Grieta informática: el kirchnerismo pone bajo sospecha la "caja negra" del software para el escrutinio
A pocas horas de las elecciones legislativas nacionales del 22 de octubre, el software que se empleará en el proceso de escrutinio de los votos se convirtió en uno de los ejes de la puja entre el Gobierno nacional y el kirchnerismo.
Luego de las PASO del 13 de agosto, cuando Cristina Kirchner se impuso por un levísimo margen sobre el macrista Esteban Bullrich, la candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana (UC) en la provincia de Buenos Aires puso en duda en reiteradas ocasiones la transparencia de los comicios porque no hubo respuestas de la Justicia Electoral ante las medidas que exigió su fuerza.
Entre dichas medidas reclamadas por la expresidenta se encuentra la auditoría del software empleado en el proceso electoral.
La abogada Graciana Peñafort, integrante de UC, señaló que el pedido gira en torno al soporte informático utilizado por la empresa española Indra en las PASO, el mismo que se empleará en las próximas elecciones, que "fuera contratado por concurso privado y muy cuestionado por quienes participaron del mismo".
"Queremos descartar que el software tenga un algoritmo que altere los resultados, que no tenga jerarquías de carga en las ciudades donde Cambiemos logra mejores resultados y queremos saber qué tan confiable y seguro es el programa", agregó Peñafort.
El disparador de estos reclamos fue el escrutinio de las PASO del 13 de agosto. La noche de ese domingo el oficialismo salió a declarar su triunfo en la provincia de Buenos Aires, lo que fue desmentido en el conteo definitivo.
Según el apoderado de UC, Gerónimo Ustarroz, durante las PASO "en el Correo Argentino lo que primero se realizó fue una carga segmentada y luego, cuando Cristina Kirchner, estaba por pasar al candidato de Cambiemos se cortó la carga".
Software propioEn el kircherismo no se descarta la posibilidad de montar el 22 de octubre un escrutinio paralelo, a partir de un software que se usará para procesar datos de "mesas testigo". El objetivo es tener, para las 21.00, un resultado propio de cómo salió la elección.
Ese programa se ensayó en las PASO con un margen de error de 0,5%. Pero en las elecciones del domingo se alimentaría con 3.500 mesas testigo, con fiscales que comunicarían los resultados apenas termine el recuento.
En la provincia de Buenos Aires hay 35.589 mesas de votación para cubrir un padrón de 12.253.913 electores habilitados. En las primarias votaron algo más de 9 millones pero se supone que en la general la concurrencia será mayor.
Desde el Gobierno prometieron para este domingo un escrutinio más ágil que en las primarias, según anticipó Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos del Ministerio de Interior.
"Estimamos que va a ser un poco más rápido que la elección anterior porque hemos puesto más centros de transmisión, que son los que escanean los telegramas para que lleguen al correo. Y, además, hay menos listas que en las PASO. Por eso pensamos que se va a tardar menos. Pero hay que tener paciencia porque depende mucho de si hay paridad o no", afirmó Pérez.
El funcionario aprovechó la polémica para insistir con que "hay un sistema electoral que hay que cambiar".
Y adjudicó parte de la tardanza en la carga de resultados, que se realiza mediante el "transporte físico de los telegramas" desde las escuelas.
Su planteo se vincula con el intento que hará el oficialismo para que el Congreso reforme el sistema e implante el soporte electrónico.
Explicaciones privadas¿Cómo se garantiza la transparencia de los próximos comicios legislativos nacionales en cuanto al software que se utilizará en el conteo de los votos?
Desde Indra respondieron a iProfesional que su sistema de recuento (SIRE) fue "probado, auditado y contrastado internacionalmente en 40 países" y que ya tuvieron "más de 4.000 millones de electores procesados", lo que "garantiza la seguridad, calidad y transparencia del proceso".
Además, "los fiscales de las agrupaciones políticas podrán seguir en tiempo real tanto la evolución del recuento provisional como de los telegramas que han sido cargados hasta el momento", aseguraron desde la compañía.
También, podrán ver la imagen del telegrama como la digitalización de los datos de esa misma mesa, permitiendo así la comparación entre ambos.
Los fiscales podrán consultar y fiscalizar el estado del tratamiento en el sistema de cada mesa, desde el momento en el que se reciben los telegramas para su grabación, dijeron desde la empresa.
En el tablero de seguimiento, al que tienen acceso los fiscales, éstos pueden consultar el número de mesas según el estado en que se encuentran: totales, escrutadas, sin grabar, en primera grabación, en incidencia y en incidencia definitiva.
Desde Indra negaron que haya cambios en el software, que se entrega a la Cámara Nacional Electoral.
Cabe destacar que la empresa ya realizó el escrutinio provisorio en diez elecciones nacionales en la Argentina entre 1997 y 2015, además de la de 2017.
"En todas las oportunidades el escrutinio provisorio fue validado por el definitivo de la Justicia Electoral. Las diferencias mínimas (que nunca llegan al 1%) entre ambos se deben a que en el provisorio no ingresan todos los telegramas (entre 3 y 5%, aproximadamente), ya sea porque los mismos no son legibles o no se reciben. En esos casos, los resuelve la Justicia en el recuento definitivo", aclararon.
"El software es el mismo que se usó en 2015 y no recibió ningún tipo de cuestionamiento", agregaron desde la compañía.
El siguiente video de Indra explica este proceso:
Proceso sin papelesOtras fuentes cercanas recordaron ante iProfesional que "el recuento provisional de resultados es un ejercicio informativo sin valor jurídico pero de capital importancia para la adecuada fiscalización de la siguiente fase del proceso electoral, que es el escrutinio definitivo".
El provisional permite a los partidos conocer los resultados mesa por mesa, de aquellas que pueden procesarse, y "también conocer las anomalías que impiden la carga de las no procesadas de manera de orientar la actuación de los apoderados en la instancia definitiva", señalaron los voceros.
Al respecto, recordaron que como se observó en las elecciones desde 2011, cuando se comenzó a entregar la imagen escaneada de los telegramas a los partidos, "muchos de los que se encuentran en condiciones de ser procesados reflejan errores en la confección manual de los telegramas en la mesa y eso permite, si se repiten en el acta, escrutar con mayor profundidad las mesas señaladas".
La plataforma utilizada de arquitectura y software, que combina escaneo y transmisión descentralizada de telegramas a cargo del Correo con carga y procesamiento centralizados de los mismos a cargo de Indra, "es la misma que se utilizó en 2015, y en lo conceptual no difiere de la correspondiente a elecciones de 2013", señalaron las fuentes.
"Lo único que difiere es que tanto en 2015 como en 2017 al trabajarse con imágenes desde cada uno de los centros de transmisión y digitalización se despapelizó totalmente el tratamiento informático de los datos y la transcripción de resultados desde la imagen del telegrama a la plantilla de carga se hace en una pantalla dividida", precisaron.
¿Cómo es el proceso en torno al programa informático? Las fuentes indicaron que el software de procesamiento contiene "no sólo la funcionalidad, sino los datos de la cantidad de votantes de cada una de las mesas y la plantilla de los telegramas de las mismas, que difieren de municipio a municipio, por lo que se completa su configuración cuando la Justicia nacional Electoral entrega a la Dirección Nacional Electoral la totalidad de los modelos de telegramas a utilizar".
"En esa oportunidad, en presencia de fiscales informáticos de las agrupaciones políticas, se sella el software mediante un hash de cada módulo y se deposita en la Cámara Nacional Electoral como copia de contraste", agregaron.
El día de la elección, antes de las 18 horas y "en presencia de fiscales informáticos, se verifica que los datos de la base de resultados se encuentren en cero", remarcaron los voceros.
Las mismas fuentes explicaron que "los fiscales informáticos, en las salas al efecto y en forma remota (sedes partidarias), tienen acceso desde el minuto uno a la información sobre la recepción, primera carga, segunda carga, incidencias, procesamiento y publicación de resultados mesa por mesa".
"En forma previa, las agrupaciones políticas pueden acreditar fiscales en los centros de transmisión y digitalización del Correo para presenciar el escaneo y transmisión de los telegramas", recordaron.
Interrogantes"Es una gran caja negra", resumió a iProfesional Nicolás Wolovick, doctor en ciencias de la computación de la Universidad Nacional de Córdoba, acerca del software que se utilizará en las elecciones del domingo.
"No es algo que esté accesible para su inspección y no hablo de código fuente; hablo de todo: binarios, procedimientos, esquemas de contingencia y esquemas de seguridad, entre otras cosas", afirmó.
En ese sentido, observó que "el procesamiento de los telegramas es realmente opaco y, a los fines prácticos, también es una caja negra".
"Conozco gente que se dedica a la seguridad informática, que tiene muchos datos de primera mano y que tampoco saben si alguien audita este software", advirtió Wolovick.
Javier Smaldone, un programador y administrador de redes y sistemas, expuso en 2016 en el Congreso las vulnerabilidades de la plataforma electrónica electoral que impulsa el Poder Ejecutivo Nacional.
Consultado por iProfesional, afirmó que "el principal factor que opaca el proceso de escrutinio provisorio es la participación de una empresa privada", en referencia a Indra, quien viene haciéndolo en forma ininterrumpida desde 1997.
"No hay ningún motivo por el que el Estado, o el Correo Argentino, no pueda realizar la tarea de recibir los telegramas desde las oficinas postales o desde las escuelas y proceder a su carga y verificación", afirmó.
Smaldone recordó que el software utilizado "nunca ha sido expuesto al escrutinio público, por ser propiedad de Indra. Distinto sería el caso de ser propiedad del Estado: podría publicarse para que todos los ciudadanos con conocimientos informáticos pudiéramos revisarlo".
Al respecto, advirtió que "las llamadas "˜auditorías' de las que participan los partidos políticos no son tales: apenas se les exhibe el código fuente del software por unas horas, siendo que una auditoría seria podría llevar semanas".
El programador remarcó que las principales sospechas en el caso de las PASO de agosto "no fueron respecto de la manipulación de los resultados", porque el escrutinio definitivo no arrojó diferencias significativas, "sino del orden de carga y publicación de los mismos".
"Esto podría hacerse aun con un software de procesamiento "˜limpio', ya que podría haber una instancia previa de selección que dirigiera la carga hacia ciertos distritos primero, demorando otros", agregó.