Todos miran a Iguacel, la "carta" de Macri para alcanzar el 40% de los votos con la obra pública
No es lo más común que un presidente, hablando en público, califique de "maravilloso" a un funcionario.
Menos aún, si no se trata de un ministro sino de un director de la segunda línea -de perfil más técnico que político- y cuyo nombre es desconocido para la gran mayoría de la población.
Sin embargo, esto es lo que hace Macri al referirse a un funcionario que, como ya entendieron todos en su Gobierno, está jugando un rol trascendental.
De su eficiencia en la gestión depende no sólo la intensidad de la recuperación económica, sino también la imagen del macrismo ante la opinión pública. E, indirectamente, el logro de una amplia victoria en octubre, de más del 40% de los votos.
El desconocido que carga con semejante responsabilidad sobre sus hombros se llama Javier Iguacel.
Como director de Vialidad Nacional, tiene bajo su cargo la obra pública que todos los días el Gobierno se jacta de estar ejecutando a un ritmo acelerado e histórico.
El elogio de Macri no es gratuito: los proyectos de infraestructura que impulsa el Gobierno se han transformado en el motor de la industria de la construcción que, a su vez, ha tenido una influencia crucial para que la economía pase a crecer a un ritmo internanual del 4,9%.
Macri, consciente de la importancia de este rubro en el humor social, ha depositado toda su confianza en Iguacel.
La premisa es tan clara como ambiciosa: Cambiemos tiene que tener presencia en cada una de las provincias y municipios.
En los últimos "timbreos" en los que participó el Presidente, se ha vuelto una práctica habitual que -ante consultas de los vecinos sobre la ejecución de algún proyecto en la zona- marque en su celular el número de Iguacel y le traslade las inquietudes, para así dar una respuesta inmediata.
La importancia que Macri le asigna a la obra pública queda plasmada en el protagonismo que tiene cualquier tipo de anuncio vinculado con el avance o concreción de un emprendimiento en la comunicación oficial.
Iguacel maneja uno de los presupuestos más importantes de toda la administración estatal y, sin dudas, el más relevante respecto al de los demás directores:
- En total, este año decidió el destino de la friolera de $40.000 millones
- Ese monto supera a los $26.000 millones que concentró el año pasado
En manos de este "ingeniero y político", como se define en redes sociales, Macri ha dejado buena parte del financiamiento estatal.
Pero hay más, está convencido de que el hombre de Vialidad Nacional pondrá blanco sobre negro al medir la eficiencia de su administración, en comparación con lo sucedido durante el kirchnerismo.
"Iguacel es el maravilloso director de Vialidad que tenemos. No sólo le dio fuerte impulso a obras que encaró en rutas y autopistas -repavimentando, ampliándolas, haciéndolas seguras-, sino que también dotó de enorme transparencia a todo el sistema de contrataciones, lo que permitió que los precios bajaran y se pueda construir más", dijo Macri.
La "veneración" que el Presidente siente por este funcionario se entiende a partir del rol clave que está ejerciendo para cortar con los sobreprecios que venían desde la época kirchnerista.
"En todas las licitaciones hemos reducido entre un 30% y hasta un 40% las cotizaciones respecto a la gestión anterior. Todos esos mayores gastos eran enormes bolsones de corrupción", asegura Iguacel.
Por este motivo fue que denunció ante el Poder Judicial al constructor preferido de los Kirchner, Lázaro Báez, y a los ex funcionarios Julio de Vido y José "bolso" López.
Por una de estas causas contra Grupo Austral, la propia Cristina Kirchner tuvo que declarar como imputada.
En total, Iguacel ya encaminó 15 denuncias penales contra exfuncionarios que formaron parte del gobierno anterior.
No menos de 50 personas tendrán que dar testimonio ante los jueces por presuntos sobreprecios pactados en la obra pública.
Otro PRO reclutado en la cantera de CEOsComo tantos otros funcionarios de Cambiemos, Iguacel también se formó en el sector privado. Lo llamativo en su caso es que en varias ocasiones fue disruptivo en su carrera profesional.
En 1997, como ingeniero especializado en temas petroleros, ingresó a YPF. Dos años más tarde, cuando se concretó la venta a Repsol, presentó su renuncia indeclinable en rechazo a la privatización. Tenía 24 años.
Desde aquel lejano 1999 hasta 2015, se desempeñó en algunas petroleras, como Pecom Energía y Pluspetrol. En esta última llegó a vicepresidente pero (otra vez disruptivo) decidió dedicarse a la política.
Se lanzó como candidato a intendente por Cambiemos en la localidad de Capitán Sarmiento y perdió contra el candidato del FpV, Oscar Ostoich, entonces reelecto por quinta vez.
En las recorridas de campaña, se conoció con Guillermo Dietrich, quien había ido a apoyar a los candidatos de los pagos chicos de la provincia de Buenos Aires.
Una vez que Macri lo designó al frente de Transporte, Dietrich lo llevó a la emblemática dirección de Vialidad Nacional, organismo que dispone del mayor presupuesto del Poder Ejecutivo: concesiones viales, planificación y ejecución de obras públicas se cuentan entre las responsabilidades.
Tras la experiencia kirchnerista, que hizo de esas funciones un emblema de la corrupción, Iguacel reconoce que iba a ser especialmente observado.
No obstante, transformó esos nubarrones en las primeras denuncias sobre los "chanchullos" y sobreprecios en la obra pública.
Según destacan quienes lo conocen, se propuso ganar trascendencia en su puesto con números históricos de productividad.
Precisamente, esto fue lo que Macri vio en él: una persona con todas las condiciones profesionales, capaz de entender la importancia que tiene la obra pública en su mandato.
Así se explican los elogios que profesa hacia este funcionario, que le responde con números concretos:
- Los últimos registros de Vialidad dan cuenta de un récord en el uso de asfalto vial para rutas, autopistas y pavimentación de calles.
- Durante el mes pasado se consumieron 60.242 toneladas, 13% por encima al registro de marzo, que había sido récord.
- En los primeros ocho meses se requirieron 385.000 toneladas de asfalto vial. ¿Es mucho o poco? el equivalente a construir una autopista doble mano desde Ushuaia hasta La Quiaca (4.400 kilómetros)
- Se necesitarían 256.000 camiones (de los que transportan granos) para cargar todo ese asfalto rutero.
Según el Gobierno, este verdadero boom de la obra pública está dejando un stock de infraestructura que beneficiará al país por al menos una década.
"Estamos haciendo obras para los próximos diez años. Encima, pagando hasta un 40% menos", asegura Iguacel.
"De los 2.800 km de autopistas previstos en el Plan Vial Federal para el 2019, la mitad ya está en curso", comenta Iguacel.
Sumado a lo anterior, expresa que ya se puso en ejecución unos 1.000 kilómetros de pavimentaciones y más de 10.000 Km de rehabilitaciones en todo el país.
"Para fin de año tendremos 15.000 Km de rutas intervenidas, entre autopistas, pavimentaciones, repavimentaciones, rehabilitaciones y puentes", se entusiasma Iguacel.
Obras son votosEn Casa Rosada hay pleno convencimiento sobre el impacto político de este ambicioso plan de trabajo.
Macri está persuadido de que la expansión de la obra pública será clave en el resultado de las próximas elecciones.
La actividad de la construcción lidera el empuje de la economía, que se hizo más evidente a pocas semanas de las legislativas.
Por caso, el índice Construya (IC), que considera las ventas de insumos que fabrican las compañías del sector, registró un alza del orden del 25% con respecto a agosto 2016.
El boom de obra pública ha sido fundamental para que la actividad de la construcción pudiera dispararse nada menos que 16% en agosto último frente a igual mes del año pasado.
El impacto fue decisivo en la generación de empleo. Según la estadística oficial, entre julio 2016 y julio 2017 se crearon 65.000 puestos netos en el sector privado formal.
La gran mayoría correspondió al sector de la construcción que, a su vez, se vio motorizado por los proyectos de infraestructura impulsados por el Ejecutivo.
"¿Las obras tendrán continuidad aunque en Hacienda se hayan propuesto bajar el déficit?", preguntó iProfesional a Iguacel.
"Sin dudas. Vamos a seguir al mismo ritmo que ahora e incluso a mayor. Esto es lo que le prometo a la gente cuando charlamos mano a mano", responde el funcionario.
Vialidad Nacional contará con casi el doble de recursos en 2018 respecto a este año, según se desprende del Presupuesto enviado por Dujovne al Congreso. Así, no habrá excusas para incumplir con la promesa.
Iguacel no sólo ocupa sus ajetreadas jornadas en la supervisión de obras en todo el país: también se ha transformado en un activo usuario de Twitter.
En su cuenta oficial, acompañado por hashtags como #teasfaltamostodo, sube a la red social fotos o videos de las ejecuciones y se jacta del grado de avance de los proyectos.
Para ser técnico, da muestras de tener bien claro el impacto político de su gestión.
Macri le responde con halagos: "En Vialidad Nacional, Argentina ahora tiene un hombre maravilloso".