Tras los festejos del mercado, el baldazo de agua fría: Sturzenegger sube fuerte la tasa de interés
Es la tónica que caracteriza a estos días de festejo electoral del macrismo: la mezcla entre buenas noticias de la economía con el anuncio de medidas desagradables.
Mientras la Bolsa seguía festejando por el avance electoral de un gobierno "market friendly" y los indicadores como el EMAE y el índice de la construcción ratificaban el rebote de la actividad, llegó un baldazo de agua fría.
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dispuso una drástica suba de la tasa de interés de referencia para la economía, con el argumento de que el repunte inflacionario no le dejaba otra salida que recurrir a la mano dura en materia monetaria.
La medida fue mucho más que una decisión de política en el terreno financiero: fue todo una confirmación del poder que conserva el titular del BCRA en esa puja interna del Gobierno que enfrenta a "halcones" y "palomas".
Los próximos días serán, seguramente, de debate intenso entre economistas, funcionarios e inversores de la City.
Por un lado, la suba de tasas será elogiada por aquellos que, desde un punto de vista ortodoxo, ven a la inflación como el reflejo de un exceso de dinero circulante. Pero, por otro, no faltarán quienes crean que esa medida puede atentar contra el todavía incipiente repunte de la actividad en el sector privado.
Y, como siempre en estos casos, la suba de tasas provocará un entusiasmo renovado por la "bicicleta financiera" de la inversión en Lebac, al tiempo que restará incentivos para la compra de dólares.
La jugada inesperada para la City fue que la entidad monetaria subió la tasa de interés de referencia para la economía, que fija cuánto se cobrarán los préstamos y cuánto se pagará por los depósitos, que es el centro del corredor de pases a 7 días, que se encontraba en el mismo valor desde el pasado 11 de abril.
El aumento fue de 150 puntos básicos en el anuncio quincenal de política monetaria del martes, ya que pasó desde el 26,25% previo al actual 27,75% anual.
Algo que, quizás, se aguardaba en el mercado en los anteriores anuncios, alrededor de un mes atrás, cuando se esperaba que la inflación de septiembre iba a dar en torno al 2% (el dato final fue de 1,9%), pero no estos momentos.
La lectura que se realiza desde la City es que Sturzenegger realizó este movimiento, aprovechando el margen político que recién ahora tiene por la finalización del período electoral, y el buen desempeño del oficialismo en las urnas, a lo que se le suma el factor de las subas de los precios de las últimos días, entre los que se destacan el anunciado incremento de combustibles y el posible aumento en los diversos transportes públicos.
Entre las justificaciones oficiales de esta suba, el BCRA destaca que "dados los shocks recientes, y la insuficiente velocidad de la desinflación, la autoridad monetaria concluyó que se requiere un sesgo más contractivo de su política".
Y aclaró que el aumento anunciado el lunes en el precio de los combustibles "superior al esperado, requiere que la autoridad monetaria induzca al resto de los precios a aumentar a un ritmo menor para compensar dicho efecto".Además, entre los argumentos esgrimidos por el Banco Central se destaca que el 12 de octubre se publicó el índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional del INDEC, en el que arrojó que la variación de precios en el mes de septiembre fue de 1,9% para el nivel general y 1,6% para el componente núcleo.
"Con estos resultados, la inflación nivel general interanual ascendió a 23,8%. En cuanto a su descomposición regional, la inflación de septiembre se ubicó entre 1,3% en las regiones Noreste y Patagonia y 2% en el Gran Buenos Aires", detalló la entidad en un comunicado a la prensa.
También aclaró que pese a que los indicadores de alta frecuencia monitoreados por el organismo muestran una menor inflación en las últimas semanas, "que impactaría en forma más plena en el registro de noviembre".
Al respecto, el BCRA mencionó que en reiteradas ocasiones ha indicado que una mejor medida para evaluar el desarrollo de los precios es la inflación núcleo. En lo que va del año, "la misma ha mostrado una leve tendencia decreciente", ubicándose en 1,6% promedio mensual durante el último trimestre.
"Sin embargo, la autoridad monetaria busca una desaceleración más pronunciada", agregó el ente conducido por Sturzenegger.
Igualmente reafirmó que seguirá manteniendo un claro sesgo antiinflacionario hasta que la inflación núcleo "quiebre los valores registrados desde mayo y el proceso de desinflación converja" hacia el objetivo de una inflación de 10% para 2018, con una variación de más o menos dos puntos porcentuales.
Otros de los datos que puso la mira el Central es que en las últimas dos semanas también se conocieron los datos de inflación de septiembre correspondientes al Sistema de Precios Mayoristas y el Costo de la Construcción.
Las variaciones del primero de los índices (precios mayoristas) se ubicaron entre 1,0% y 1,1% respecto al mes previo, mientras que sus alzas interanuales se posicionaron en un rango que va de 15,4% para el índice de Precios Básicos del Productor (IPP) a 16,3% para el índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM).
Finalmente, el índice de Costo de la Construcción registró un incremento mensual del 1%, y su variación interanual aumentó a 32,2%, una cifra influida por el hecho de que los aumentos salariales en 2017 fueron en julio pasado, mientras que en 2016 tuvieron lugar recién en octubre.Desde la City
Esta medida fue tomada de diferente manera por los analistas, ya que, por un lado, creen que puede generar "ruido" esta noticia de subir las tasas de interés en medio del repunte económico y que, además, puede ser una señal al mercado de que se está fomentando la especulación financiera y no la actividad productiva.
"La credibilidad no se gana subiendo la tasa, sino bajando la inflación", dice Alejandro Rodríguez, profesor de Economía de la UCEMA.
Pero, desde la otra vereda, algunos expertos de la City consideran que esta alza se debe a un tema técnico, es decir, que se sincera la tasa de referencia, que se encontraba "estancada" hace seis meses en 26,25% y que había quedado retrasada respecto a lo que se paga en el mercado secundario desde hace un buen tiempo, ya que las Lebac a más largo plazo (273 días) otorgan alrededor de 27,35% anual.
Con esto último los analistas se refieren a un fenómeno discordante que estaba ocurriendo desde abril pasado, en el que la tasa de referencia estaba "planchada" por una cuestión política, en la previa a las elecciones sobre todo, mientras que la verdadera guía para el mercado que se movía y que había pasado a ser la que otorgaba la mayor rentabilidad eran las Letras del Banco Central.
De hecho, en los últimos seis meses Sturzenegger había hecho de todo, como comprar y vender dólares, subir tasas en el mercado primario y secundario, menos tocar la referencia de política monetaria formal, que es la que tiene un impacto mayor en mercado cambiario y en la economía real a través de los bancos y del canal crediticio.
"Da la sensación que el titular del Central esperó hasta después de las elecciones para acomodar esta tasa y reordenar la política monetaria, que se había desacomodado cuando subían las Lebac. En el fondo, implicitantamente, está reconociendo que antes no lo hizo por un tema electoral, ya que hace rato no acompañaba las expectativas y metas de inflación", reflexiona Gabriel Caamaño Gómez, economista de la Consultora Ledesma.
Justamente, el alza de esta semana en el interés de política monetaria indica que la misión del presidente del Banco Central, luego del ruido político electoral, es ordenar y unificar criterios para el ambiente inversor.
"Estaba claro, subiendo la tasa de referencia sin subir la Lebac te permite alinear tasas, comprar credibilidad e intenta anclar la inflación frente a suba de tarifas y negociaciones de paritarias, sin lastimar la recuperación", resume Federico Furiase, economista asociado del Estudio Bein.
En la misma sintonía, Caamaño Gómez sostiene que esta medida de Sturzenegger de subir la tasa de referencia permitirá "reordenar la política monetaria, que se había desacomodado con lo que pagan las Lebac, para darle ahora más claridad y ganar la eficiencia del mercado".
Por lo que cree que este es un camino para "lograr un proceso desinflacionario con costos menores, ya que las diferentes tasas convalidadas a nivel oficial (política monetaria y Lebac) metían ruido en la comunicacion del Banco Central con el mercado, y ahora se intenta dar un mensaje integrado".
Como conclusión, para la City fue un baldazo de agua fría esta alza en la tasa que marca el rumbo de la economía a "destiempo", pero para los analistas tiene un fundamento profundo que se basa en que la entidad monetaria está ordenando los desacoples que arrastra para poder encarar mejor el proceso para bajar la inflación y normalizar las variables.