Piden el fin de los "parches" en el mercado de telcos para incentivar inversión
Las telecomunicaciones en la Argentina se rigen por regulaciones de las décadas del 70 y del 90, del 2000 y de 2010, en una suerte de "parches" que se aplican sobre un mantel que, en los tiempos que se avecinan -los del mundo y los propios- ya está demasiado viejo.
Tanto, que si se pretendiera alguna "zurcida" adicional la tela quedaría tan raída que no soportaría otro aplique.
Una de las propuestas que se escuchó en este diciembre caliente, en paralelo al desarrollo de la Conferencia Ministerial de la OMC, fue "eliminar la regulación legada, tener claro lo que se quiere lograr y empezar de cero, sin olvidar que se pueda modificar hacia adelante".
Así lo propuso Daniel Pataki, vicepresidente de regulación de la GSMA, la asociación que nuclea a las principales operadoras móviles del país y del mundo.
Y lo hizo en momentos en que la Argentina se apresta a aprobar la fusión de la empresa de telecomunicaciones más grande del país, además de recibir una nueva serie de decretos, resoluciones, DNU y, eventualmente, hasta una nueva ley que ordene ciertos aspectos del funcionamiento del mercado y habilite otros.
Pataki, quien fuera presidente del Grupo de Reguladores Europeos (GRE), entre otros cargos del mismo rango en su país, Hungría, y en la misma Unión Europea, dijo, en diálogo con iProfesional, que "la regulación tiene que plantearse de qué modo incentivar la inversión y ampliar la cobertura. Una forma es reducir los impuestos. Otra es cómo se distribuye el espectro".
Justo dos temas de alta sensibilidad en la Argentina actual. En el marco de la reforma impositiva, la única rebaja que se propuso para el mercado fue la que se aplica a los smartphones. Pero el tributo que paga el servicio subirá, siendo el de mayor impacto puesto que es el que pagan todos los meses los usuarios de telefonía móvil.
En cuanto al espectro, "se trata de un trade off", señaló Pataki. "Si se pide mucho dinero por el espectro que se pone a disposición no se tendrá cobertura o el despliegue tardará mucho en realizarse. Por ende, hay que pedir menos plata pero imponer más obligaciones", expresó en el marco del Foro Economía Digital: Políticas públicas para el desarrollo y la inclusión en América latina, organizada por la GSMA en cooperación con la CEPAL.
De cara a 2018, el Gobierno, a través del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), presidido por Miguel de Godoy, prevé licitar nuevas porciones de espectro.
En principio se trataría de las de 700 mhz y de 1,7-2,1 que devolvió el Grupo Vila-Manzano (pero que se deben retornar al Estado bajo algún mecanismo, puesto que la ley hoy indica que deben pasar a Arsat) y de las porciones de 2,5 Ghz que debería devolver Telecom-Cablevisión como condición para que se le apruebe la fusión.
Pero las cosas en el mercado de las telecomunicaciones son más complejas aun que emitir un decreto o licitar espectro.
Los expertos comienzan a recomendar que la regulación se encare bajo los preceptos de la economía digital, entendida como la de los servicios que se basan en internet.
Netflix, Spotify, Google Libros, Airbnb, Uber son algunos ejemplos actuales, pero también una muestra de que mucho de lo que vendrá tendrá características similares.
El gran desafío que se presenta en este escenario es cómo cobrarles impuestos a esas empresas que se llevan parte del dinero de los usuarios de cada país: ¿establecer un área específica en cada uno de los ministerios involucrados, el de Transporte, el de Cultura, y así? ¿O crear una desde la que se traten cada uno de los conflictos que surgen desde los servicios digitales?
"No hay una respuesta única -aseguró Patakis-. Mi visión es que si el país está involucrado en una política digital va a funcionar porque abarcará todo. Hoy, el entorno es digital porque ya está en el ADN de los nuevos servicios. Es bueno que haya un liderazgo para forzar estos avances en los ministerios. Esto se tiene que generar desde lo más alto de la política y, hacia abajo, los reguladores seguir esta directriz".
Las nuevas regulaciones también deberían incentivar las inversiones. Es lo que, hasta ahora sin demasiado éxito, se propuso la administración de Mauricio Macri y que, a fuerza de tanto cambio en la regulación en los últimos dos años, desalentó cualquier intención inicial de parte del mercado.
Las inversiones anuales en materia de infraestructura se mantuvieron en los u$s2.500 millones anuales, tomando en cuenta los montos de inversión anunciados por las empresas.
Pero para este 2017 que se va se preveía que esa cifra se duplique, con una perspectiva de mantener desembolsos futuros en torno a los u$s5.000 millones anuales. Hasta ahora, no ocurrió.
¿Cómo incentivar, entonces, la inversión? Pataki consideró que "la filosofía regulatoria debería seguir a Estados Unidos, porque entienden mejor cómo funciona la regulación pro inversión. La Unión Europea es buena en la teoría, pero se dificulta su aplicabilidad por la cantidad de países involucrados, además de que los temas deben pasar por el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea".
La excesiva discusión que se plantea en Europa, dijo Patakis, hace que siempre termine ganando el status quo que, a su vez, suma un costo muy populista.
Regular a las telecomunicaciones con una mirada actual que, a su vez genere inversiones adicionales e incentive al mercado, no parece ser tan simple.
Ni tampoco se resuelve por seguir un eje u otro. Como los servicios digitales derribaron las fronteras, las anularon, lo que desde los foros de expertos se propone que los países comiencen a armonizar sus regulaciones a fin de que haya fluidez de las prestaciones. Y que, de paso, los gobiernos cobren. Porque de eso también deberán ocuparse las nuevas normativas.
¿Pero cómo se puede armonizar una normativa en bloque, por ejemplo, en el Mercosur o en la Alianza del Pacífico, si cada país se impone objetivos distintos en materia de mercado digital?
Ahí parece residir gran parte del desafío: discutir los temas sin más dilaciones en cada país y, en paralelo, ver la manera de compatibilizar eso que viene de un lado o de otro.
GSMA propone cinco ejes sobre los que definir las políticas públicas en este escenario:
1. Maximizar los beneficios de la convergencia y eliminar las barreras artificiales: que todos los prestadores puedan ofrecer todos los servicios a través de cualquier tecnología.
2. Expandir la cobertura a través de la eliminación de las barreras municipales: que se logren uniformizar las reglas para favorecer la instalación de empresas.
3. Mejorar la experiencia del usuario por medio del incentivo a la competencia en la calidad del servicio.
4. Promover una reforma fiscal que apunte a la inclusión digital.
5. Aprovechar al máximo el espectro radioeléctrico.
Durante el Foro de Negocios que se dio en el marco de la XI Conferencia Ministerial de la OMC, tanto ministros de países como ejecutivos de empresas, plantearon la necesidad de comenzar a discutir en materia de comercio electrónico y economía digital.
"La arquitectura y el contenido del comercio fueron escritos hace tiempo, cuando lo digital no existía. Las telecomunicaciones se gestionan separadas del comercio electrónico y del mundo audiovisual. En este cambio de era una de las mayores disrupciones es el de las fronteras, ya no existen más fronteras ni aduanas. De modo que hay que aprender a gestionar en este nuevo entorno", dijo durante su exposición Eduardo Caride, consejero delegado de Telefónica Hispanoamérica.
El ejecutivo sostuvo que "todos los países deben comenzar a operar con las mismas reglas porque todos lo hacen con normas e impuestos distintos".
Algo así como "nivelar la cancha", término que se escucha cada vez más en estos ámbitos. Y que también detalló Claudio Muruzábal, CEO de SAP para América latina y el Caribe, quien indicó que "la reglamentaciones tienen que tener el campo igualado, comenzado por brindar una cceso correcto a todos los actores de la sociedad".
Si las políticas van en esa dirección, las normas también tendrán que ajustarse, de una vez, a los nuevos tiempos. En lo posible, sin más parches.