejecutivo Nacional a contemplar en la partida del Presupuesto Nacional los recursos necesarios para dar cumplimiento a los destinos establecidos para El Molino, incluyendo los gastos de reparación y puesta en valor del edificio.
La resolución obliga además al Estado nacional a cuantificar el monto necesario para llevar a cabo la remodelación y puesta en valor de la confitería "a los efectos de las adecuaciones presupuestarias correspondientes". Además, da intervención a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).