Qué dice la reforma que impulsa el gobierno porteño respecto de las prácticas educativas
Para la cúpula de la gestión de la Ciudad, la reforma educativa en las escuelas de la Capital ya es un hecho. Días atrás el propio Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, defendió su aplicación.
"La mayoría de la gente está convencida de que hay que avanzar en una reforma porque sino la escuela está cada vez más lejos de lo que enfrentan los chicos", dijo en una entrevista con radio El Mundo.
"Estamos convencidos de que hay que hacer una reforma del sistema educativo, de hecho hay una ley nacional del gobierno kirchnerista que contiene muchas de las cosas que se están discutiendo" ahora, apuntó Rodríguez Larreta.
Sin embargo, con las elecciones legislativas en puerta, las autoridades de Educación de la Ciudad no estuvieron disponibles para responder a las consultas de este medio respecto de los cambios que se esperan instaurar respecto de la "formación para el trabajo" en el último año, o cuándo comenzarán las pruebas piloto para su aplicación.
La noticia trascendió a los medios a través de la filtración de un documento oficial en Power Point que indicaba que comenzaría a aplicarse una primera instancia en un puñado de menos de 20 colegios, tan pronto como el año próximo.
Entre las medidas que éste puntualizaba, la más polémica fue la que volvía obligatoria la realización de prácticas por parte de los alumnos en el último año. Si bien ya existen en la Capital colegios secundarios en los que los jóvenes realizan estas actividades en empresas, organismos sin fines de lucro y entidades de distinto orden, la novedad era la obligatoriedad para aplicar en todas las escuelas públicas.
Pero el documento respecto de la Nueva Escuela Secundaria (NES) que hasta el día de hoy figura en canales oficiales al respecto no coincide con esa información. En un texto titulado "La Escuela que queremos" se establecen conceptos que enmarcan las prácticas, y en el apartado con preguntas frecuentes se asegura que los alumnos no irían a trabajar en esas instancias y que no comenzaría a aplicarse en 2018 una prueba piloto.
Se aclara además que "los estudiantes deben cursar todos los espacios curriculares indicados en el Diseño Curricular" y además se prevé un tiempo escolar destinado, por un lado a la "formación pre-universitaria o pre-terciaria, de manera voluntaria", y por el otro "al acercamiento al mundo del trabajo mediante prácticas educativas que cada escuela desarrollará, de acuerdo con su Proyecto Escuela, en organizaciones académicas, científicas, tecnológicas, humanitarias, artísticas, etc".
Esas actividades para alumnos del último año serían, de acuerdo al Ministerio de Educación de la Ciudad, "de carácter integrador" que permitan "aprender en la práctica", en situaciones de espacios e instituciones reales de trabajo relacionadas directamente con el perfil profesional de los estudios de cada chico.
Esto último refiere a que las prácticas deberían ser organizadas por las escuelas de acuerdo a la orientación elegida por el alumno, entre las posibilidades que ofrece la NES, y que incluyen desde las tradicionales como Lenguas, Matemáticas y Física o Economía y Administración, hasta orientaciones en Medioambiente, Arte o Comunicación.
La propuesta del gobierno porteño deja en manos de las escuelas el diseño de su propio programa de prácticas y no aclara cuáles serían los controles efectivos del mismo. Esto quiere decir que el tiempo que los alumnos transcurran en prácticas fuera de la institución será determinado por cada institución, que debe procurar espacios para cada uno de sus alumnos de último año, no necesariamente en empresas, sino también en organismos públicos, entidades de bien público, ONG.