Terrorismo en Nueva York: hay cinco argentinos entre las ocho víctimas del ataque que conmueve a EE.UU.
Ocho personas murieron, entre ellas cinco ciudadanos argentinos, y más de una decena resultaron heridas el martes cuando el conductor de una camioneta arremetió contra ciclistas y peatones en el sur de Manhattan y luego se estrelló con un bus escolar en lo que las autoridades catalogaron como un "acto terrorista".
El hombre salió de la camioneta alquilada sosteniendo dos pistolas falsas, antes de ser baleado por la policía y detenido, explicó la policía de Nueva York (NYPD) en su cuenta Twitter.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 15, muy cerca de una escuela secundaria y otra primaria, mientras los niños de la mayor ciudad del país celebraban Halloween, el día de brujas, y se paseaban por el lugar disfrazados de Cenicienta, Batman o Harry Potter.
Fue el primer acto vinculado al terrorismo en Nueva York desde la explosión de una bomba casera en septiembre de 2016 en Chelsea que dejó 31 heridos leves. Un afgano de origen estadounidense, Ahmad Khan Rahimi, fue condenado por terrorismo a inicios de este mes.
Por su parte, la Cancillería argentina informó en la noche del martes que hay argentinos muertos entre las víctimas del atentado, según les anticipó el gobierno norteamericano.
Además, remarcó que "el Gobierno de la República Argentina se encuentra profundamente conmocionado por el fallecimiento de los compatriotas y trabaja en auxiliar a los familiares y amigos de las víctimas".
íšLTIMA HORA | VIDEO - Imágenes de la escena mortal en el centro de Manhattan, Nueva York que ha dejado 6 muertos y 15 heridos #31Oct pic.twitter.com/U7pB0O7xhO "” Alberto Rodríguez (@AlbertoRT51) 31 de octubre de 2017
La capital económica y cultural de Estados Unidos, con 8,5 millones de habitantes, se encuentra en permanente alerta de seguridad desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 cometidos por Al Qaeda que derribaron las Torres Gemelas.
El presidente Donald Trump condenó el ataque cometido por un hombre de 29 años que no ha sido identificado, y dijo que es "una persona muy enferma" y "perturbada".
El jefe de policía de Nueva York, James ONeill, informó de ocho muertos, al menos seis de ellos hombres. Once personas fueron trasladadas al hospital con heridas graves, precisó.
El atacante conducía una camioneta de alquiler blanca con un logo de la cadena de ferreterías Home Depot y se metió en el camino de bicicletas y de peatones, atropellando a varias personas antes de estrellarse contra un bus escolar e hiriendo a dos adultos y dos niños.
El atacante se bajó del vehículo con las dos armas en la mano y la policía informó que le disparó en el abdomen.Terrorista identificado
Fuentes judiciales identificaron al responsable del ataque como Sayfullo Habibullaevic Saipov. De 29 años, Saipov es un residente de Tampa, Florida, que llegó a los Estados Unidos en el año 2010 proveniente de Uzbekistán, según las cadenas CBS y ABC.
Testigos dijeron que al salir de la camioneta el atacante gritó "Alá es grande". Actualmente, se encuentra hospitalizado y fuera de peligro, aunque habría sido sometido a una operación médica.
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo en una conferencia de prensa horas después del ataque que todo indicaba que Saipov era un "lobo solitario", ya que no existían indicios de una coordinación mayor.
"Una tragedia horrible"
Un arma de perdigones y otra que dispara pintura fueron recuperadas en la escena del atentado, dijo la policía.
"Es un día muy doloroso para nuestra ciudad. Una horrible tragedia", dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
"Déjenme ser claro, basados en la información que tenemos a este momento, este fue un acto de terrorismo y un acto de terrorismo particularmente cobarde", añadió.
"Dirigido a civiles inocentes, dirigido a personas que viven sus vidas y que no tenían idea de lo que les iba a suceder. En este momento sabemos de ocho personas inocentes que han perdido sus vidas. Y más de una docena heridas", sostuvo el alcalde.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que la ciudad "es un símbolo internacional de libertad y democracia". "Eso también nos torna un blanco para las personas que se oponen a esos conceptos, y hemos vivido esto antes", agregó.
Policías, bomberos y ambulancias rodearon la zona del atentado, a pasos del río Hudson, y bloquearon varias calles, mientras las sirenas tronaban y los helicópteros sobrevolaban el cielo del sur de Manhattan.
Padres preocupados intentaban cruzar las calles bloqueadas, gritando "¡Mi hijo está allí!", o aguardaban inquietos en la puerta de una escuela primaria donde la salida de los niños fue aplazada por seguridad.
"No vi el tiroteo, pero llegué ahí unos 30 segundos después. Vi dos mujeres y niños que corrían hacía mí y gritaban ¡Tiene un arma! ¡Tiene un arma!", dijo un testigo, John Williams, un joven de 22 años que se dirigía al parque a hacer skate. "Había un fuerte olor de pólvora".
"Había un hombre herido en el piso. Parecía como si hubiese recibido un disparo. Estaba rodeado por policías y paramédicos", contó.
"Vi que dos autos, uno blanco y un minibús, habían chocado. Dos hombres querían pelear en la calle. Uno tenía dos pistolas, una en cada mano. Y al final llegó la policía. Escuchamos tres disparos (pero no los vimos)", dijo otro testigo, Manuel Calle, trabajador en un restaurante cercano de 46 años.
Fue la primera vez que hubo tantas víctimas mortales en Nueva York desde que un veterano del ejército estadounidense arremetió con su coche contra peatones en Times Square, matando a una joven de 18 años oriunda de Michigan e hiriendo a otras 22 personas el 18 de mayo pasado.
Las patrullas policiales en Times Square, una de las zonas más concurridas del mundo, fueron reforzadas en los años recientes tras un intento fallido de atentado con coche en el lugar el 1 de mayo de 2010, por parte de un inmigrante paquistaní, Faisal Shahzad, y luego de varios atentados en Europa.
El explosivo colocado por Faisal en un coche no detonó y éste fue arrestado después de abordar un vuelo con destino a Medio Oriente. Se declaró culpable y dijo que quería vengar las muertes cometidas por drones estadounidenses en Pakistán. Fue sentenciado a cadena perpetua.