• 26/12/2024

Se viene el e-cigarette: cómo la tecnologí­a anticipa las nuevas maneras de fumar con el cigarrillo electrónico

El negocio será en 2017 de u$s15.000 millones y en 2019 se duplicará. Tabacaleras apuntan a fumadores que quieren dejar el cigarrillo pero no la nicotina
01/01/2018 - 13:00hs
Se viene el e-cigarette: cómo la tecnologí­a anticipa las nuevas maneras de fumar con el cigarrillo electrónico

A principios del siglo XX, el cigarrillo, como se lo conoce hoy, representaba apenas el 10% del negocio de los productos derivados del tabaco. A fines de ese mismo siglo, equivalí­a al 95%, según datos de una de las principales empresas tabacaleras globales.

¿Sucederá lo mismo durante este siglo XXI con el cigarrillo electrónico y otros dispositivos parecidos, en los cuales la tecnologí­a es su gran impulsor, en especial entre los jóvenes? 

La respuesta tiene altas chances de tener una respuesta positiva, según estimó David O'Reilly, director de investigación y desarrollo (I+D) y del grupo de cientí­ficos de British American Tobacco (BAT), quien proveyó esos datos.

O'Reilly explicó en una conferencia de prensa en la que participó iProfesional, durante una visita realizada en noviembre por este medio al centro de I+D de la compañí­a en la ciudad inglesa de Southampton, su visión sobre la evolución y el futuro del "e-cigarette" y otros soportes similares que ofrecen una experiencia con menos preocupaciones respecto a la salud (de acuerdo a algunos estudios cientí­ficos) que el cigarrillo tradicional.

"El siglo XX fue el de los cigarrillos y el siglo XXI será el de los productos de nueva generación. No creemos que el cigarrillo vaya a desaparecer, pero sí­ que será superado en ventas", apuntó O'Reilly.

El mercado al que apuntan BAT y otras empresas, como Philip Morris, es inmenso: unas tres cuartas partes de los fumadores en el mundo quiere dejar de fumar, por los riesgos mortales a la salud que genera la combustión del tabaco a más de 400°, aunque no quiere dejar su adicción a la nicotina, según dijo O'Reilly.

Unos 500 millones de dólares de la facturación global de BAT, que fue de unos 16.000 millones de dólares en 2016, provinieron de estos productos de nueva generación (NGP, sigla en inglés), la denominación que engloba a los equipos relacionados a lo que se entiende en forma masiva como la actividad de fumar, entre los que se encuentar el e-cigarrillo.

Los pronósticos compartidos por el director de I+D, quien encabeza un área de unas 1.500 personas dedicadas a la investigación y el desarrollo en la tabacalera son ambiciosos. 

Para 2018 la meta es duplicar ese monto global de ventas (unos 1.000 millones de dólares) y llevarlo a 5.000 millones de dólares en 2022, y que en 2030 los NGP representen el 40 por ciento del total de la facturación.

Según informó a iProfesional un vocero de BAT, el mercado de productos emergentes asciende a casi 13.000 millones de dólares en el mundo.

El 60% de este valor está generado por los cigarrillos electrónicos, mientras que el 40% se factura a través de la venta de dispositivos y recargas de tabaco calentado. 

Se trata de un negocio muy concentrado en pocos paí­ses. La gran mayorí­a de las ventas de tabaco calentado se registran en Japón, mientras que el mercado de los cigarrillos electrónicos se concentra en cuatro paí­ses: los Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia.

La Organización Mundial de la Salud calcula que en 2025 habrá más de 1.000 millones de fumadores en el mundo.

BAT destinó unos 1.500 millones de dólares a productos emergentes. Desarrolla en paralelo productos emergentes de ambos tipos con la idea de que serán los clientes los que elijan una opción u otra y posiblemente ninguna acabe triunfando en todos los mercados debido, entre otras cosas, a la diferente regulación que tienen el tabaco calentado y el cigarrillo electrónico en los paí­ses del mundo.

El investigador (en la foto inferior tomada por el enviado de iProfesional), a cargo de la innovación en la compañí­a, señaló que BAT tiene presencia en el negocio del e-cigarrillo hoy en 11 paí­ses y los planes para 2018 elevan esa cifra a 40 paí­ses.

Existen dos tipos de cigarrillos electrónicos: los abiertos, que pueden ser rellenados con lí­quidos de diferente origen que se vaporizan, y los cerrados, con rellenos provistos por las empresas en el marco de un sistema propietario. 

La diferencia entre el tabaco calentado y un cigarrillo es una cuestión de temperaturas. Si en el producto tradicional el tabaco arde por encima de los 800 grados, los dispositivos de tabaco calentado funcionan a 300 grados o menos. 

La mayorí­a de las empresas del sector aseguran que la ausencia de combustión hace que estos productos tengan el potencial de generar menos sustancias tóxicas, lo que no significa que sean inocuos ya que contienen tabaco y nicotina. En cambio, los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco y pueden tener o no nicotina.

Existen diferencias en la forma de tratar a estos productos según cada paí­s. Por ejemplo, Japón permite el tabaco calentado y prohí­be el cigarrillo electrónico, mientras que otros paí­ses como el Reino Unido lo potencian como alternativa menos perjudicial al cigarrillo. 

Para O'Reilly, "la tecnologí­a impulsa la innovación" en el nuevo negocio tabacalero, en especial por los componentes y materiales que provee al e-cigarette y las baterí­as de litio, que amplí­an la duración y la potencia de la experiencia del "vapeo".

Pronosticó que los formatos cerrados van a prevalecer sobre los abiertos, y aclaró que no cree que vaya a desaparecer el cigarrillo tradicional, aunque afirmó que se va hacia un futuro dónde los NGP serán la mayorí­a.

"Ningún producto relacionado con el tabaco en la historia desapareció", recordó, en referencia a la pipa, el habano y otros soportes.

Consultado por iProfesional sobre la evolución del factor de forma de los NGP, estimó que aumentará en el corto plazo de acuerdo a las necesidades y deseos de los consumdores.

Al respecto, señaló los productos que estaban cerca de él en una mesa, donde habí­a desde e-cigarrillos que recordaban la forma de un habano hasta otros más parecidos a un silbato, como se puede ver en la siguiente foto del enviado de iProfesional.

En la siguiente lista de videos grabados por el enviado de iProfesional, O'Reilly explica su visión sobre los nuevos negocios de las tabacaleras:

Los NGP proveen al consumidor alternativas menos peligrosas para su salud que los cigarrillos tradicionales, explicó Sarah Conney, responsable de Comunicación y Colaboración Cientí­fica de BAT, durante la misma visita a las instalaciones de la empresa en Southampton, la ciudad donde falleció en el exilio el gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas.

Esos productos de nueva generación representan un desafí­o muy grande para la tabacalera, cuyo producto principal sigue siendo hoy un dispositivo vinculado al agro, como el cigarrillo.

"El cigarrillo electrónico es muy diferente" porque obliga a contratar a personas especializadas en tecnologí­a, señaló Conney, además del personal necesario para verificar la calidad de los ingredientes de los lí­quidos y de los materiales del dispositivo. 

En el siguiente video del enviado de iProfesional, la vocera explica las diferencias entre los sistemas abiertos y cerrados de vapeo:

Entre los NGP hay productos que generan una combustión del tabaco pero a temperaturas inferiores a los 400 grados, que son las que provocan los tóxicos quí­micos en el cigarrillo tradicional.

Ejemplos de este sistema son los Glo y los iFuse, que desarrillan una experiencia más cercana al cigarrillo tradicional, con sabores más intensos. Cooney los muestra en el siguiente video del enviado de iProfesional:

"En los próximos años la innovación puede ser enorme en cigarrillos electrónicos", aseguró Cooney, porque muchos "vapeadores" comienzan con equipos de baterí­as pequeñas y pasan a mayores. 

La meta es replicar experiencias y sensaciones que ofrece el cigarrillo tradicional, pero a través de los NGP con menos riesgos para la salud.