La verdad sobre C5N y Cristóbal López: nombra a ex Arcor como CEO de Indalo y busca acercarse a Macri
Soplan vientos de cambio para Cristóbal López.
Para hacer frente al nuevo escenario político, el empresario ligado al kirchnerismo decidió profesionalizar el grupo que comanda y dejarlo en manos de una persona con vasta trayectoria en el mundo de los negocios.
Se trata de Gerardo Molinaro, quien ocupó varios cargos ejecutivos en Arcor a lo largo de sus doce años en esa compañía. También fue ejecutivo de Cencosud en Chile y el CFO de la petrolera San Antonio.
Él es el elegido por Cristóbal López para reemplazar a Fabián De Sousa en el máximo cargo de Grupo Indalo, tal como confirmaron importantes fuentes a iProfesional.
En otro orden, aseguraron que no venderá sus medios sino que se asociará con la familia Terranova. Lo hará mediante la forma de un fideicomiso en el que incluirá varias empresas del holding.
El objetivo es más que claro: generar un cambio de ciclo, despegarse de su pasado kirchnerista y tratar de saldar lo que le debe a la AFIP para, de ese modo, acercarse al gobierno de Mauricio Macri.
Tras varios meses de negociaciones y de un impensado acercamiento con el gobierno de Cambiemos, Cristóbal López finalmente pudo cerrar un acuerdo en busca de ordenar financieramente su grupo y comenzar a dejar atrás su pasado K.
Investigado y acusado por la AFIP de haber evadido el pago del impuesto a la transferencia a los combustibles por años, hasta adeudarle $8.000 millones al fisco, de a poco fue siendo cercado legal y comercialmente por el Poder Ejecutivo.
Intentó sobrevivir y mantener a flote su grupo alejado de los beneficios que genera la buena convivencia con el poder de turno, pero finalmente debió ceder posiciones y acercarse a Macri, en pos de lograr un acuerdo de supervivencia.
Lo hizo a pesar de que su socio y alter ego, Fabián De Sousa, no estuvo muy convencido del giro e intentó hasta última hora buscar otras alternativas.
Con gran cantidad de focos judiciales abiertos, con Grupo Indalo afectado por la falta de financiamiento y en el marco del concurso preventivo de una de sus firmas controladas, el hombre del sur terminó retrocediendo.
Más aun teniendo en cuenta los resultados electorales que reducen a Cristina Kirchner y su grupo a un mínima influencia política.
Tras negociar una tregua con enviados del propio Macri, aceptó algunas condiciones para iniciar el camino de saneamiento y refreshing de Indalo y sus empresas.
Si bien las versiones indicaban que se desprendería de varios de sus medios, esa posibilidad quedó descartada por el momento, aseguraron a iProfesional fuentes del entorno del empresario.
Más bien, se avanzará en una especie de asociación con la familia mendocina Terranova, famosa por tener a uno de sus miembros participando de carreras automovilísticas.
En el mundo de los medios de comunicación, es dueño del portal MDZOL (Mendoza online) que comanda desde esa provincia y de una empresa de publicidad en vía pública.
Sin embargo, y a través de amigos en común y de la candidatura por el PRO de Orlando (alias Orly), los Terranova tienen ascendencia en el entorno del Presidente.
Así fue como llegaron a contribuir a destrabar la situación y terminar asociados a uno de los grupos emblema del empresariado kirchnerista.
En este marco, una primera definición fue la de nombrar a un nuevo CEO de Indalo, en reemplazo de Fabián De Sousa, quien venía desempeñando este cargo, además de ser socio de Cristóbal López y accionista del grupo con casi el 20% del capital.
Gerardo Molinaro, el hombre elegido, tuvo su trabajo más reciente en la petrolera San Antonio, donde se desempeñó como CFO. También fue gerente de Asuntos Corporativos del holding chileno Cencosud.
Además, estuvo 12 años en cargos directivos de la cordobesa Arcor.
Quienes lo conocen hablan de una personalidad fuerte, de estilo confrontativo, y aseguran que dejó varios enemigos por las empresas por las cuales pasó.
En base a este perfil, advierten que podría no tener una buena relación con De Sousa, también de personalidad fuerte y de decisiones directas.
Aún no se tiene claro cuáles serán las funciones que pasará a desempeñar De Souza, pero lo cierto es que no será quien intermedie con el Gobierno en esta nueva etapa, más cordial, que comienza a gestarse para Indalo.
Es decir, para el canal de noticias C5N, la señal CN23, Radio 10 y varias de sus FM, además del diario Ámbito Financiero.
Durante la semana, emisarios de la familia Terranova estuvieron visitando las instalaciones de estos medios y tomando algunas decisiones, como las de ofrecer retiros voluntarios y cerrar el portal Diario Registrado.
También se habla del ejecutivo Gustavo Casir como otra posibilidad para el cargo de CEO. Sin embargo, este hombre de negocios podría sumarse con otro puesto en Indalo.
Otra de las medidas a tomar será la de conformar un fideicomiso financiero con todas o varias de las empresas de Indalo para poder sanear sus deudas y obtener fondos.
Siguiendo los parámetros de este instrumento, la idea es transferir la propiedad fiduciaria a título de confianza a otra persona (Fiduciario), para que éste -como dueño en interés ajeno- administre el patrimonio por separado.
Este último se conforma de los bienes transferidos, en nombre de las personas designadas en el contrato como beneficiarios. Luego, estos activos son devueltos al cumplimiento de un plazo o condición al Fiduciante o Beneficiario (Fideicomisario).
Si bien no está claro quién será el beneficiario, todos los caminos apuntan a los Terranova como administradores de las empresas de Indalo que estarán incluidas en el fideicomiso.
Lo que si queda claro es que el instrumento será usado para obtener liquidez y darle un poco de aire a Indalo.
Una de sus principales empresas, Oil Combustibles, se encuentra en concurso preventivo de acreedores, tras haber sido acusada de varios delitos por la AFIP.
A través de distintos planes de pago, con dinero que el empresario no abonaba al fisco, pudo financiar el funcionamiento de su grupo durante ese período, durante el cual compró medios, se hizo de varias de sus empresas con préstamos y cubrió gastos corrientes de diversas firmas.
Con un límite impuesto a los planes de cancelación, López tuvo que empezar a pagar el ITC: en diciembre 2015 desembolsó $128 millones; en 2016, otros $3150 millones; en lo que va de este año, $2140 millones.
Pero con este nivel de desembolsos y con una situación económica limitada, el escenario del holding es endeble. Tiene una inhibición de bienes, su dueño enfrenta 13 denuncias iniciadas por la AFIP, que le reclaman $589 millones.
El organismo acusa a más de 30 empresas del Grupo Indalo de apropiación indebida de tributos y recursos de la Seguridad Social.
Pero la causa madre se encuentra en poder de la Corte Suprema, ya que el organismo tributario rechaza la apertura concursal alegando la existencia de fraude. Por eso pretende la nulidad del auto de apertura del concurso dictado por el juez de Chubut y convalidado por la Sala D de la Cámara Nacional Comercial.
Para la AFIP, el pedido de concurso resulta una maniobra fraudulenta para eludir y dilatar el pago de una deuda de aproximadamente $8.000 millones en concepto de Impuesto a la Transferencia de Combustibles Líquidos (Ley N° 23966).
La Corte decidió solicitar el expediente principal y estudiará el caso en la segunda mitad del año. Esto también jugó a favor de la decisión de Cristóbal Lopez de soltar amarras K y reconvertir su figura hacia un empresario más cercano a Cambiemos.
Hasta ahora, Indalo redujo su estructura cerrando varias de las empresas que compró durante el gobierno de los Kirchner, muchas veces por pedido especial de Néstor o de Cristina Kirchner.
En ese camino quedaron una autopartista rosarina, la fabricante de dulces La Salamandra, las empresas dedicadas a la producción de aceite y cría de cordero patagónico.
En el esquema del fideicomiso no estarán incluidas las sociedades vinculadas al negocio de los juegos de azar, en los que López posee cierto poder. Esas empresas siempre fueron manejadas por fuera de la estructura comercial de Indalo y ni siquiera De Sousa tuvo ascendencia.
Tampoco está claro el futuro del acuerdo que Indalo tiene con la petrolera rusa Gunvor, considerado el mayor operador de materias primas del mundo.
El año pasado, ingresó al capital accionario de Oil Combustible a cambio de no menos de $2.000 millones y del otorgamiento de financiamiento que le permitirá cancelar parte de lo que el Estado le reclama como deuda.
En ese momento se dijo que el monto involucrado en el 'deal' le permitiría cancelar alrededor del 40% de lo reclamado por la AFIP. En tanto, el resto lo pagaría en cuotas pero mucho tiempo antes de lo pedido por la Justicia.