De Vido, duro con Cristina, en una carta escrita desde la cárcel
El exministro de Planificación Federal Julio De Vido, detenido en la cárcel de Ezeiza acusado de corrupción, criticó a la expresidenta Cristina Kirchner, dolido porque la senadora electa declaró públicamente que no ponía "las manos en el fuego por nadie, salvo por su entorno familiar íntimo".
El exfuncionario kirchnerista cuestionó a la exmandataria aunque sin mencionarla a través de una carta (titulada "La mano en el fuego") que escribió desde el penal en el que está preso por orden de dos jueces federales.
Para De Vido su detención es "arbitraria e ilegal" porque los delitos que se le achacan " no están probados".
"Como todo tiene que ver con todo, días anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo que también en el Congreso", redactó el ex titular de la cartera de Planificación Federal.
"Fue cuando alguien dijo, al ser consultado de mi gestión, que no ponía las manos en el fuego por nadie salvo por su entorno familiar íntimo. Todo muy simultáneo, todo muy coincidente. Demasiado explícito", deslizó en la misiva de dos carillas.
"En realidad yo no conozco a nadie, y usted lector seguramente tampoco, que ponga las manos en el fuego y no se queme, créame que Antonio Torquemada (por el inquisidor) tampoco", continuó De Vido, quien se definió a la hora de firmar, al pie de la epístola, como "diputado nacional, preso sin condena".
De Vido remarcó que "la confianza se da y se quita, se gana y se pierde, la cosa es de a dos, como en el amor, pero su pérdida no incinera ningún miembro de su cuerpo, nada se quema, solo desilusiona y a veces mucho".
Sobre el final de la nota, agregó: "Ah, si quieren saber donde estoy, estoy donde estuve siempre, al lado de Néstor Carlos Kirchner, quien continuó y profundizó la obra de Juan Perón, aquí estoy y estaré hasta el fin de mis días, aquí estoy, seguro no me quemaré las manos", concluyó.
Para comprender la crítica de De Vido hay que retrotraerse al 11 de octubre pasado, cuando en una entrevista radial, a la expresidenta se le preguntó por la situación puntual de De Vido ante la Justicia. A lo que Cristina respondió: "No pongo las manos en el fuego por nadie. Solo por mis hijos y por mí, pero por nadie más".
En otros tramos de su nueva carta, la segunda desde que fue detenido, De Vido aludió a su "extensa trayectoria" como ministro en la que tuvo "muchísimos colaboradores"
En ellos "siempre deposité, en el marco de mis atribuciones y las propias de ellos, mi total confianza, algunos la honraron, otros no, y seguramente yo también los habré defraudado, a ellos o a mis superiores. Es humano y tan sencillo como eso", indicó.
Luego, el exministro cargó contra el Gobierno y hasta su propio bloque por no defenderlo en el recinto. Fue al referirse a su desafuero. Dijo que "en Argentina el estado de derecho está roto o simplemente no existe y los hipócritas de uno y otro lado miran para el costado".
Y desafió: "Si no, pregúntenme a mí".
"Estoy detenido sin juicio previo en dos causas por delitos que no están probados y de los que nunca pude haber sido el actor por falta de acción, es decir, que con las misiones y funciones que me atribuía la ley, aunque se hubieran cometido yo nunca los hubiera podido cometer", agregó sobre las dos causas judiciales en las que los jueces Luis Rodriguez y Claudio Bonadio ordenaron su detención.
"Estoy preso sin juicio ni condena", continuó.
Y sostuvo: "Y esto fue así para eliminarme del Congreso Nacional como diputado, más allá del lamentable circo mediático judicial impulsado por el Poder Ejecutivo en una sesión donde increíblemente no hubo ningún voto a mi favor".
En tanto, sobre su desafuero, sostuvo que "cada uno seguramente deberá hacerse cargo ante la historia de su voto y de su posición, sobre todo ante el pueblo de la provincia de Buenos Aires".
De Vido está preso en el marco de dos causas judiciales en la que se investiga defraudación a la administración pública en el Yacimiento Carbonífero Rio Turbio y en la compra de buques con gas licuado, cuando era ministro.
Ante este escenario, los abogados que lo defienden presentaron reclamos de excarcelación que todavía no fueron resueltos.
En otro orden de cosas, el exministro también es juzgado por la tragedia del tren de Once, pero el Tribunal Oral Federal 4 lo excusó de seguir concurriendo a las audiencias, por lo cual no será trasladado desde la cárcel a la sala de audiencias, este miércoles, cuando está previsto que se reanude el debate.